Estonia, Letonia y Lituania desconectaron el sábado sus sistemas eléctricos de la red eléctrica rusa, según informaron los operadores de la región, como parte de un plan diseñado para integrar más estrechamente a los países con la UE y aumentar la seguridad.
Tres Estados bálticos cortaron el sábado sus lazos con la red eléctrica rusa para incorporarse a la red de la Unión Europea, culminación de un proceso de años que cobró urgencia con la invasión de Ucrania por Moscú.
Estonia, Letonia y Lituania -todas ellas antiguas repúblicas soviéticas ahora en la Unión Europea y la OTAN- habían querido bloquear la capacidad de Rusia de chantajearles geopolíticamente a través del sistema eléctrico.
"Hemos eliminado cualquier posibilidad teórica de que Rusia utilice el control (de la red) de energía como arma", declaró el sábado a la AFP el ministro lituano de Energía, Zygimantas Vaiciunas.
El viernes, Kaja Kallas, ex Primer Ministra de Estonia y responsable de la política exterior de la UE, saludó el cambio de red como "una victoria de la libertad y la unidad europea".
Vaiciunas explicó que los países bálticos habían completado el proceso de desconexión a las 9:09 hora local (07:09 GMT) del sábado.
"Llevábamos mucho tiempo esperando este momento", declaró a la prensa tras reunirse con sus homólogos estonio y letón.
"El sistema energético de los países bálticos está por fin en nuestras manos. Tenemos el control", añadió sobre este momento "histórico".
Dijo que los países bálticos funcionan ahora en el llamado "modo aislado", antes de integrarse en la red europea el domingo.
En los países bálticos hay previstas celebraciones oficiales, y las autoridades están en guardia ante posibles ciberataques relacionados con el cambio de red.
Letonia cortará físicamente una línea eléctrica con Rusia a última hora del sábado y la Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, asistirá el domingo a una ceremonia con los líderes bálticos en Vilna.
Los países bálticos llevaban tiempo preparándose para integrarse en la red europea, pero se enfrentaban a problemas tecnológicos y financieros.
El cambio se hizo más urgente después de que Rusia invadiera Ucrania en 2022, lo que hizo pensar a los países bálticos que podían ser su objetivo.
Tras la invasión, dejaron de comprar gas y electricidad rusos, pero sus redes eléctricas siguieron conectadas a Rusia y Bielorrusia, controladas desde Moscú.
Esto les hizo depender de Moscú para un flujo estable de electricidad, crucial para las fábricas e instalaciones que necesitan un suministro fiable.
"Posibles provocaciones"
Los países bálticos funcionarán en "modo aislado" durante unas 24 horas para probar su frecuencia o niveles de potencia, según Litgrid, el operador estatal de la red de Lituania.
"Tenemos que realizar algunas pruebas para garantizar a Europa que somos un sistema energético estable", declaró el mes pasado el responsable de Litgrid, Rokas Masiulis.
"Encenderemos y apagaremos centrales eléctricas, observaremos cómo fluctúa la frecuencia y evaluaremos nuestra capacidad para controlarla".
A continuación, los Estados se integrarán en la red eléctrica europea a través de Polonia.
Las autoridades han advertido de los posibles riesgos derivados del cambio.
"Son posibles varios riesgos a corto plazo, como operaciones cinéticas contra infraestructuras críticas, ciberataques y campañas de desinformación", declaró a la AFP el Departamento de Seguridad del Estado lituano.
El operador de la red eléctrica polaca, PSE, había dicho que utilizaría helicópteros y drones para patrullar la conexión con Lituania.
El Presidente de Letonia, Edgars Rinkevics, declaró a LTV1 que los países no podían "descartar posibles provocaciones".
En Estonia, la policía y los cuerpos de defensa voluntarios vigilarán las infraestructuras eléctricas críticas hasta el próximo fin de semana por el riesgo de sabotaje.
En los últimos meses se han cortado varios cables submarinos de telecomunicaciones y electricidad en el mar Báltico. Algunos expertos y políticos han acusado a Rusia de librar una guerra híbrida, acusación que Moscú niega.
"La gente no lo sentirá"
"En el proyecto de sincronización de los países bálticos y Polonia se han invertido 1.600 millones de euros (1.700 millones de dólares), en su mayor parte fondos de la UE".
El Presidente lituano, Gitanas Nauseda, se mostró seguro de que el cambio se producirá sin contratiempos: "La gente no lo notará, ni en sus facturas ni en ningún inconveniente".
El ministerio de Clima de Estonia instó a todo el mundo a seguir como hasta ahora, ya que "cuanto más regular y predecible sea el comportamiento… más fácil será gestionar la red eléctrica".
Pero algunos consumidores se preocuparon por los cortes de electricidad y las tiendas de artículos para el hogar de Estonia notaron un fuerte aumento de las ventas de generadores.
Tras el desacoplamiento del Báltico, el sistema energético del enclave ruso de Kaliningrado perderá su conexión a la red de la Rusia continental.
Kaliningrado lleva años aumentando su capacidad de generación de energía y el portavoz del Kremlin, Dmitry
Preguntado por el corte de la semana pasada, dijo: "Hemos tomado todas las medidas para garantizar el funcionamiento fiable e ininterrumpido de nuestro sistema energético unificado".
Este artículo es una adaptación de su original en inglés