Cientos de dispositivos electrónicos utilizados por miembros de Hezbolá explotaron casi simultáneamente el martes hacia las 15.30 hora local, matando al menos a 12 personas, entre ellas dos niños, e hiriendo a hasta 2.800 personas en Líbano y Siria, según el ministro libanés de Sanidad, Firass Abiad. El miércoles detonaron más artefactos de comunicación, como 'walkie-talkies', en el sur del Líbano y en los suburbios del sur de Beirut, matando al menos a 20 personas e hiriendo a cientos.

Las explosiones mortales del martes, que se concentraron en bastiones de Hezbolá, incluidos los suburbios del sur de Beirut, se produjeron mientras los dirigentes israelíes advertían de nuevo de la ampliación de las operaciones contra el grupo chiíta libanés Hezbolá, aliado de Hamás, al otro lado de la frontera con Líbano. Israel comenzó a desplazar tropas a la frontera como medida de precaución el miércoles, informó la agencia de noticias AP citando a un funcionario israelí.

Hezbolá culpó del ataque masivo a Israel, con quien ha intercambiado fuego casi a diario poco después del inicio de la guerra en Gaza, y prometió venganza.

Durante una visita al hospital el miércoles, el ministro libanés de Sanidad, Firass Abiad, explicó que muchos de los heridos sufrieron "graves heridas en los ojos", mientras que otros fueron amputados. Aún no está claro cuántas de las víctimas estaban vinculadas con el grupo militante chií.

Los heridos fueron enviados a varios hospitales del Líbano para evitar el hacinamiento, indicó Abiad al añadir que Turquía, Irak, Irán, Siria y Egipto se ofrecieron a ayudar a tratar a los pacientes.

El jefe de Derechos Humanos de la ONU, Volker Turk, declaró el miércoles que los responsables de las explosiones están violando la ley y deben rendir cuentas.

"Atacar simultáneamente a miles de personas, ya sean civiles o miembros de grupos armados, sin saber quién estaba en posesión de los artefactos atacados viola el Derecho Internacional de los derechos humanos», afirmó.

Esto es lo que se sabe hasta el momento:

  • Ataque a distancia

Aunque Israel se ha negado hasta ahora a hacer comentarios, un funcionario estadounidense, en calidad de anonimato, expresó que Washington fue informado tras el ataque remoto del martes.

Una alta fuente de seguridad libanesa declaró a AP que se presume que la agencia de inteligencia israelí Mossad colocó explosivos en el interior de miles de dispositivos electrónicos importados por Hezbolá meses antes de la mortífera oleada de detonaciones.

El grupo libanés respaldado por Irán utiliza estos dispositivos de baja tecnología en lugar de teléfonos móviles para evitar el seguimiento de su ubicación y las escuchas de Israel.

Un funcionario de Hezbolá dijo a AP que los dispositivos electrónicos que explotaron eran de una nueva marca que el grupo no había utilizado antes, pero no detalló el nombre del proveedor.

Hezbolá calificó las explosiones del martes como su mayor fallo de seguridad y pidió a sus miembros que se deshicieran de sus localizadores poco después de que detonaran, según el Washington Post.

Los muertos y heridos por las explosiones se suman a la creciente lista de bajas de Hezbolá en su lucha contra Israel. El grupo ha perdido a varios altos mandos en ataques selectivos llevados a cabo por el Ejército israelí en los últimos meses.

  • La empresa taiwanesa Gold Apollo

Los dispositivos electrónicos de localización que explotaron pertenecían a Gold Apollo, un pequeño fabricante taiwanés especializado en dispositivos de comunicación inalámbricos, con sede en la ciudad de Nuevo Taipéi.

A pesar de que circularon por internet imágenes en las que se veían el nombre y la marca de la empresa en los dispositivos portátiles que explotaron el martes, Gold Apollo negó rápidamente cualquier implicación en su producción.

