Los ataques israelíes en el norte del enclave suman al menos 88 personas asesinadas a los más de 43 000 muertos desde el inicio de la ofensiva del Gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu hace más de 13 meses. Mientras tanto, la situación humanitaria se vuelve cada vez más devastadora, según organizaciones humanitarias y testimonios emergentes del enclave. Ayer, las esperanzas de cese al fuego se desvanecieron cuando Estados Unidos, aliado de Israel, vetó nuevamente una resolución en la ONU.

Este jueves por la madrugada (hora local), una serie de ataques del ejército de Israel ha matado a 88 personas en Gaza, incluidas mujeres y niños que fueron atacados mientras dormían.

De las 88 víctimas, al menos 66 murieron en una zona de la ciudad de Beit Lahiya donde residían civiles, según funcionarios de la salud en Gaza. El director del hospital Kamal Adwan, situado cerca de la zona bombardeada, declaró a la agencia de noticias AFP que continúa el proceso de búsqueda y extracción de cuerpos entre los escombros. Añadió que "los cuerpos llegaban al hospital en pedazos".  

"No hay ambulancias, el sistema de salud ha colapsado en el norte de Gaza", añadió Abu Safiya.

Paralelamente, al menos 22 personas, entre ellas 10 niños, fueron asesinadas en un bombardeo en el barrio Sheikh Radwan, en la ciudad de Gaza, según el portavoz de la defensa civil del enclave.  

"Podemos confirmar que 22 mártires fueron trasladados (al hospital) después de que un ataque alcanzara una casa en el barrio Sheikh Radwan de la ciudad de Gaza", informó el portavoz Mahmud Bassal.

Desde hace seis semanas, Israel lanzó una operación militar de gran envergadura en el norte de Gaza alegando que busca impedir que combatientes de Hamás se reorganicen en la zona. Sin embargo, según las autoridades del enclave y organizaciones humanitarias, la operación militar, que incluye un asedio total -impidiendo la entrada o salida de personas y ayuda humanitaria – y bombardeos, ha matado a más de 1 000 personas, en su mayoría civiles, cifra que Naciones Unidas considera creíble.

Los ataques israelíes del jueves por la noche ocurrieron tras el veto de Estados Unidos a una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que pedía un alto el fuego y la liberación de los rehenes. En la instancia de 15 miembros, 14 votaron a favor de la resolución, excepto Estados Unidos.

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Joe Biden pierde su última oportunidad para poner fin a la guerra

Esta es la cuarta vez que la administración del presidente demócrata Joe Biden vota en contra de una resolución similar desde que comenzó la guerra en octubre de 2023, confirmando su apoyo incondicional a Israel, pero también su postura fija sobre la guerra en Gaza.

El texto, preparado por los diez miembros electos del Consejo, exigía "un cese al fuego inmediato, incondicional y permanente que debe ser respetado por todas las partes" y "la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes". Pese a ello, Robert Wood, embajador adjunto de Estados Unidos en la ONU, justificó el veto de su país diciendo: "Dejamos claro durante las negociaciones que no podíamos apoyar un cese al fuego incondicional que no garantizara la liberación de los rehenes".

“La decisión de Estados Unidos de ejercer su [derecho de] veto por cuarta vez anima a Israel a continuar sus crímenes contra civiles inocentes en Palestina y en Líbano”, reaccionó la Autoridad Palestina en un comunicado. 

La obstinación estadounidense, para muchos injustificada, exasperó a los diplomáticos. "Esta guerra representa todo lo que la Carta de la ONU condena", subrayó la embajadora adjunta de Eslovenia, Ondina Blokar Drobic. "Lamentamos profundamente que se haya emitido el veto".

Ante el estancamiento del conflicto, el jefe de gobierno esloveno, Robert Golub, había solicitado en septiembre que sus diplomáticos comenzaran nuevas negociaciones para un cese al fuego desde Nueva York. Los diez miembros electos del Consejo llevaron adelante el proyecto.

"Los negociadores estadounidenses siempre priorizaron la cuestión de los rehenes y luego la de Hamás", relató uno de los diplomáticos implicados, citado por el diario francés 'Le Monde'. "Pero tras la muerte de casi 45 000 palestinos, es muy difícil centrarse únicamente en Hamás. La pregunta también era sobre el otro lado: ¿qué ocurre con todos estos palestinos que mueren cada día bajo carpas?".

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Con el estancamiento internacional continúa el martirio de los gazatíes

"Estados Unidos respalda de facto los crímenes de lesa humanidad de Israel", denunció Louis Charbonneau, de Human Rights Watch.

Los negociadores esperaban que la transición actual sería una oportunidad para que la Administración Biden suavizara su postura antes de la llegada de la administración Trump, absolutamente proisraelí. Sin embargo, esas esperanzas se desvanecieron rápidamente cuando los estadounidenses vetaron la resolución, lo que irritó incluso a sus aliados más cercanos, Reino Unido y Francia.

Mientras las negociaciones internacionales no avanzan y el derecho internacional parece paralizado, los civiles en Gaza continúan pagando un precio inimaginable, especialmente en el norte de la Franja. Además de los bombardeos y ataques, la situación humanitaria, agravada por la llegada del invierno, es devastadora.

El Consejo Noruego para Refugiados advirtió que más de un millón de palestinos en Gaza no tienen refugio adecuado para los próximos meses. 

Pero lo más crítico es la provisión de alimentos. En algunas zonas del territorio la hambruna está al borde de comenzar, mientras la entrada de camiones de ayuda ha sido obstaculizada por las autoridades israelíes y, más recientemente, por bandas criminales que operan en áreas bajo control israelí, según informes de la ONU.

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AFP, Reuters, ONU