Las calles de Palma de Mallorca se llenaron de manifestantes, quienes se pronuncian en contra del turismo de masas y exigen mayores controles gubernamentales. Alegan aumentos en los precios inmobiliarios y playas atestadas, entre otros problemas que aquejan a la isla. Esta protesta se suma a otras que se han presentado este año en Barcelona, Málaga y las Islas Canarias por la misma razón. 

Miles de mallorquines se pronunciaron en las calles con pancartas improvisadas para pedir un alto al turismo de masas el domingo 21 de julio. 

Los carteles de los manifestantes de la capital mallorquina decían: "No al turismo de masas",  "basta de aviones privados", "Mallorca no está en venta", "SOS residentes: Stop turismo", "Digital nomads go home" y "No es turismofobia, son cifras: 1.232.014 habitantes, 18 millones de turistas".

Pere Joan Femenia, de Menys Turisme, Mas Vida (Menos Turismo, Más Vida), grupo que organizó la protesta, dijo a Reuters que los manifestantes abogan por menos turistas en la isla y afirmó:

El turismo de masas está dificultando la vida de la población local, que no puede permitirse vivir en su propia isla porque los apartamentos turísticos hacen subir los precios. Los turistas llenan las playas y sobrecargan los servicios públicos en verano 

Unos 20.000 manifestantes participaron en la protesta, según la Policía. 

Demandas de una población sobrepasada por el turismo  

Uno de los principales pedidos de los activistas es que se restrinja la compra de vivienda únicamente para los residentes permanentes de la isla. 

Con respecto alza de los precios de la vivienda en las islas, Femenia declaró:

Queremos cortar el turismo de masas y prohibir a los no residentes comprar casas que sólo se usan unos meses al año o para especular

Por su parte, Olga Miralles, residente en Mallorca dese hace más de 25 años, declaró a RFI que: "Los manifestantes que estamos aquí no estamos en contra del turismo. Protestamos contra el turismo de masas. El alojamiento para la población local se ha vuelto prácticamente inasequible. Tenemos incluso problemas con las restricciones de agua porque no hay agua suficiente para todos"

Las protestas fueron citadas por 80 organizaciones y grupos sociales que exigen que se impongan límites desde el Gobierno en las Baleares, cuyas principales islas son Mallorca, Menorca e Ibiza y en las que el turismo genera el 45% del producto interior bruto, según datos de Exceltur, organización del sector. 

Alto al turismo masivo: una voz que se oye en toda España

Las manifestaciones en las Islas Baleares se unen a otras protestas que se han realizado en el último año en varios de los puertos turísticos de España

El pasado 9 de julio, manifestantes en Barcelona, una de las ciudades más visitadas del país, decidieron rociar a turistas con pistolas de agua como parte de una manifestación simbólica contra el turismo de masas.

Otras colectivos han alzado su voz en ciudades como Málaga o Tenerife pidiendo restricciones en el número de personas que puede ingresar a las playas y limitaciones en la compra de vivienda en el centro de las urbes. 

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Si bien en los últimos años algunos gobiernos locales españoles han impuesto limitantes en el número de plazas hoteleras y en restringir el número de barcos cruceros que pueden atracar en un puerto por día, las comunidades no se muestran para nada satisfechas con los resultados de estas políticas. 

Para los próximos meses se esperan nuevas movilizaciones en las Islas Baleares. Los colectivos Canviem el Rumb Eivissa y Formentera han anunciado una manifestación en la mayor de las Islas Pitiüsses, en donde se encuentra Ibiza, para el Día del Turista, el 27 de septiembre.

Además, aseguran estar en conversaciones con Mallorca y Menorca para que se hagan protestas de forma simultánea.

El año pasado, el número de turistas internacionales que visitaron las Islas Baleares creció en más de un millón con respecto a 2022. La región recibió alrededor de 14,4 millones de turistas residentes en el extranjero en 2023.

Con Reuters, EFE, RFI y diarios locales.