En un comunicado hecho público el miércoles, la empresa afirma que el modelo vinculado a las explosiones mortales -el AR-924- fue fabricado y vendido por su socio húngaro, BAC Consulting KFT.

Con una batería de litio recargable, el AR-924 se anuncia en el sitio web de Gold Apollo como "robusto" y capaz de recibir mensajes de texto de hasta 100 caracteres.

"Según el acuerdo de cooperación, autorizamos a BAC a utilizar nuestra marca para la venta de productos en determinadas regiones, pero el diseño y la fabricación de los productos son responsabilidad exclusiva de BAC", señala el comunicado de la firma taiwanesa.

En una rueda de prensa celebrada el miércoles en la sede de la empresa, el presidente Hsu Ching-kuang declaró que Gold Apollo tiene un acuerdo de licencia con BAC Consulting, con sede en Budapest y que empezó a trabajar con la empresa hace tres años.

El Ministerio de Asuntos Económicos de Taiwán expresó que Gold Apollo exportó 260.000 dispositivos electrónicos desde principios de 2022 hasta agosto de 2024, principalmente a Europa y Norteamérica, y que no tiene constancia de exportaciones directas de dispositivos electrónicos Gold Apollo a Líbano.

En una declaración enviada a los periodistas, el Ministerio manifestó que los dispositivos electrónicos que explotaron en Líbano fueron fabricados en Taiwán – contradiciendo la declaración de Gold Apollo – y dijo que probablemente fueron modificados por un tercero en el extranjero, informaron los medios locales.

  • La empresa húngara BAC Consulting

Hay poca información disponible en internet sobre el socio comercial de Gold Apollo, aparte de una página web inaccesible y una dirección en la capital húngara.

Según el registro mercantil húngaro Opten, BAC Consulting se fundó en 2022.

Hsu dijo a los periodistas que el principal contacto de Gold Apollo con BAC Consulting era un austriaco llamado "Tom", que gestiona la oficina de la empresa húngara en Taiwán. Pero, France 24 no pudo encontrar ningún rastro del registro de la empresa en el Ministerio de Economía. Muestra signos de ser una empresa fantasma.

El Gobierno húngaro afirmó el miércoles en un post en X que BAC Consulting es un "intermediario comercial, sin centro de fabricación u operativo en Hungría" y añadió que los dispositivos que explotaron nunca estuvieron en el país.

  • Es probable que se añadieran explosivos posteriormente

En una entrevista con France 24 el martes, el experto en ciberseguridad Gérôme Billois explicó que el escenario más probable de cómo se llevó a cabo el ataque a gran escala fue colocando explosivos en los dispositivos electrónicos de localización después de que salieran de la fábrica.

"Ciertamente, una agencia de inteligencia estaba al tanto de este pedido de localizadores y pudieron interceptarlos después de la producción, abrir la caja con mucha precisión, cambiar la batería o añadir un explosivo en la batería y luego cambiar también el software para permitir esta activación remota", dijo.

A pesar de la dificultad de interceptar los dispositivos en algún punto de la cadena de suministro antes de que lleguen a su destino final, Billois afirma que la tarea era factible, ya que las agencias de espionaje han llevado a cabo operaciones similares en el pasado.

Otra posibilidad sería manipular las baterías de litio para que explotaran con una señal inalámbrica, dijo Billois, pero indicó que ese escenario parece menos probable.

David Kennedy, exanalista de inteligencia de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos, parece estar de acuerdo, ya que declaró a la CNN que las explosiones parecen ser demasiado grandes para que se deban a la explosión de las baterías.

"Los localizadores habrían sido implantados con explosivos y probablemente solo detonarían cuando se recibiera un determinado mensaje", le citó la CNN.

Según el New York Times, los dispositivos electrónicos de localización detonaban a distancia con la ayuda de un interruptor, cuando se encendían y al recibir mensajes.

Este artículo fue adaptado de su original en inglés