La lucha contra la caída de la natalidad es una prioridad para Japón, pero a las mujeres se les da poca voz en los debates oficiales, por lo cual se expresan en las redes sociales.

El archipiélago registró menos de 800.000 nacimientos el año pasado, el número más bajo desde 1899, cuando se establecieron las estadísticas.

El primer ministro Fumio Kishida advirtió en enero contra esta tendencia que amenaza la capacidad de Japón a "funcionar como sociedad".

Entre los innumerables artículos que han tratado el tema, uno que resaltó que Japón tenía la mayor tasa de mujeres de más de 50 años sin hijos en la OCDE desató una avalancha de comentarios en línea con la etiqueta "sin hijos de por vida".

Al principio, Tomoko Okada se sentía "avergonzada" por no tener hijos y no quería leer las típicas críticas, pero finalmente descubrió debates más empáticos. En algunos de ellos, las mujeres explican por qué no pudieron, o no quisieron, ser madres.

"Antes pensaba que tener hijos era 'lo normal'", explica esta escritora de 47 años.

Modo de vida "aceptable"

Esta mujer se había apuntado, en vano, en páginas para encontrar pareja. Y se sintió culpable cuando su padre le pidió un nieto.

Pero compartir su experiencia con otras mujeres le hizo pensar que su "modo de vida también era aceptable", cuenta.

Muchos países industrializados han visto cómo se reduce su tasa de natalidad, pero el problema es más grave en Japón, que tiene la población de mayor edad en el mundo después de Mónaco.

El archipiélago tampoco cuenta con suficiente mano de obra, un problema agravado por las estrictas reglas de inmigración.

El gobierno de Kishida ha prometido ayudas financieras para las familias y otras medidas para fomentar la natalidad.

Pero la realidad es que en Japón, sólo dos mujeres están en el gobierno y más del 90% de los miembros de la Cámara Baja de su Parlamento son hombres.

Las voces de las mujeres tienen poco peso en el debate institucional, por eso se vuelcan en las redes sociales.

"No acusen a las mujeres de la baja tasa de natalidad", tuiteó Ayako, de 38 años y sin hijos, que defiende en línea que haya "diferentes opciones" de vida.

En su opinión, la división tradicional de los roles en el país es la principal causa del problema.

Según un estudio del gobierno en 2021, las japonesas dedican cuatro veces más de tiempo a los niños y las tareas del hogar que los hombres, aunque estos cada vez hagan más teletrabajo.

"Apartada"

Ayako no duda en expresarse en internet, pero cuando aborda el tema en la vida real, se siente "apartada".

"Tengo la impresión de que las mujeres son muy criticadas cuando expresan sus opiniones", abunda esta mujer, que prefiere no dar su verdadero nombre.

Para Yuiko Fujita, profesora de estudios de género en la Universidad Meiji, las redes sociales son un medio para que las mujeres puedan hablar de política y temas de sociedad sin miedo, muchas veces con seudónimos.

Varios "hashtags" sobre madres indignadas que se ocupan solas de sus hijos u otros temas se han hecho virales, pero han tenido poco eco fuera de este espacio, señala Fujita.

Según los expertos, son múltiples las causas que derivan en la baja natalidad en Japón, entre ellas, una rígida estructura familiar.

Sólo 2,4% de los nacimientos en el país son fuera del matrimonio, la cifra más baja de los países de la OCDE.

Los analistas también señalan las condiciones económicas, ya que el bajo crecimiento del país no alienta a las parejas a tener hijos.