La toma de posesión de Donald Trump, el 20 de enero, atraerá a líderes internacionales y grandes magnates de la tecnología. Pero la lista, en la que referentes de derecha y extrema derecha como Javier Milei o Nayib Bukele tienen un asiento reservado, deja por fuera a mandatarios de la izquierda como Claudia Sheinbaum o Gustavo Petro.

El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, extendió invitaciones a líderes extranjeros para asistir a su ceremonia de investidura el 20 de enero, rompiendo con las normas tradicionales de la política estadounidense. Entre los invitados destacan figuras populistas, y se descartan líderes europeos o de la izquierda latinoamericana. 

El expresidente brasileño Jair Bolsonaro había manifestado su intención de asistir al evento, y había dicho el miércoles que planeaba viajar a Washington para acompañar a Trump en su toma de posesión. Sin embargo, el magistrado Alexandre de Moraes, de la Corte Suprema de Brasil, negó este jueves la petición del exmandatario.

Bolsonaro está siendo investigado por varios delitos y su pasaporte está retenido por las autoridades desde el 8 de febrero del año pasado. Fecha en la que tanto él como varias personas de su entorno fueron objeto de una operación policial vinculada a una supuesta trama golpista para impedir la investidura del actual mandatario, Luiz Inácio Lula da Silva, el 1 de enero de 2023.

El líder de la ultraderecha ya había solicitado autorización para viajar al exterior en otras ocasiones y en todas le fue negada.

Otra de novedad sobre los asistentes a la ceremonia llegó desde el interior de Estados Unidos. La expresidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, afirmó que no planea asistir a la investidura, según informó ABC News. Tampoco lo hará la ex primera dama Michelle Obama. 

El que sí asistirá —y lo confirmó su campaña en redes sociales— es el líder opositor venezolano Edmundo González. 

“El Gobierno de los Estados Unidos, siendo un gran aliado de la causa democrática venezolana, invitó al legítimo presidente de Venezuela, Edmundo González Urrutia, a la toma de posesión del Presidente electo, Donald Trump”, señaló su equipo.

Trump había reiterado su apoyo a González Urrutia en el día previo a la posesión del líder chavista Nicolás Maduro como presidente. 

Entre los demás invitados internacionales se encuentran varios jefes de Estado y líderes alineados con las posturas políticas del mandatario electo, marcando una ceremonia que refleja su afinidad con aquellos que comparten una visión populista y poco convencional de la gobernanza.

Aunque el presidente chino, Xi Jinping, declinó la invitación, se espera que China envíe a un alto representante, como el vicepresidente Han Zheng o el ministro de Asuntos Exteriores, Wang Yi. 

Líderes afines a la ideología derechista de Trump, como el húngaro Viktor Orbán, el argentino Javier Milei, el ecuatoriano Daniel Noboa, el salvadoreño Nayib Bukele y la italiana Giorgia Meloni, recibieron sus invitaciones y algunos ya confirmaron su asistencia. 

“A la posesión de Trump va solo la extrema derecha”, aseguró Gustavo Petro, quien no recibió invitación, al igual que la mexicana Claudia Sheinbaum. La presidenta de México aseguró que no asistirá a la ceremonia de investidura de Trump, pero minimizó el hecho al ser cuestionada al respecto en su conferencia matutina. “No, pero no pasa nada”, expresó la mandataria.

¿Mecanismo de presión?

La invitación refleja afinidades políticas o conveniencias, y puede ser vista de manera negativa a nivel interno, sobre todo entre los demócratas, afirma Rafael Piñeros Ayala, profesor de relaciones internacionales en la Universidad Externado de Colombia

“Uno no sabe si es un mecanismo de presión, el quedarse por fuera de la inauguración, puede ser visto como una manera de 'hay que hacer más por la relación bilateral', como Sheinbaum o algunos otros. Colombia dentro de la lógica republicana no pasa por ser una intención manifiesta y en ese sentido refleja la ausencia de Gustavo Petro”, comentó Piñeros. 

Según él, esta lista de invitaciones, “rompe un equilibrio y distanciamiento entre lo interno y externo que no se habían visto antes. Enviarle invitación a Xi Jinping evidencia tratar de influir de distintas maneras en Xi, no sé si sea conveniente o efectivo”, afirmó. 

India estará representada por el ministro de Asuntos Exteriores, S. Jaishankar, mientras que el expresidente brasileño Jair Bolsonaro y el político francés de extrema derecha Éric Zemmour también figuran en la lista de invitados.  

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La inauguración presidencial se entendía como un elemento para los estadounidenses con los estadounidenses. La participación de líderes extranjeros siempre había sido (vista) con escepticismo y suspicacia. Cómo no iban a asistir todos, siempre iba a ver algunos que se podían sentir excluidos”, comentó Piñeros. 

Por su parte, Ignacio Arana, profesor del Instituto de Estrategia y Tecnología de Carnegie Mellon University, señala que "la novedosa lista de invitados es consistente con el comportamiento que Trump ha tenido desde que irrumpió como candidato presidencial en 2015″. Una que se "caracteriza por romper, a veces ostentosamente, con tradiciones y normas democráticas".

"¿Por qué habría de cambiar, si le ha ido tan bien?", afirmó Arana.

Líderes tecnológicos y apoyo empresarial  

Elon Musk, Jeff Bezos, Mark Zuckerberg y Sam Altman, CEO de OpenAI, aportaron cada uno un millón de dólares al fondo de investidura, que ya ha acumulado más de 170 millones de dólares, con previsiones de superar los 200 millones. Estas contribuciones reflejan el gran interés de la comunidad empresarial por apoyar la administración de Trump. 

Los pases VIP para el acto son muy codiciados, y hay informes que indican que ya no están disponibles debido a la abrumadora demanda. Se espera que Elon Musk, un firme partidario de Trump, asista junto con Brian Armstrong, consejero delegado de Coinbase, y otros líderes influyentes.  

“Debemos esperar que Trump se comporte de manera aún menos convencional que en su primer mandato, porque ahora tiene mucha más experiencia política que en 2016 y tiene más claro lo que quiere y puede hacer como presidente”, comentó Ignacio Arana.  

Trump asistió a la reapertura de la Catedral de Notre Dame en París. El evento se llevó a cabo por invitación del presidente francés, Emmanuel Macron. Durante su visita, Trump habría quedado impresionado tanto por la majestuosa catedral como por el elevado perfil de los líderes mundiales que estaban presentes. 

“Anticipo una Administración más personalista, donde el círculo cercano al presidente se base más en lealtad personal que en pericia tecnocrática o política”, concluyó Arana. 

En ese marco, se encontró con el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski; Meloni, de Italia, entre otros. Según expertos, Trump buscaría replicar la magnitud y desborde que vivió en París.

Sus invitaciones también tienen implicaciones de seguridad adicionales para el Servicio Secreto de Estados Unidos, que es responsable de la protección de todos los dignatarios que visitan el país. 

La policía de Washington D.C. ya tiene la tarea de garantizar la seguridad durante el evento, protegiendo no solo al presidente entrante, quien ha sobrevivido a dos intentos de asesinato en los últimos meses, sino también a los líderes del Congreso, del Tribunal Supremo, al presidente saliente, Joe Biden, y a otros expresidentes que puedan asistir.

 

Con Reuters, AP, medios locales