Treinta y dos personas, incluidos varios niños, fallecieron en dos estampidas ocurridas durante la distribución de alimentos en eventos benéficos navideños en Nigeria, en medio de la profunda crisis económica que afecta al país. Esto generó un clamor para que las autoridades refuercen las medidas de seguridad en eventos de este tipo y la policía nigeriana instó a los organizadores a obtener permisos previos para evitar tragedias similares.

La cifra de muertos por estampidas en dos eventos benéficos de Navidad en Nigeria subió a 32, informó la policía este domingo. Entre las víctimas se encuentran cuatro niños. 

El caos se desató mientras multitudes desesperadas intentaban obtener alimentos en medio de una grave crisis del costo de vida que afecta al país.

En el pueblo de Okija, en el estado de Anambra, 22 personas perdieron la vida durante la distribución de alimentos organizada el sábado por un filántropo, según el portavoz policial Tochukwu Ikenga.

 

 "Una distribución de arroz organizada por el filántropo jefe Ernest Obiejesi en Okija, Anambra, provocó la muerte de al menos 12 personas y dejó más de 30 heridos", declaró Auwal Musa-Rafsanjani, director ejecutivo del Centro de Defensa Legislativa de la Sociedad Civil  en un comunicado.

Musa-Rafsanjani añadió que esta desbandada, junto con otras recientes, refleja que los nigerianos están enfrentando "tiempos muy difíciles", subrayando que "la gente está desesperadamente hambrienta"

Otros diez fallecieron en Abuya, la capital, donde una iglesia realizaba un evento similar para repartir comida y ropa.

Testigos de la estampida en Abuya relataron que el caos comenzó en una de las puertas de la iglesia, cuando decenas de personas intentaron entrar alrededor de las 4 de la madrugada, horas antes de la distribución de alimentos.

"Este lamentable evento, que tuvo lugar alrededor de las 6:30 am, resultó en una estampida que se llevó la vida de 10 personas, incluidos cuatro niños, y dejó a otras ocho con diversos grados de heridas", aseguró Josephine Adeh, portavoz de la policía.

Algunos, incluidos personas mayores, habían esperado durante la noche para recibir comida, explicó Loveth Inyang, quien rescató a un bebé del tumulto.

Estas situaciones provocaron un creciente clamor para que las autoridades refuercen las medidas de seguridad en eventos de este tipo. La policía nigeriana, que ha iniciado investigaciones sobre ambos incidentes, instó a los organizadores a obtener permisos previos para evitar tragedias similares.

En los casos más recientes, las víctimas fueron en su mayoría mujeres y niños, pisoteados mientras intentaban alcanzar los víveres ofrecidos por los organizadores.

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Los sucesos siguen a otro momento similar ocurrido el jueves, cuando al menos 32 personas murieron en una estampida en una escuela secundaria islámica en Ibadan, la capital del estado de Oyo, en el suroeste de Nigeria.

Crisis e historial de tragedias 

El país más poblado de África enfrenta su peor crisis económica en décadas, exacerbada por las reformas del presidente Bola Tinubu, que redujo los subsidios a la electricidad y el combustible, mientras que la devaluación de la moneda golpea aún más el poder adquisitivo de la población.

El país tuvo una inflación récord del 34,6 % en noviembre de 2024, elevando el costo de productos básicos como el arroz, el maíz y el ñame, y volviéndose inasequibles para una gran parte de la población.

Este tipo de estampidas se han producido con relativa frecuencia en Nigeria durante este año. El 24 de marzo, al menos cuatro mujeres murieron  durante una en un evento benéfico de donación de dinero en efectivo para los pobres en Bauchi, en el norte del país.

Días antes, al menos dos estudiantes universitarias fallecieron y otros 23 alumnos resultaron heridos en otra durante la entrega de sacos de arroz en la Universidad del Estado de Nasarawa, en Keffi, en el centro del Nigeria.

A pesar de ser el país más poblado de África, con más de 213 millones de habitantes, y uno de los mayores productores de petróleo del continente, Nigeria enfrenta profundas desigualdades, con cuatro de cada diez nigerianos viviendo por debajo del umbral de la pobreza, según el Banco Mundial.

Con Reuters