Tras la llegada del fenómeno de El Niño, las intensas lluvias que sacuden el centro y el sur de Chile desde la semana pasada han dejado dos muertos, cuatro personas desaparecidas y más de 13.000 damnificados, según el último balance del gobierno el martes.

El sistema frontal más fuerte desde 1993 sigue afectando a varias regiones de Chile. Desde el jueves, las fuertes lluvias que cayeron provocaron desbordes de múltiples ríos en el centro y el sur del país, causando importantes inundaciones y obligando la evacuación de miles de personas.

El martes 27 de junio, el Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred) entregó su último balance oficial: dos personas fallecieron, cuatro siguen desaparecidas, y 13.379 han sido afectadas por las lluvias.

También informó de que 12.314 personas habían quedado aisladas, y otras 1.632 habían sido albergadas. Se registraron por el momento 1.488 viviendas destruidas, 1.127 con daño mayor y 2.157 con daño menor en las regiones con mayor impacto del evento meteorológico.

En este inicio del invierno austral, estas lluvias habrían sido provocadas por las inusualmente altas temperaturas en las cimas de Los Andes, donde habitualmente cae nieve. Esto provocó una fuerte erosión de los cerros y un rápido aumento de los caudales de los ríos.

Según los científicos, esas abundantes precipitaciones serían consecuencia de los efectos del fenómeno de El Niño y agravadas por el cambio climático.

Las operaciones de rescate siguen

Las carreteras cortadas y las graves inundaciones han obligado a las autoridades a buscar y ayudar a las víctimas con helicópteros y embarcaciones. 

En la cuenta de Twitter de los Carabineros chilenos, varios videos muestran a agentes rescatando a personas atrapadas, e incluso a animales aislados.

El otro objetivo de las autoridades es el despeje de las rutas bloqueadas por la salida de los ríos fuera de sus cauces. Se reportaron también varios puentes ferroviarios dañados.

Emergencia agrícola

La región del Maule, 280 kilómetros al sur de la capital, Santiago, acumula por sí sola el 80 % de los afectados, seguida por la región del Biobío y la Región Metropolitana.

Este martes, el Gobierno declaró entonces la emergencia agrícola entre Valparaíso y la región del Biobío por la afectación a miles de hectáreas de terrenos de cultivos y la infraestructura hídrica.

"Tenemos el desafío de poner en marcha el sistema hídrico para la próxima temporada. El invierno va a volar y hay muchas zonas con infraestructuras dañadas", pidió el presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), Antonio Walker, a la salida de una reunión en Santiago con el presidente Gabriel Boric, en la que ofreció la colaboración del gremio para ayudar a los damnificados.

El mandatario chileno confirmó en sus redes sociales que el Gobierno se comprometía a trabajar “con prontitud en el restablecimiento del agua potable y energía eléctrica, y en contrarrestar los efectos nocivos de la emergencia en la ganadería, agricultura y apicultura que se realiza en la zona”.

Con EFE, Reuters y AFP