El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) anunció este 14 de marzo que inspeccionará que no exista riesgo de proliferación atómica, tras el pacto confirmado un día antes entre Australia, Estados Unidos y Reino Unido para proporcionar submarinos nucleares a Camberra, bajo el acuerdo de seguridad AUKUS, en el Indopacífico. El pronunciamiento llega poco después de que China arremetiera contra el plan que, asegura, viola el Tratado de No Proliferación Nuclear.
Se elevan las tensiones entre Occidente y China por el acuerdo AUKUS.
Tras las fuertes discrepancias del Gobierno chino un día después de que Estados Unidos, Reino Unido y Australia -miembros de la alianza de seguridad en el Indopacífico- ratificaran el suministro de hasta cinco submarinos de propulsión nuclear a Camberra, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA)intenta rebajar las preocupaciones.
El OIEA señaló que vigilará que no haya riesgo de propagación nuclear bajo el pacto de las naciones occidentales, el cual busca contrarrestar el poderío militar de Beijing en la región.
El organismo señaló que Washington, Londres y Camberra deben implementar garantías al respecto y que están comprometidos con la no expansión atómica global.
"En sus comunicaciones, las partes de AUKUS reafirmaron su compromiso declarado previamente de que mantener la integridad del régimen de no proliferación nuclear y las salvaguardas de la agencia siguen siendo un objetivo central en relación con AUKUS", indicó el OIEA en un comunicado.
Según el acuerdo que aumenta la furia de Beijing, EE. UU. venderá a Australia tres submarinos con armas convencionales y de propulsión nuclear de clase Virginia, durante la década de 2030, con la opción de que Australia compre dos más en caso de que las partes lo consideren necesario.
Luego, Camberra accedería a un nuevo modelo con tecnología de Estados Unidos y de diseño británico, en el marco del ambicioso plan para aumentar la influencia occidental en Asia-Pacífico.
Lo acordado convertiría a Australia en el séptimo país con capacidad para operar un submarino de propulsión nuclear.
Sin embargo, el director del OIEA, Rafael Grossi, ratificó este martes que el organismo examinará de forma "imparcial, objetiva y técnica" que tanto Estados Unidos como Reino Unido, como potencias nucleares, cumplan sus obligaciones y que Australia también siga los lineamientos internacionales.
El mandatario estadounidense, Joe Biden, remarcó tras la confirmación del pacto que en ningún caso esos sumergibles portarán armas atómicas. "Australia se enorgullece de ser un país sin armas nucleares y se compromete a seguir siéndolo”, indicó.
China: AUKUS está en el "camino del error y el peligro"
El pronunciamiento del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) llegó justo después de que China calificara lo pactado bajo AUKUS como un “camino de error y peligro”.
Según Beijing, lo acordado en la alianza tripartita viola el Tratado de No Proliferación Nuclear.
"La última declaración conjunta de EE. UU., Reino Unido y Australia demuestra que los tres países, por el bien de sus propios intereses geopolíticos, ignoran por completo las preocupaciones de las comunidades internacionales y caminan más y más por el camino del error y el peligro", aseguró el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Wang Wenbin.
Asimismo, Wang acusó a los tres gobiernos occidentales de incitar a una carrera armamentista y afirmó que el pacto de seguridad representa "un caso típico de la mentalidad de la Guerra Fría".
Rusia, que cada vez más muestra su cercanía con China, especialmente en medio de la guerra contra Ucrania, se sumó al pronunciamiento de la Administración de Xi Jinping.
"El mundo anglosajón, con la creación de estructuras como AUKUS y con el avance de las infraestructuras militares de la OTAN en Asia, está apostando seriamente a muchos años de confrontación", sostuvo el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov.
Se espera que los submarinos para Australia estén equipados con misiles de crucero de largo alcance, lo que ofrece un potente elemento disuasorio frente a China.
Si bien Camberra ha descartado el despliegue de armas atómicas, su plan de sumergibles más sigilosos y capaces que los buques convencionales marca una nueva y significativa etapa ante el gigante asiático, que construyó una flota naval sofisticada y convirtió islas artificiales en bases en alta mar en el Pacífico.
Con Reuters y AFP