Tras los anuncios del nuevo presidente estadounidense, Donald Trump, sobre su nueva política de deportaciones masivas, el Gobierno mexicano ha presentado un plan para atender las necesidades de los connacionales que regresen al país, además de a los extranjeros que se encuentran varados en la frontera tras la eliminación de la aplicación CBP One. Algunos, dudan de la estrategia mexicana
México alista su frontera norte ante las preocupantes amenazas de Donald Trump. Desde su investidura el pasado 20 de enero, el republicano ha firmado más de 40 decretos ejecutivos para moldear, desde el día uno, el nuevo rostro de la Casa Blanca en los próximos cuatro años, apuntándole a la migración como uno de sus objetivos principales.
Aunque los números de deportaciones no han aumentado de manera alarmante, manteniéndose en el promedio del año pasado, la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, expresó en numerosas ocasiones que su Gobierno tenían "un plan" para enfrentar una posible oleada masiva de personas migrantes retornadas al país latinoamericano.
Esta semana, se conoció la composición de la estrategia mexicana para afrontar la posible debacle humanitaria que podría originar el magnate neoyorquino en la frontera. "México te abraza", es el nombre de la campaña nacional implementada por el Gobierno de la presidenta izquierdista para recibir a los posibles connacionales deportados en las próximas semanas.
El pasado 20 de enero, horas antes de la investidura de Trump, la ministra de Interior mexicana, Rosa Icela Rodríguez, reveló que el Gobierno de Sheinbaum llevaba meses diseñando el esquema de acción para recibir a las personas deportadas, además de detallar que más de 30 ramas del Estado serán partícipes en las acciones a implementarse en la frontera durante los próximos meses.
"Estamos preparados para recibirles a este lado de la frontera (…) La repatriación es una oportunidad para volver a casa y reunirse con la familia", dijo Rodríguez durante la presentación del plan.
Aunque Sheinbaum se ha mostrado en contra de las promesas de deportaciones masivas realizadas por el mandatario estadounidense, mencionando que se trata de una decisión "unilateral", el contexto de urgencia ha obligado a la administración de la izquierdista a diseñar un marco de acción que pueda ofrecer asistencia a los miles de posibles repatriados.
El plan también ofrece ayuda a la comunidad migrante extranjera al borde de la frontera mexicana que se ha quedado sin un futuro previsible tras la eliminación de la app CBP One, con la que esperaban organizar una cita con autoridades migratorias estadounidenses para formalizar su entrada en el país.
Albergues, tarjetas del Bienestar y trabajos temporales
Según fue descrito en su presentación, "México te abraza" es una estrategia nacional que beneficiará principalmente a los mexicanos que sean deportados en medio de las nuevas políticas migratorias hostiles emprendidas por la segunda administración trumpista.
México es el país que más connacionales tiene viviendo en situación migratoria irregular en Estados Unidos, con más de 4 millones de personas, de acuerdo con estimados del Pew Research Institute de 2022.
Para ellos, el Gobierno mexicano se ha comprometido a establecer una aplicación conectada con el Centro de Información y Asistencia a Personas Mexicanas para que, a su regreso, las personas repatriadas puedan conocer los siguientes pasos para su reasentamiento en territorio mexicano.
Además, los migrantes deportados serían beneficiarios de la 'Tarjeta del Bienestar Paisano', una especie de tarjeta bancaria con un saldo de 2.000 pesos mexicanos – alrededor de 100 dólares – para cubrir los traslados que necesiten en caso de querer regresar a sus comunidades de origen.
También contarían con asistencia para ser afiliados al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), por razones humanitarias y de solidaridad, además de a numerosos programas sociales, convertidos en emblemas del oficialismo.
"Aquí, los repatriados tendrán acceso a servicios básicos como camas, alimentos, sanitarios y atención médica. El mensaje es claro: México está preparado para recibirlos con los brazos abiertos porque esta es su patria", sentenció Heriberto Cantú, director regional de los Programas del Bienestar.
Sobre los planes de infraestructura para recibir a los migrantes, Sheinbaum anunció la construcción de nueve albergues nuevos para la comunidad migrante mexicana en localidades como Tijuana, Matamoros y Ciudad Juárez – todas fronterizas con Estados Unidos –, además de instruir a las autoridades que tres de los centros ya existentes en la zona tengan como prioridad atender a las personas extranjeras cuyas citas en CBP One hayan sido canceladas.
Sobre la comunidad migrante extranjera, el Gobierno mexicano se ha comprometido a salvaguardar su bienestar en los albergues migratorios hasta que "tomen sus decisiones de vida", además de asegurarles conexiones laborales – mayoritariamente en la industria maquiladora – para que obtengan trabajos temporales y puedan regularizar su estadía en México.
Para los retornados, Sheinbaum también anunció la creación de 35.000 nuevos empleos para los mexicanos que sean deportados, en colaboración con el sector empresarial mexicano que busca aprovechar el regreso de miles de trabajadores para localizarlos en la manufactura, la prestación de servicios, la minería o la construcción.
"Programas que pueden tener las mejores intenciones, pero se quedan absolutamente cortos"
Aunque el ambicioso plan humanitario del Gobierno mexicano interesa dentro de la comunidad migrante, y las organizaciones de la sociedad civil que velan por los derechos de los mismos, algunas voces no están convencidas de la factibilidad en los nuevos programas ofrecidos por el oficialismo.
Por un lado, la relocalización de migrantes a sus comunidades de origen es aún, un tema delicado. Alejado del sentimentalismo nacionalista sobre regresar a sus hogares, muchos de las personas migrantes que podrían ser repatriadas en los próximos meses salieron de sus comunidades de origen por temores arraigados en la inseguridad, o buscando mejores oportunidades de vida debido a la tambaleante economía local.
En su regreso, los factores de riesgo que los empujaron a salir de sus hogares, pueden seguir presentes en la actualidad.
"El regreso de Donald Trump vuelve a encontrar a México desprevenido para enfrentar estos escenarios (…) No podemos seguir respondiendo a las emergencias con programas que pueden tener las mejores intenciones pero se quedan absolutamente cortos", declaró Sergio Luna, miembro de la Red de Seguimiento de las Organizaciones de Defensa de los Migrantes, para el diario estadounidense 'The New York Times'.
Además, la súbita entrada de miles de mexicanos retornados al país latinoamericano podría colapsar los sistemas de acogida en decenas de ciudades fronterizas. José María Garcia, director del albergue 'Movimiento 2000′ ubicado en Tijuana, alerta sobre está posibilidad, remarcando que, de nuevo, el Gobierno mexicano no está preparado para lo que viene.
"Las deportaciones masivas en Estados Unidos y la llegada de miles de migrantes del sur podrían desbordar la ciudad de Tijuana y otras ciudades fronterizas, creando una crisis", dijo Garcia.
A pesar de las promesas desde Palacio Nacional sobre un plan de protección a las personas que sean expulsadas de Estados Unidos, la preocupación sigue inundando las mentes de la comunidad migrante en el gigante norteamericano, y con el miedo en aumento sobre si sus nuevos hogares se vendrán abajo en el futuro próximo.
Con AP, Reuters y medios locales