La región de Daguestán, en el sur de Rusia, vivió este lunes 24 de junio el primero de tres días de luto establecidos tras los ataques armados contra iglesias ortodoxas y una sinagoga que dejaron al menos 20 personas muertas. Pese a que las autoridades señalan que la reciente ola de violencia en el territorio de mayoría musulmana, que detonó el domingo, ya ha sido controlada, la situación en la región más explosiva del Cáucaso norte ruso vuelve a poner en relieve la tensión en materia de seguridad, atribuida al extremismo islámico, en un país enfrascado en la desgastante guerra contra Ucrania.

1. Los hechos

La violencia se tomó el domingo 23 de junio a dos ciudades de de la región de Daguestán, en el norte del Cáucaso, Rusia: Majachkalá, la capital, y la cercana Derbent.

Todo empezó cuando hombres armados abrieron fuego contra varios sitios religiosos, una sinagoga, dos iglesias ortodoxas y un puesto de policía, lo que dejó al menos 20 personas muertas.

La sinagoga Kele-Numaz en Derbent, hogar de una comunidad judía en la región predominantemente musulmana, además, fue incendiada. Imágenes de divulgadas en redes sociales mostraron llamas saliendo del edificio, que está catalogado como patrimonio de la Unesco.

Se trató de un día “trágico” para la región y todo el país, como lo describió el gobernador, Sergei Melikov, en un video publicado este lunes.

Simultáneamente, un grupo de personas abrió fuego contra un puesto de la Policía en Majachkalá, ubicado a unos 120 kilómetros al norte a lo largo de la costa del mar Caspio.

Asimismo, se produjeron tiroteos entre las fuerzas del orden y los atacantes, alrededor de la Catedral de la Asunción en la capital regional y se escuchaban disparon en una playa. Todo mientras se registraban repetidos enfrentamientos con armas automáticas en ambas ciudades.

Se trata de los ataques más letales en territorio ruso en los últimos meses, luego del tiroteo del pasado marzo cuando un grupo de hombres abrió fuego en un concierto en los suburbios de Moscú y dejó 145 personas asesinadas.

Seis de los atacantes fueron asesinados a disparos durante la respuesta de las autoridades, señaló Melikov. Sin embargo, la agencia estatal de noticias Tass, que citó al Comité Nacional Antiterrorista, situó la cifra en cinco.

Hasta ahora, no ha sido posible verificar de forma independiente los informes sobre cuántas personas o hombres armados murieron en los ataques.

Luego de lo ocurrido, las autoridades declararon en la región un régimen antiterrorista, que les otorga mayores poderes para restringir el movimiento y las comunicaciones de las personas. No obstante, la medida fue levantada en la mañana de este 24 de junio.

2. Las víctimas

Entre las 20 personas muertas confirmadas por las autoridades se encuentran 15 policías y un religioso. Asimismo, durante el tiroteo en al menos seis agentes resultaron heridos.

El gobernador regional agregó que entre los asesinados, además de los oficiales, se encuentran varios civiles, incluido el reverendo Nikolai Kotelnikov, un sacerdote ortodoxo ruso de 66 años de una iglesia en Derbent, que trabajó en esa ciudad durante más de 40 años.

El comité de investigación de Rusia clasificó el tiroteo como un ataque terrorista y anunció que abrió una investigación.

Tras lo ocurrido, las autoridades declararon tres días de luto en Daguestán, que iniciaron este lunes y concluirán el próximo miércoles 26 de junio.

En esta zona del territorio ruso, las banderas permanecen bajadas a media asta en los edificios oficiales y todos los eventos de entretenimiento han sido cancelados.

3. ¿Quién está detrás de los letales ataques en Daguestán?

La violencia del domingo en la región predominantemente musulmana fue atribuida por las fuerzas de seguridad a extremistas islámicos.

Y el Instituto para el Estudio de la Guerra, con sede en Washington, argumentó que la rama del Cáucaso Norte del autodenominado Estado Islámico, Vilayat Kavkaz, probablemente estaba detrás de estos hechos, que describió como una operación “compleja y coordinada”.

