Inició este lunes 3 de febrero el juicio en la Audiencia Nacional contra el expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, y tres ex altos cargos de la organización por el beso no consentido de Rubiales a la futbolista Jenni Hermoso, un caso investigado como presunta agresión sexual. La deportista rechazó la versión del exdirectivo de haberle preguntado antes de besarla y remarcó que no tuvo tiempo de reaccionar.
La campeona del mundo de fútbol femenino española, Jenni Hermoso, se enfrentó este lunes 3 de febrero al exjefe de la federación de fútbol de su país, Luis Rubiales, en la apertura del juicio en Madrid por el beso no consensuado, ocurrido en la final de la Copa Mundial Femenina, en Australia, en 2023.
“Me estaba besando mi jefe y eso no debe ocurrir”
En su intervención, Hermoso declaró que no estuvo de acuerdo con el beso que desencadenó una reacción nacional contra el sexismo en el deporte.
“No pude reaccionar. Me estaba besando mi jefe y esto no debe ocurrir. Me sentí poco respetada”, aseveró la deportista en la audiencia.
Cuando un fiscal del Tribunal Superior de Justicia de España le preguntó a la deportista si había aceptado el beso, Hermoso respondió: "Nunca".
"No escuché ni entendí nada (…) Lo siguiente que hizo fue agarrarme de las orejas y besarme en la boca (…) Me sentí irrespetada", aseveró Hermoso, mientras respondía preguntas durante más de dos horas.
Interrogada por la defensa sobre un video en el vestuario en el que parece decir "está bien" cuando se le pregunta qué le dijo a Rubiales en ese momento, Hermoso contestó que también había explicado que no le gustó.
El escándalo eclipsó la primera victoria de España en la Copa Mundial Femenina y se convirtió en un punto de inflexión para los esfuerzos de las jugadoras del país por exponer el sexismo y lograr la igualdad con sus homólogos masculinos.
"Todo esto significó que no pude disfrutar en absoluto de ser campeona del mundo después de aterrizar de regreso en Madrid", detalló Hermoso, quien juega para un club mexicano y también para la selección nacional de su país.
Continuando con su declaración en la audiencia, Hermoso señaló que se dio cuenta de la magnitud del escándalo durante el vuelo de regreso a España, cuando notó movimiento en la sección de la clase ejecutiva en la que estaban con gente apiñada alrededor del asiento de Rubiales y sus hijas llorando.
En un momento, aseguró la deportista, fue al baño y se encontró con Rubiales, quien le pidió que grabara un video con él porque lo estaban acusando en las redes sociales de agresión. "Le dije que no, que no iba a hacer nada, que yo no era la causa de esto", remarcó la mujer al tribunal.
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La versión hasta ahora conocida de Luis Rubiales
Rubiales, de 47 años, ha declarado previamente que presuntamente preguntó a Hermoso si estaba de acuerdo con darle el beso. La jugadora insiste en que ni siquiera tuvo tiempo de reaccionar.
El expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) está acusado de agresión sexual y de intentar obligar a Hermoso, con la ayuda de otros tres ex altos cargos de la organización, a declarar que el beso había sido consentido.
Según Jenni Hermoso, lapresión de Rubiales y la RFEF para desactivar el escándalo comenzó casi de inmediato. La futbolista contó cómo la llevaron a un lado y le pidieron que diera su consentimiento para una declaración que minimizara el incidente, a lo que, insistió, ella se negó.
Rubiales y sus coacusados -el ex entrenador de la selección nacional femenina Jorge Vilda, el ex director deportivo de la Federación Española de Fútbol (RFEF) Albert Luque y el ex jefe de marketing de la RFEF Rubén Rivera- testificarán en el juicio a partir del próximo 12 de febrero.
La Fiscalía pide dos años y medio de prisión para Rubiales. Sin embargo, al no tener antecedentes judiciales, en caso de ser declarados culpables, ninguno de los acusados entraría en prisión, destacó la corresponsal de France 24 en Madrid, Marina Colorado.
El escándalo causó una huelga de las compañeras de equipo de Hermoso y vio rodar varias cabezas en la federación. Rubiales y su mano derecha y sucesor fueron destituidos. Además, una mujer fue nombrada por primera vez para entrenar al equipo femenino de España.
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Con Reuters y EFE