En el marco de la reapertura de la catedral de Notre-Dame, Emmanuel Macron organizó una reunión trilateral con Volodímir Zelenski y Donald Trump, un diálogo con la guerra en Ucrania en ekl centro. La cita estuvo marcada por las preocupaciones europeas por un posible corte en la asistencia estadounidense a Kiev cuando Trump regrese a la Casa Blanca.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, busca perfilarse como mediador europeo en vísperas del regreso del republicano Donald Trump a la Casa Blanca.
Horas antes de que la ceremonia de reapertura de la catedral de Notre-Dame en París diera comienzo, el presidente francés, Emmanuel Macron, fue el anfitrión de una corta pero importante reunión con su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski, y el presidente electo estadounidense, Donald Trump.
Según la oficina presidencial francesa, Macron fue quien ideó la reunión a pocos minutos de que Trump aterrizara en París. Zelenski llegó unos 45 minutos después de que el mandatario francés recibiera al próximo presidente estadounidense en el Palacio de Eliseo, en donde la reunión entre los tres fue albergada.
En su primera reacción tras la reunión, Zelenski reveló que las conversaciones fueron "buenas y productivas", agradeciendo a Trump y revelando que los tres políticos continuarían trabajando juntos en meses venideros.
"El presidente Trump es, como siempre, resolutivo. Le doy las gracias", escribió Zelenski en su perfil de X, acompañado de una fotografía con Trump y Macron.
La reunión entre Zelenski, Trump y Macron se da en un contexto de preocupación europea por el posible volantazo en la política exterior estadounidense tras la llegada del republicano a la Casa Blanca el 20 de enero. En campaña, Trump fue sumamente crítico de la asistencia militar de la Administración Biden a Kiev, además de mencionar que terminaría con el conflicto rápidamente, aunque no ha revelado el cómo.
La postura trumpista preocupa en Ucrania, que teme por ver una reducción significativa en la asistencia militar estadounidense que obligue a Kiev a entrar en una ronda de negociaciones desiguales con Moscú que resulten con una laceración del territorio ucraniano actualmente ocupado por las tropas rusas.
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Los intentos de Macron por regresar a la mediación entre Trump y Europa
La presencia de Donald Trump en los actos de reapertura de la catedral de Notre-Dame representa el primer viaje transcontinental que realiza el republicano después de resultar electo como presidente el pasado 5 de noviembre.
Macron, un férreo defensor de la OTAN y uno de los líderes europeos más insistentes con la asistencia a Kiev, protagoniza un intento más por volver a ser la figura mediadora en el Viejo Continente que pueda acercar a Trump con las posiciones más occidentales y convencerlo de mantener su apoyo a la causa ucraniana.
En su llegada al Palacio del Eliseo, Trump mencionó que su relación con Macron había gozado de un "gran éxito" durante su primera Administración, avisando que estaba preparado para retomar su postura en su regreso a la Presidencia estadounidense.
"Y ciertamente parece que el mundo se está volviendo un poco loco en estos momentos. Y hablaremos de eso", mencionó Trump a los reporteros en su llegada a la sede presidencial francesa, momentos antes de encontrarse con Macron.
Desde el inicio de la guerra en Ucrania, el presidente francés ha sido uno de los líderes que más ha intentado ostentar el papel de mediador para darle un cierre político al conflicto. En los primeros meses del conflicto, Macron sostenía reuniones periódicas con el presidente ruso, Vladímir Putin, para convencerlo de detener la agresión contra suelo ucraniano.
La reunión trilateral, que Macron dijo tuvo por objetivo "proseguir nuestros esfuerzos conjuntos en pro de la paz y la seguridad", es el intento más reciente del francés por reanimar su vocación diplomática sobre Ucrania.
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Los altibajos en la relación entre Macron y Trump
Emmanuel Macron y Donald Trump subieron a lo más alto del panorama político internacional de manera simultanea, desde entonces protagonizando una relación bilateral marcada por las necesidades compartidas entre Washington y París, pero también por sus diferencias políticas.
En 2017, Trump hizo una de sus primeras visitas de Estado al ser invitado por el mandatario francés al desfile del Día de la Bastilla. Un año después, el estadounidense fue el anfitrión de una cena con Macron en la Casa Blanca.
A pesar de la relativa estabilidad en los primeros momentos de sus Administraciones, el tono crítico de Trump con la OTAN y las presiones a Europa por aumentar su presupuesto militar fueron mermando el lazo político entre ambas figuras, cerrando la primera Administración trumpista con más aberración que amistad entre los dos.
Sin embargo, el francés busca recomponer el camino en el regreso de Trump. Macron fue uno de los primeros presidentes en felicitar al magnate neoyorquino por su victoria electoral.
"Que Trump venga a París es un 'buen golpe' de Emmanuel Macron. Es indispensable tener una relación directa con el único hombre que cuenta en la Administración Trump, el propio Trump", dijo Gerard Araud, antiguo embajador de Francia en Estados Unidos, para la agencia Reuters.
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Con EFE, Reuters y medios locales