Además, el gobernador de Daguestán, Sergei Melikov, culpó a miembros de “células durmientes” islámicas dirigidas desde el extranjero, pero no entregó mayores detalles que respalden su acusación.

El funcionario señaló que los atacantes tenían como objetivo “sembrar pánico y miedo”, e intentaron vincular el ataque con la acción militar de Moscú en Ucrania, pero tampoco proporcionó ninguna prueba al respecto.

 "Entendemos quién está detrás de la organización de los ataques terroristas y qué objetivo perseguían", sostuvo Melikov, sin revelar más detalles.

Esta línea de la investigación toma mayor fuerza luego de que la filial del grupo Estado Islámico en Afganistán-que se atribuyó los ataques del pasado marzo en Moscú-elogiara rápidamente lo ocurrido en Daguestán al asegurar que se trató de una acción llevada a cabo por "hermanos en el Cáucaso que demostraron que todavía son fuertes".

Asimismo, los medios de comunicación estatales de Rusia, que citaron a las fuerzas de seguridad, reportaron que entre los atacantes se encontraban dos hijos del jefe del distrito Sergokalá, en el centro de Daguestán que, afirmaron, fueron detenidos por los investigadores.

Pero Rusia ha sufrido una serie de ataques terroristas atribuidos al extremismo islámico recientemente, lo que ha suscitado preguntas sobre si sus poderosas agencias de seguridad y de inteligencia se han distraído con la invasión en curso en Ucrania y descuidado la represión interna de la disidencia contra la guerra.

De hecho, en el pasado ataque que dejó más de 140 muertos en Moscú, el presidente ruso, Vladimir Putin, intentó culpar a Ucrania, nuevamente sin pruebas y a pesar de la reivindicación de la responsabilidad por parte de la filial del Estado Islámico.

Kiev niega vehementemente cualquier participación en estos ataques contra civiles y policías en su vecino país.

Estos no son los únicos ataques de este tipo en territorio ruso. La semana pasada, las fuerzas especiales liberaron a dos guardias y mataron a seis hombres vinculados al autodenominado Estado Islámico que los habían tomado como rehenes en un centro de detención, en la ciudad sureña de Rostov.

Daguestán también ha experimentado una serie de incidentes antisemitas. El más notable tuvo lugar el año pasado, cuando una turba irrumpió en el aeropuerto de Majachkalá en busca de pasajeros judíos que llegaban de Israel.

4. Las circunstancias que rodean la convulsa historia de Daguestán

Daguestán, una república musulmana bañada por el Caspio y fronteriza con Georgia y Azerbaiyán, está salpicada de acciones terroristas, previo a los últimos ataques atribuidos al radicalismo islámico y a la guerra en Ucrania.

Y es que la historia reciente de la región destaca un polvorín de violencia en una zona rusa donde más del 96% de la población es musulmana, pero con 3,2 millones de habitantes, está también integrada por multitud de etnias, como lo demuestran sus 15 idiomas oficiales, incluido el ruso.

Considerada  como la república más explosiva del Cáucaso norte ruso, Duguestán ha experimentado relevantes enfrentamientos como la incursión liderada por el chechén Shamil Basáyev, que hizo estallar la segunda guerra en la vecina Chechenia, entre 1999 y 2009.

Daguestán experimentó un papel clave en las dos guerras libradas en la región fronteriza, muestra de ello fue que el entonces  rebelde ruso de origen checheno, Shamil Basáyev, eligió a Daguestán, en 1999, como territorio para lanzar una incursión armada y proclamar, con el apoyo del grupo Estado Islámico, la creación de un califato en el Cáucaso.

Aunque después de diez años de guerra, Moscú logró imponer su orden en Chechenia-independizada del territorio ruso en 1991-donde los ataques islamistas se redujeron considerablemente, no ha ocurrido lo mismo en Daguestán, como lo demuestran los ataques del último año.

 

Con Reuters, AP, EFE y medios locales