Argentina inició rápidamente el 18 de junio la remoción de unos polémicos paneles solares de una base de Tierra del Fuego instalados tres kilómetros dentro del territorio chileno, un error que supuso una nueva tensión diplomática entre las dos naciones, con el endurecimiento del tono del presidente Gabriel Boric, y otro capítulo de las diferencias del mandatario chileno con otros líderes de la región. 

Las autoridades argentinas comenzaron el lunes 18 de junio la remoción de los paneles solares de una base militar que fueron instalados por error en el lado chileno de la frontera, después de que el presidente de Chile, Gabriel Boric, exigiera su retiro a la "brevedad".

Fueron tres metros los que se adentraron con los paneles solares construidos en un puesto de observación argentino. Aunque fueron instalados en marzo, la Policía chilena -carabineros- supo de la obra en abril, cuando se inauguró. 

Pero Chile no se dio cuenta del error hasta junio, según aseguró la ministra de Defensa, Maya Fernández, en una exposición especial ante la Comisión de Defensa del Congreso, que ha hecho de este su tema estrella en los últimos días en el país.   

El embajador argentino en Chile, Jorge Faurie, admitió el error el 12 de junio, señalando que la empresa de instalación de los paneles siguió un límite físico más que uno “geodésico” de posición satelital, que da una mayor exactitud, y afirmó con tranquilidad que esperarían la llegada del verano austral para retirarlos.  

Y, al día siguiente, el canciller chileno, Alberto Van Klaveren, habló de un “error de buena fe”, al indicar que estas cosas pasan en las fronteras. 

Pero el lunes 18, el presidente chileno, Gabriel Boric, desde su gira en Europa escaló el tono y habló con una dureza pocas veces vista en este tipo de situaciones, exigiendo a su par argentino, Javier Milei, retirar esos paneles solares a la brevedad".  

“Con las fronteras no es algo con lo que se pueda tener ambigüedades, es un principio básico del respeto entre países”, añadió Boric, señalando que había hablado de este tema con Milei durante la Cumbre de la Paz por Ucrania, a la que ambos asistieron el día anterior. 

Ante unas horas de espera, tiempo en el que muchos chilenos recordaron el conflicto de fronteras por esos terrenos de hace varias décadas, la desinstalación de los paneles fue casi inmediata por parte de la Armada argentina, que se acercó hasta el Puesto de Vigilancia y Control de Tránsito Marítimo Hito 1 de Magallanes, en la provincia de Tierra del Fuego, en medio de temperaturas bajo cero.

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"Torpeza diplomática" 

Para algunos, como Pablo Lacoste, analista internacional del Instituto de Estudios Avanzados de la Universidad de Santiago (Usach), se puede tratar de “un error involuntario” manejado con una cierta “torpeza diplomática” por el lado de Argentina, al minimizar la situación y demorar la corrección.  

Para otros, como Nerea Palma, analista política de la Universidad Diego Portales, que los paneles solares “estén en territorio soberano chileno es un hecho bastante increíble” y agrega que “el límite fronterizo no ha estado en discusión en los últimos años”. 

Ella, como otros en Chile, atribuyen la subida de tono a temas internos: respondería a una estrategia para tratar de usar la gira europea de Boric (Suecia, Alemania, Suiza y Francia) para retomar la agenda doméstica y disipar la atención ante la última polémica de Javier Velascoembajador chileno en España y amigo del mandatario,  quien recibió un llamado "al orden" tras realizar unas declaraciones en las que llamó a empresas españolas a vender armas a Chile ante el distanciamiento del país con Israel.

“Lo importante era cortar cualquier crítica hacia el Ejecutivo por no haber reaccionado antes”, señala Palma, “por lo que se opta por una declaración fuerte”, ante la que Argentina decide actuar. 

Así, los dos Gobiernos dan por zanjado el tema con la retirada de los paneles y declinan hablar de un impasse, “puesto que Argentina siempre admitió su error”, subrayando las relaciones históricas que los unen. 

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La tensión por el asesinato de un militar venezolano en Chile

Sin embargo, no es el único problema diplomático de Boric en un momento en que tiene un importante frente abierto también con Venezuela, con el que los cruces de declaraciones y -en las últimas semanas de descalificaciones- no han cesado tras el asesinato en Chile del exmilitar venezolano Ronald Ojeda, que estaba en el país en calidad de refugiado político.

