El presidente francés, Emmanuel Macron, anunció este martes un "nuevo renacimiento" del Louvre, que incluye una renovación multimillonaria que se financiará con un aumento de los precios de las entradas para los visitantes no pertenecientes a la Unión Europea. Entre los cambios clave estará la creación de una nueva entrada y un espacio dedicado a la famosa pintura de la Mona Lisa.
El mandatario francés, Emmanuel Macron, visitó este 28 de enero el Museo del Louvre de París y anunció el desarrollo de una serie de planes para lo que será una "nueva gran entrada", al tiempo que dio detalles del esquema que será empleado para modernizar el museo más visitado del mundo.
En un discurso frente a la Mona Lisa, Macron dijo que el nuevo acceso ayudará a descongestionar la entrada de la Pirámide, que fue diseñada para un máximo de cuatro millones de visitantes al año, pero que hoy recibe hasta nueve millones.
El presidente añadió que la Mona Lisa será trasladada a un nuevo lugar de exposición donde será "accesible independientemente del resto del museo", al contar con su propio pase directo y señaló que las obras serán financiadas íntegramente con recursos propios del museo.
El anuncio de Macron se produjo días después de que el director del museo emitiera una advertencia sobre las malas condiciones para los visitantes y el deterioro de algunos artefactos clave en este monumento parisino.
Sede de los reyes franceses hasta que Luis XIV la abandonó para mudarse a Versalles a finales del siglo XVII, el Louvre figura regularmente como el museo más visitado a nivel global y alberga obras maestras como la Mona Lisa de Leonardo da Vinci y la escultura de mármol griega conocida como Venus de Milo.
"El Louvre es un símbolo de Francia, es un motivo de orgullo para los franceses", declaró a la AFP un colaborador de Macron. "Sería un error permanecer sordos y ciegos ante los riesgos que corre el museo hoy en día".
La medida fue anunciada después de que se supiera esta semana que Laurence des Cars, la primera mujer al frente del monumento francés, había escrito un memorando sobre sus preocupaciones a la ministra de Cultura, Rachida Dati, a principios de este mes.
La alta funcionaria alertó sobre la proliferación de daños en varios de los espacios del museo, que describió en un estado de "muy malas condiciones”, sobre lo que argumentó que puede poner en riesgo la conservación de las obras de arte.
A pesar de los problemas presupuestarios del Gobierno francés y el cierre inminente del museo Pompidou por renovaciones, des Cars dijo que el Louvre necesitaba una revisión que probablemente sería costosa y técnicamente complicada.
Un total de 8,7 millones de personas visitaron sus famosas galerías el año pasado, aproximadamente el doble del número para el que fue diseñado, ante ello, Des Cars expresó su preocupación por la calidad de la experiencia del usuario.
Un panorama empañado por las quejas
Los turistas se han quejado durante mucho tiempo por las extensas filas para ver a la Mona Lisa, que es la atracción más popular del museo y que se exhibe en su sala más grande.
El memorando emitido para abordar este tema subrayó la necesidad de "reevaluar" cómo se presenta al público la obra maestra de Leonardo da Vinci, y en referencia a ello Des Cars dijo el año pasado que necesitaba contar con su propia sala.
Desde que asumió la dirección de la institución en 2021, Des Cars ha denunciado públicamente que el museo está llegando a un "punto de saturación" y justo una de sus primeras medidas importantes fue la de imponer un límite de 30.000 visitantes por día y ampliar el horario de apertura. También ha respaldado la idea de crear una segunda entrada principal además de la pirámide para "regar" el resto del museo.
Artículo adaptado de su original en inglés