Luis Felipe Uribe es un clavadista de 22 años, que forma parte de la delegación de Colombia, que asistirá a los Juegos Olímpicos de París el próximo verano. En la actualidad es considerado uno de los mejores del mundo en la modalidad de trampolín de tres metros, luego de haber alcanzado el cuarto puesto en los mundiales de natación realizados en Doha. Su evolución hace soñar a su país con una medalla olímpica en una disciplina donde el podio ha sido esquivo.
Luis Felipe Uribe, y el resto de los integrantes de la selección colombiana de clavados, estuvieron concentrados en Medellín, ciudad ubicada al noreste de Colombia, hasta finales del mes de mayo.
Junto a su grupo de entrenadores, este joven nacido en el municipio colombiano de Pereira tiene como objetivo pulir toda su mecánica de salto en el trampolín con miras a conseguir una destacada actuación en los Juegos Olímpicos París 2024.
En una conversación con France 24, Luis Felipe Uribe dijo, que se sentía muy contento de poder cargar con los sueños de tantos deportistas, de tantas personas (…)
Sabemos sobre qué puntaje debemos estar si queremos mejorar y no sólo pensar en un diploma olímpico sino llegar a pensar en un podio, que para Colombia es muy posible. Hemos demostrado muchas mejoras a nivel mundial
Además del cuarto lugar alcanzado en Doha, Luis Felipe Uribe ha conseguido destacadas actuaciones en otras competencias internacionales y los diversos eventos del ciclo olímpico para el continente americano, tal como ocurrió en los Juegos Panamericanos realizados en Santiago, Chile, a finales del año 2023, y en donde se colgó la medalla de plata.
“Muchas sensaciones muy bonitas, volver a estar en el top mundial, volver a demostrar que sí somos nosotros, que teníamos con qué”, agregó el deportista.
Si bien en la actualidad es uno de los más destacados clavadistas; durante su niñez, Luis Felipe tuvo que superar el temor que le tenía al agua, una limitación que logró dejar atrás gracias a la motivación de su hermana, también clavadista. Al respecto, agregó:
Es irónico porque sí me aterraba demasiado el agua, me daba mucho miedo; pero un día vi a mi hermana hacer clavados y me encantó este deporte, me llamó mucho la atención y empecé a tirarme con flotadores
Un comienzo difícil en Pereira
A simple vista podría decirse que Luis Felipe tuvo una niñez anhelada por muchos, pues residía en un complejo de piscinas en la localidad de Pereira, ciudad a la que llegó su padre años atrás, desplazado por la violencia en Colombia.
Sin embargo, la realidad es que residía en las inmediaciones del complejo acuático de la ciudad, en una pequeña pieza que le fue cedida y acondicionada para su familia, que trabajaba en el lugar.
“Nosotros teníamos un espacio adaptado, más o menos de unos seis metros de largo por unos tres o cuatro metros de ancho. Vivíamos ahí mis papás, mis hermanos y yo (…) Fueron situaciones difíciles pues mis papás no tenían una accesibilidad económica”, expuso el atleta olímpico.