Si había un equipo que no quería enfrentar Carlo Ancelotti cuando supo que debía jugarse su suerte en Champions League en los playoffs, ese era el Manchester City. Y si hay un favorito para Pep Guardiola, independientemente de las tribulaciones que está atravesando esta temporada, es el Real Madrid. Los últimos dos dueños de la 'Orejona' pagan con una final adelantada sus malas campañas.

Es una situación que ninguno de los dos imaginaba tener que atravesar. Cuando se inició el nuevo formato del máximo trofeo de clubes de Europa, tanto el campeón defensor Real Madrid como su antecesor, Manchester City, eran candidatos a meterse entre los primeros ocho, para así eludir los playoffs, esa especie de repesca para completar los octavos de final.

Hoy tanto la continuidad de Ancelotti como la Guardiola están en riesgo, a pesar de que los dos tratan de desestimar el escenario de una salida, y a pesar también de que ambos parecen gozar con la venia de las directivas.

El italiano confía en que la reelección de Florentino Pérez al frente del Madrid le dé tranquilidad hasta el final de su contrato. Y el español firmó una reciente renovación hasta 2026, con posibilidad de prórroga de un año más, pero ninguna de esas certezas los ha salvado del escrutinio de la afición, que cada vez con más frecuencia se plantea si no habrá terminado la era de los dos técnicos más exitosos de los últimos tiempos.

Es un clásico del fútbol moderno que se juega por cuarta vez consecutiva en la Champions y por séptima ocasión en los últimos 12 años, pero nunca se había dado en etapas tan tempranas, salvo la primera vez en la temporada 2012-2013, cuando un City que recién alzaba vuelo quedó ubicado en el mismo grupo de primera ronda del Real Madrid.

Tampoco había supuesto, como ahora, dos partidos adicionales en un calendario ya de por sí congestionado, porque de acuerdo con el nuevo formato, los playoffs se juegan mientras los ocho primeros de la fase de liga descansan.

Después de encarar la ida y la vuelta, Real Madrid habrá jugado cinco partidos entre Liga, Copa del Rey y Champions desde que terminó la primera ronda del torneo europeo. Y Manchester City cuatro, incluida la vergonzosa derrota 5-1 ante Arsenal, la peor goleada de la era Guardiola, y eso porque ya están eliminados de la EFL Cup inglesa.

La serie tiene, además, el morbo adicional de una reciente rivalidad fuera del terreno: la pelea por el Balón de Oro 2024, que finalmente terminó en manos de un hombre del City, Rodri, mientras Madrid cancelaba el viaje a la ceremonia de entrega en París al conocer que el ganador no sería Vinicius.

La encrucijada del líder

Real Madrid está al frente de la Liga española con apenas tres derrotas en el año, pero solo un punto lo separa del Atlético de Madrid y dos del Barcelona, luego de perder un margen que llegó a ser de siete con respecto a su archirrival blaugrana.

En la Champions, su camino ha sido un poco más tambaleante porque salvo la goleada sobre el Borussia Dortmund, ha sido emboscado por todos los grandes que se ha encontrado en el camino.

El Milan y el Liverpool lo liquidaron con comodidad, y el Lille dio la primera gran sorpresa del torneo al superarlo por la mínima diferencia, eso sin contar las dos palizas de su archirrival, Barcelona, en la Liga en el Bernabéu y en la final de la Supercopa.

Esos tres reveses bastaron para dejarlo fuera de los ocho que clasificaban directamente, y seguramente el último escenario que se cruzaba por la mente de Ancelotti era estar en apremios el año en el que por fin se concretó el fichaje de Kylian Mbappé, pero al francés le tomó más de lo esperado comenzar a mostrar su talante goleador vestido de blanco.

El descalabro de la defensa producto de las lesiones ha sido el origen de todas las penas. A la rotura de ligamento cruzado anterior de Dani Carvajal se sumó la de Eder Militao, y la lenta y tortuosa recuperación de David Alaba, que sigue sin poder volver a la cancha.

Ahora, otro central, Antonio Rüdiger, y otro lateral, Lucas Vásquez, se han unido a la lista de los infortunios y eso prolonga el sacrificio táctico de Aurélian Tchouaméni, que de extraordinario mediocentro ha pasado a convertirse en un central improvisado y el blanco de todas las críticas, y del uruguayo Federico Valverde, mediocampista devenido en lateral, con mejores resultados que el francés.

