La cifra de muertes en el marco del repunte del conflicto armado en la República Democrática del Congo en menos de dos semanas es de al menos 3.000, según la información entregada este 7 de febrero por el alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos. 

La ola del conflicto que vive la República Democrática del Congo sigue en aumento. En menos de dos semanas, el recrudecimiento de la violencia en la nación africana ha causado la muerte de al menos 3.000 personas y ha dejado heridas a cerca de 2.880.

La información entregada este 7 de febrero por parte del alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, da cuenta de que el panorama de tensión e incertidumbre que afronta el país en materia de seguridad parece no mejorar. 

Casos de violencia sexual encienden las alarmas

En el marco de la sesión extraordinaria del Consejo de Derechos Humanos, justamente convocada con el objetivo de abordar la escalada del conflicto en la nación, Türk aseguró que lo más probable es que las cifras de las víctimas que deja la violencia en las últimas jornadas sean incluso más elevadas y que se sumarían también al incremento de los casos de abuso sexual. 

"Estoy horrorizado por la propagación de la violencia sexual, que es un terrible elemento de este conflicto desde hace mucho tiempo y que puede agravarse en las circunstancias actuales", afirmó Türk, quien detalló que un grupo de unas 165 reclusas fueron abusadas y buena parte asesinadas tras el incendio registrado en la prisión de Muzenze, en Goma. 

El registro de las citadas violaciones sexuales a dicho grupo de prisioneras motivó el despliegue de personal de asistencia de la ONU en terreno para verificar detalles sobre las denuncias, indagar acerca del estado de las víctimas y adelantar investigaciones de presuntos hechos de esclavitud sexual reportados desde diversas áreas de combate. 

Persecución de defensores de derechos humanos 

Según lo indicado por Türk, tanto las tropas de las fuerzas de Ruanda como los miembros del movimiento M23 han emprendido una suerte de persecución en contra de periodistas que cubren los ataques en terreno, así como de los defensores de derechos humanos que lideran iniciativas de respeto por la vida de los ciudadanos en medio de las hostilidades. 

Al contexto de los enfrentamientos se han añadido factores que oscurecen todavía más el panorama, tales como las operaciones de protección que han tenido que ser puestas en marcha con respaldo de la ONU para preservar la integridad de funcionarios judiciales que se han declarado en peligro por amenazas recurrentes. 

Entre las acciones de ataque a la población civil también han sido reportado actos de reclutamiento de menores de edad al igual que el desplazamiento de comunidades enteras desde los primeros días de enero. 

A la fecha, se estima que al menos 6,4 millones de personas han sido desplazadas de su lugares de residencia ante el registro de las confrontaciones armadas, principalmente en localidades cercanas o pertenecientes a Kivu del Sur. 

Para analizar lo ocurrido en este territorio, el Consejo de Derechos Humanos presentará a votación una resolución con la que buscan la creación oficial de una comisión internacional que se ocupe de investigar los crímenes y abusos cometidos en el marco del conflicto. 

 

Con EFE, Reuters y medios locales