El disidente venezolano fue secuestrado en su casa de madrugada por cuatro personas disfrazadas de policías chilenos, asesinado poco después y enterrado en una maleta a 1,40 metros de profundidad bajo la losa de cemento de una barriada.  

El asesinato, en el que presuntamente participó el grupo de crimen organizado transnacional Tren de Aragua, habría sido orquestado desde Venezuela, según la Fiscalía chilena, que investigó con una unidad especializada y exhaustividad la causa.  

Pero Venezuela respondió cuestionando a la Fiscalía chilena y también a  Boric. 

El número dos del chavismo, Diosdado Cabello, calificó el miércoles 19 de junio a Boric de “bobo” y un “flojo” que no puede ocuparse de los problemas de su país y gobierna con la Constitución “del más terrible asesino de este continente del último siglo”, Augusto Pinochet (1973-1990).

Las descalificaciones de las autoridades venezolanas han sido constantes desde que Chile pidió formalmente que extraditaran a los dos sospechosos de matar a Ojeda, los cuales, según la Policía chilena, se encontrarían en Venezuela, a donde habrían huido tras cruzar la frontera porosa del desierto de Atacama, por el norte del país. 

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Críticas a la postura de Boric en Ucrania  

También ha generado críticas, sobre todo internas, la participación de Gabriel Boric en la cumbre por la paz en Ucrania, donde se encontró con Milei. Los miembros de una parte de su coalición de izquierda afirmaron que no veían mucho sentido a una cumbre donde no participaban todas las partes, al referirse a la ausencia de Rusia

Boric también lanzó desde Europa un mensaje a la izquierda latinoamericana y a los países que decidieron no suscribir el acuerdo de la cumbre, como México, Brasil, o Colombia, que alegan una alianza bélica de la OTAN, y calificó como un “malentendido histórico” que se tome al líder ruso, Vladimir Putin, como un líder de izquierda cuando está con la ultraderecha.  

“Chile tiene una larga tradición, producto de su propia experiencia, de defender los Derechos Humanos en cualquier lugar del mundo”, afirmó el mandatario al agregar que en Ucrania “hay un país invasor, que es Rusia, y un país invadido”.

Y, por lo tanto, esto no debe verse “desde una perspectiva de intereses geopolíticos específicos, sino desde la perspectiva del respeto al Derecho Internacional y a los Derechos Humanos”. 

El gobernante chileno muestra así una postura de izquierda latinoamericana, en la que parece quedarse, por el momento, solo, dicen los analistas.   

“Boric se desmarcó de manera muy importante de otros gobiernos de izquierda de la región, como por ejemplo al de Brasil, no solo al atender esta congregación que se hizo sobre el conflicto de Ucrania", sino también al criticar las violaciones de Derechos Humanos en Venezuela o en Ucrania, como ha sido su tónica y la de los gobiernos en Chile, analiza Palma.   

“Se desmarca de otros gobiernos de izquierda y ese puede ser un punto de encuentro con otros líderes de la región”, como Milei, que está en sus antípodas en otro tipo de temas, continúa. “Busca ser un liderazgo diferente” de la izquierda en la región, aunque aún no encuentra seguidores, añade.   

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Un impasse resuelto

De vuelta ya a casa tras la gira y con el tema de Argentina ya en calma, algunos destacan la buena relación entre las armadas de Chile y Argentina.  

“Las Fuerzas Armadas de Argentina y Chile tienen excelente relación”, recuerda Lacoste, analista de la Usach.  

Ambos países mantienen en la zona sur del país “intereses convergentes por la amenaza de las flotas chinas que constantemente están depredando los recursos naturales” y no dan abasto para controlar estos buques. Así, se perciben “geopolíticamente” como aliados y no como amenaza como en los años 70. 

La verdadera amenaza sería para estos actores, según el analista, China, que también está avanzando sus posiciones frente a la Antártica, lo cual genera cada vez más interés y donde también se abren nuevos frentes

Por eso, si en el medio de esta relación se produce algún error, tampoco es raro en la tercera frontera más larga entre dos países en el mundo, según afirmó al dar sus explicaciones el canciller chileno. 

Un punto en el que también coincide el embajador argentino: “forma parte de la cotidianeidad de un país que tiene 5.760 kilómetros” de límites comunes compartidos.