Marco Rubio, el primer secretario de Estado latino en la historia de Estados Unidos viajará a Centroamérica y El Caribe en su gira inicial en el cargo. Según la portavoz del departamento, Tammy Bruce, Rubio visitará Guatemala, El Salvador, Costa Rica, República Dominicana, y Panamá. Este último entró en tensión con Washington luego de que Trump afirmara que quiere retomar el control del Canal de Panamá.
El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, iniciará su primer viaje oficial al exterior la próxima semana o en los primeros días de febrero a Centroamérica y El Caribe, incluida una escala en Panamá, país al que el presidente Donald Trump ha irritado con sus rumores de intentar recuperar el Canal interoceánico.
Rubio, un exsenador republicano del estado de Florida e hijo de inmigrantes cubanos, también visitará El Salvador, Guatemala, Costa Rica y República Dominicana, dijo el jueves la portavoz del departamento, Tammy Bruce.
La portavoz afirmó que este viaje “debería ser una señal para los estadounidenses y para aquellos que también dijeron que el lema ‘Estados Unidos primero’ era un argumento aislacionista. Es lo contrario”.
La confirmación de Rubio esta semana como el primer secretario de Estado latino ha sido seguida de cerca en todo el hemisferio por gobiernos intrigados por su ascenso y ansiosos de ganar más atención de los funcionarios estadounidenses, especialmente de su principal diplomático con una conexión personal con la región y una larga historia de crítica pública hacia los gobiernos alineados a la izquierda.
América Latina es importante para los planes de Donald Trump en EE. UU.
Donald Trump ha prometido desde campaña “la mayor deportación de la historia” y para lograrlo necesita a América Latina, lugar de donde provienen la mayoría de migrantes irregulares que serían deportados.
“Ellos nos necesitan mucho más de lo que nosotros a ellos”. Este comentario de Trump sobre América Latina, que se volvió viral en redes mientras firmaba sus primeros decretos en la Casa Blanca, parece no ser tan cierto.
La misma portavoz del Departamento de Estado, organismo que se encarga de la política exterior estadounidense, reconoció que el viaje de Marco Rubio a América Latina y El Caribe busca facilitar la implementación de las promesas de Trump en seguridad y migración.
"Este es un enfoque serio por parte del secretario para abordar los problemas que afectan directamente nuestra capacidad de lograr que esta nación se recupere y para abordar el motivo por el cual hay una migración tan alta", dijo Bruce a la prensa.
Guatemala y El Salvador podrían recibir a gran parte de los migrantes deportados de EE. UU.
Aunque todavía no se ha publicado la planificación de la gira de Rubio, es evidente que sus paradas en Centroamérica, especialmente en Guatemala y El Salvador, se centren en establecer acuerdos formales con esos países para recibir de regreso a los ciudadanos deportados de los EE. UU.
Justamente estos dos gobiernos latinoamericanos han señalado que están abiertos a establecer nuevos acuerdos.
La Cancillería del Gobierno guatemalteco que preside Bernardo Arévalo estima que hay alrededor de tres millones de guatemaltecos indocumentados en Estados Unidos.
En el caso de El Salvador, más del 20% del total de migrantes indocumentados en Estados Unidos son salvadoreños, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
El presidente de ese país centroamericano, Nayib Bukele, podría ser una alfil clave para Trump gracias a que su sistema penitenciario podría recibir a algunos migrantes irregulares deportados que pertenezcan a organizaciones criminales como el Tren de Aragua, ahora designado grupo terrorista por Trump.
El asesor de seguridad nacional Mike Waltz dijo el domingo en entrevista a un medio local que la administración Trump perseguirá especialmente a las bandas criminales MS-13, que tenía fuerte presencia en El Salvador, y al Tren de Aragua, de origen venezolano.
Sin embargo, Venezuela no aceptará deportados que sean miembros del Tren de Aragua, y Waltz dijo que la administración Trump está negociando con terceros países para admitirlos.
Panamá, la histórica joya de la corona de Estados Unidos
Aunque la migración ocupará un lugar destacado en la agenda de Rubio, la escala en Panamá probablemente atraerá la mayor atención debido a los reiterados llamados de Trump para que Estados Unidos retome el control del Canal de Panamá.
Trump ha acusado a Panamá de incumplir los compromisos para la operación del canal asumidos con el entonces presidente Jimmy Carter en 1977 cuando Estados Unidos cedió el control de la vital vía fluvial en lo que se conoce como los Tratados Torrijos-Carter.
Trump se ha quejado a menudo de que China supuestamente se ha apoderado de las operaciones del canal, acusaciones que han sido negadas por los funcionarios panameños. La amenaza de Trump ha irritado a los panameños y ha reavivado viejas heridas.
Entre el 20 de diciembre de 1989 y el 3 de enero de 1990, Estados Unidos invadió Panamá con el objetivo de derrocar al general Manuel Antonio Noriega, quien era acusado de tráfico de drogas y crimen organizado. La operación se llamó “Operación Causa Justa”.
Con AP y medios locales