Ancelotti no reforzó la plantilla de centrales cuando un indiscutible Nacho decidió marcharse el verano pasado al fútbol saudita y se sustrajo de participar en el mercado de invierno este año. Ahora probablemente se estará preguntando si no habría sido buena idea sumar el lateral que reclamaba la ausencia de Carvajal o cualquier otro refuerzo que le sirviera para remendar su diezmada defensa.

Cuota goleadora intacta

Para fortuna del Real Madrid, la producción goleadora no ha mermado. Vinicius, inusualmente apagado en la Liga, ha estado imparable en la Champions, con cuatro partidos consecutivos anotando y siete goles en total, incluyendo el triplete contra Dortmund.

Mbappé tuvo un comienzo lento y sacrificado porque el dueño indiscutible de la banda izquierda del Madrid era Vinicius cuando él llegó desde la Ligue 1 en agosto y porque afrontó molestias musculares que también lo dejaron fuera de la selección francesa en la Liga de Naciones.

Pero ya suma 16 goles en la Liga, incluyendo el triplete contra el Valladolid, y ha anotado nueve veces este año en las cuatro competiciones que ha enfrentado el Real Madrid desde que comenzó el 2025.

De los 10 goles que ha convertido Jude Bellingham esta temporada, seis fueron en partidos consecutivos de la Liga, pero todavía sigue en deuda con la misión de tomar el timón que dejó vacante con su retiro al final de la campaña pasada la mente maestra del cuadro merengue, Toni Kroos.

Un grande en su peor momento

La situación del Manchester City es aún más angustiosa. Es quinto en la Premier League, a 15 puntos del Liverpool, y de momento, con un cupo a la Europa League del próximo año como premio de consolación, si no logra mejorar posiciones.

Su debacle comenzó apenas en la quinta jornada de la Premier League, cuando el director de orquesta imprescindible del equipo, Rodri, se rompió el ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha en el partido de ida contra el Arsenal.

Ese juego terminó 2-2, pero a partir de ese momento todo fue cuesta abajo, tanto que la vuelta cinco meses después terminó 5-1.

En el camino hubo cinco derrotas consecutivas y una racha de una sola victoria en 13 partidos, el peor periodo desde que Pep Guardiola está a cargo de los celestes, con resultados tan decepcionantes como el empate 3-3 con el Feyenoord, desperdiciando una ventaja de 3-0, o la caída ante PSG por 4-2, después de ir ganando 2-0.

Ninguna de las opciones que Guardiola ha ensayado para suplir la falta de Rodri ha funcionado. Ni Mateo Kovacic, que estuvo fuera un mes por lesión, ni Bernardo Silva, que ha tenido un preocupante bajón de rendimiento. Tampoco Ilkay Gündogan, que ahora podría ensayar una fórmula de doble pivote con el recién adquirido Nico González, pero para agravar el panorama, el español se lesionó en su partido de debut contra el Leyton Orient en la FA Cup.

Una crisis detrás de otra para el City

Guardiola ha tenido su propia crisis personal, con episodios rocambolescos como sus lamentos por el “envejecimiento” de Kevin De Bruyne -que solo ha podido hacer seis asistencias este año, luego de promediar 18 en los anteriores-, o la rueda de prensa a la que presentó con el rostro rasguñado. En su momento, bromeó con un “quiero hacerme daño” entre risas, y tuvo que terminar publicando una disculpa, explicando que nunca pretendió tomar a la ligera “al gravísimo problema de las autolesiones”.

 

No solo la creación ha perdido ideas: la defensa del City hace aguas, con 41 goles recibidos hasta la jornada 24, siete más que en toda la temporada pasada. Se marchó el capitán Kyle Walker al Milan y eso ha obligado a alinear como lateral a un mediocentro, Matheus Nunes.

Cuatro piezas importantes (el portero Ederson, y los zagueros Rúben Dias, Aké y Doku) han sufrido lesiones de las que no están completamente recuperados y los recién adquiridos centrales Abdukorir Khusanov y Vitor Reis llegaron con la mira puesta en el futuro porque el mayor de ellos apenas tiene 20 años.

A diferencia del Madrid, el City no ha escatimado en gastos. Renovó hasta 2034 a su goleador Erling Haaland e invirtió 212 millones de euros en el mercado de invierno, más que cualquier otro club del mundo, con el segundo fichaje más caro de esa ventana, los 75 millones pagados por el delantero egipcio Omar Marmoush.

Son movimientos osados, si se piensa que el cuadro ciudadano está a la espera de la decisión en torno a las 115 violaciones detectadas a las normas financieras de la Premier League, y esta podría ir desde multas y deducción de puntos, hasta pérdida de títulos e incluso de la categoría.