El alto costo de vida, la gestión de la economía, los impuestos y el incremento en la migración irregular fueron sin duda los grandes temas del primer debate electoral en Reino Unido, el martes, a un mes de las elecciones del próximo 4 de julio. El primer ministro británico, Rishi Sunak, que convocó a los comicios anticipados, tomó la ofensiva ante Keir Starmer, líder de los laboristas y favorito en las encuestas, que intentó mostrarse más carismático y cuestionó el "caos" de los últimos 14 años de gobiernos conservadores.

La economía estuvo en el centro del primer debate electoral en Reino Unido, en el que el primer ministro, Rishi Sunak, y el principal líder de la oposición, Keir Starmer, del Partido Laborista, chocaron en torno a visiones opuestas sobre el costo de la vida, impuestos, las dificultades para acceder a viviendas, altos índices de desempleo y migración, entre otros asuntos.

Sunak, que convocó a elecciones anticipadas para el próximo 4 de julio, se enfrenta a bajos índices de aprobación y desgaste político de los conservadores, tras años de escándalos, cambios de gabinete y políticas controversiales, como el más reciente plan para deportar migrantes irregulares a Ruanda.

Una medida que ha puesto a Reino Unido en frontal colisión con leyes internas y decisiones del Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

En el debate, que tuvo lugar en Salford, al noroeste de Inglaterra, fue transmitido en directo a todo el país, Sunak y Starmer debatieron sobre cómo hacer frente a la crisis por la inflación, la escasez de personal en la sanidad pública y la mejora del sistema educativo.

El primer ministro, que lucha por reducir una considerable diferencia en las encuestas frente al favoritismo de Starmer, tomó la ofensiva contra un oponente que se mostró más calmado, aunque ambos lucieron por momentos nerviosos. 

Sunak, agitado, y en ocasiones agresivo, recurrió una y otra vez a las supuestas subidas de impuestos que los laboristas planean si llegan al poder, algo que Starmer rechazó, salvo en unos pocos "casos específicos".

“Esta elección es sobre el futuro y estoy claro que voy a seguir recortando los impuestos de la gente como ahora. Quieres poner el tope de todo el mundo en 2.000 libras esterlinas y esto es realmente importante (…) Recuerden mis palabras, los laboristas aumentarán sus impuestos. Está en su ADN, tu trabajo, tu auto, tu pensión, lo que sea, los laboristas, impondrán impuestos a todo”, sentenció Sunak.

Una elección entre “caos" y "reconstrucción"

Starmer afirmó que las elecciones eran una elección entre más “caos y división”, con los conservadores, y “pasar página y reconstruir con los laboristas”. Las encuestas dan actualmente a los opositores, de centro-izquierda, una ventaja de dos dígitos. 

El líder de los laboristas cuestionó la trayectoria de los conservadores, con 14 años en el poder, especialmente los "caóticos" últimos años, en los que el ex primer ministro, Boris Johnson, fue destituido en medio de escándalos de dinero y ética, además de su gestión de la pandemia del Covid-19.

Este gobierno ha perdido el control

Su sucesora, Liz Truss, elegida por los miembros del partido, hizo tambalear la economía con sus planes de recorte de impuestos sin control y dimitió apenas 49 días después. Sunak asumió el cargo, sin elecciones nacionales, en octubre de 2022.

“Este gobierno ha perdido el control. Liz Truss ha hundido la economía (…) No podemos tener cinco años más de esto”, afirmó Starmer.

El candidato opositor cuestionó por qué el primer ministro ha adelantado las elecciones si realmente cree que su plan está funcionando y la economía se va a recuperar: "Eso es porque sabe que no es verdad y que la inflación va a volver a subir en los próximos meses". 

El Partido Laborista acusó este miércoles a Sunak, de "mentir" en el debate preelectoral cuando aseguró que los laboristas aumentarían los impuestos en 2.000 libras (2.554,40 dólares) por familia.

La bancada conservadora de Sunak publicó el mes pasado lo que, en su opinión, eran "cálculos formales e independientes del Tesoro" sobre las políticas laboristas, que mostraban un agujero negro de 38.500 millones de libras para los próximos cuatro años si los laboristas ganan las elecciones.

El partido opositor negó entonces la afirmación y este miércoles destacó una carta del máximo responsable del Ministerio de Hacienda británico, de la que informó la 'BBC', la cual señaló que los funcionarios no habían participado en la elaboración o presentación del cálculo de costos y que no debía presentarse como una estimación oficial.

Inflación, impuestos y migración, las claves del debate

El alto costo de vida en Reino Unido, así como la gestión de la economía, los impuestos y el incremento en la migración irregular fueron sin duda los grandes temas del debate electoral.  

Sunak recordó su labor como ministro de Economía durante la pandemia del covid-19, cuando lanzó un programa de protección del empleo, y aseguró que los "progresos" económicos que está consiguiendo el país se pondrían en riesgo de llegar la oposición al poder.

Además, destacó su gestión de la economía, que ha visto cómo la inflación caía a poco a más del 2%, a partir de un alza que alcanzó más del 11% a finales de 2022. 

Por su parte, Starmer se mostró como un candidato más pragmático y carismático hacia los ciudadanos, que experimentan dificultades para acceder a viviendas, altas tasas de desempleo entre la población joven y los rigores de una caída en la calidad de los servicios de salud y, especialmente, en el Servicio Nacional de Salud (National Health Service, NHS).

Señalado con regularidad de parecer frío, Starmer intentó enseñar su lado más empático cuando los espectadores del público le hicieron preguntas, que él respondió en primera persona: "Cuando era niño, no teníamos mucho dinero y sé lo que es no poder pagar las facturas. En un momento dado, nos cortaron el teléfono. No creo que el primer ministro entienda su posición", señaló mientras respondía a una mujer que había relatado sus problemas para llegar a fin de mes. 

Una clara división entre los líderes se produjo cuando se les planteó una pregunta de “sí o no”, si tuvieran a un ser querido “en una larga lista de espera para ser operado, ¿utilizarían, si consideraran que es la única forma de avanzar, la sanidad privada?”.

La respuesta fue un “sí” de Sunak y un “no” de Starmer, mientras el líder laborista hablaba de que el NHS está en su ADN: “No uso salud privada, uso el NHS, es donde trabaja mi esposa, está en nuestro ADN”.

No creo que los laboristas sean de fiar para proteger a este país

Durante el segundo segmento, el debate pareció más propicio para Sunak, quien defendió su plan de deportar inmigrantes irregulares a Ruanda y retrató a su contrincante como una persona sin la capacidad para tomar decisiones duras e importantes.

En uno de los contrastes más claros de la noche, el primer ministro sugirió que estaría dispuesto a desoír las decisiones del Tribunal Europeo de Derechos Humanos para "proteger las fronteras".

Starmer, quien es fiscal de profesión, dejó claro que siempre respetaría los dictámenes de la Corte.

No voy a pretender que tengo una varita mágica, sino un plan pragmático para cambiar el Reino Unido con sentido común

"No creo que los laboristas sean de fiar para proteger a este país", atacó Sunak.

En sus intervenciones finales, ambos subrayaron cómo pretenden posicionarse de cara a las elecciones.

"No voy a pretender que tengo una varita mágica, sino un plan pragmático para cambiar el Reino Unido con sentido común", aseguró Starmer.

Mientras que el primer ministro le replicó: "Con Starmer, uno no sabe qué tendrá, salvo más impuestos. En tiempos inciertos, no podemos permitirnos un primer ministro incierto".

Con Reuters, AP, EFE y medios locales