Este lunes 15 de julio, las desavenencias entre la coalición de izquierda francesa Nuevo Frente Popular se han hecho más evidentes que nunca desde las elecciones legislativas del 7 de julio, en las que se impusieron, lo que le anima a exigir un primer ministro de esa formación. El partido principal de la coalición, Francia Insumisa (LFI), anunció un parón en las negociaciones después de acusar al Partido Socialista (PS) de querer forzar un candidato de su formación como primer ministro. Mientras, el PS, los ecologistas y los comunistas han propuesto a una figura de la sociedad civil como primera ministra.

Se venía gestando y al final pasó: las diferencias entre los diferentes partidos que componen el izquierdista Nuevo Frente Popular (NFP) en Francia han estallado. Este lunes, la formación Francia Insumisa y su líder, Jean Luc-Mélenchon, anunciaron la suspensión de las negociaciones entre su partido y el resto de la izquierda para acordar un candidato a primer ministro.

Es que, tras la segunda vuelta de las elecciones legislativas anticipadas del domingo 7 de julio, Francia se abocó a una situación inédita. Cuando se esperaba una victoria del partido de extrema derecha Agrupación Nacional, la coalición de izquierda Nuevo Frente Popular llegó en primera posición, antes de la coalición oficialista, que se recuperó tras una primera vuelta decepcionante.

Sin embargo, ninguna fuerza se acerca a la mayoría absoluta, lo que plantea un problema de gobernabilidad en la Asamblea Nacional. No obstante, por su mayoría relativa, el NFP ha exigido al presidente Emmanuel Macron que un miembro de esa formación asuma el cargo de primer ministro.

“Por el momento, no participaremos en ningún otro debate sobre la formación de gobierno”, anunció Francia Insumisa en un comunicado.

¿El motivo? Acusan a el Partido Socialista -que integra la coalición NFP junto a los ecologistas, los comunistas y la misma Francia Insumisa– de "bloqueo político" y de querer imponer un candidato de su partido como primer ministro a pesar de que Francia Insumisa es el partido que más votos se ha llevado dentro de la coalición.

"Exigimos al Partido Socialista que renuncie a vetar cualquier candidatura que no sea su propia", sostuvo el partido de izquierda.

"Basta de manipulaciones. Nuestra decisión es la siguiente: exigimos una candidatura única a la presidencia de la Asamblea Nacional y no reanudaremos los debates sobre nada más hasta que esto se haya resuelto", manifestó Mélenchon en la red social X, recordando que la coalición de izquierda tampoco ha sido capaz de ponerse de acuerdo respecto a una candidatura a la presidencia de la Asamblea Nacional.

Esta última gran discusión se produce después que el Partido Socialista rechazara la candidatura a primera ministra de Huguette Bello, presidenta del consejo regional de La Reunión, que había sido propuesta por los el Paritdo Comunista y validada por los Francia Insumisa.

Estos últimos acusan a los socialistas de querer forzar un candidato de su formación como primer ministro bajo el argumento de que será el único aceptado por el presidente Emmanuel Macron, que es quien tiene el poder de designar al próximo primer ministro según dicta la Constitución. 

No obstante, estas acusaciones han sido negadas en rotundo por los socialistas.

“Queremos, por un lado, indicar que nunca ha habido ningún deseo de que el Partido Socialista vete sistemáticamente ninguna candidatura del Nuevo Frente Popular. Expresamos nuestro desacuerdo con una candidatura, como otros han expresado su desacuerdo con otras candidaturas. Es el funcionamiento democrático de un sindicato respetuoso de cada uno de sus componentes", aseguró el partido en un comunicado.

Leer también¿Qué sigue para Francia?: las claves de unas legislativas marcadas por el asombro

La contrapartida de los miembros de la izquierda: una figura de la sociedad civil

Esta misma tarde, los socialistas ya tenían preparado otro nombre como contrapartida para ocupar el puesto de primera ministra: Laurence Tubiana. La candidatura, respaldada por los comunistas y los ecologistas, fue informada en exclusiva por 'France Télévisions'.

Tubiana sería respuesta a la estrategia que lo socialistas ya habían anunciado y que tenía el visto bueno por parte de los ecologistas y comunistas: lanzar una candidatura de un miembro de la sociedad civil.

’Le Monde' explica que el concepto de "candidata/o de la sociedad civil" se refiere principalmente a todos los actores no gubernamentales, como asociaciones, 'think tanks' o incluso grupos de interés. Es decir, a designar a alguien que forme parte de una iniciativa ciudadana, pero fuera del marco gubernamental. 

 

 

Tubiana es una economista y diplomática defensora de la acción contra la crisis climática, que se define en su biografía de 'X' como "CEO de la Fundación Europea para el Clima: comprometida con el espíritu de los Acuerdos de París".

En 2014, fue representante especial del entonces ministro de Asuntos Exteriores, Laurent Fabius, durante la COP21. Posteriormente desempeñó el papel de embajadora en el contexto de importantes negociaciones sobre la crisis climática global. Y, efectivamente, no ocupa ningún cargo gubernamental. 

Pero esto no significa que los desacuerdos en el seno de la izquierda lleguen a su fin. Francia insumisa (LFI) había rechazado, poco antes, la idea de una figura de la sociedad civil para el puesto de primer ministro. Por el momento, aún no se ha pronunciado al respecto de esta nueva candidatura y de reanudar las negociaciones, como han pedido todos los miembros de la coalición.

¿Un tiro en el pie para la izquierda?

Para muchos, estos desacuerdos entre la izquierda solo se traducen en una cosa: un mayor espacio para que el macronismo pueda recuperar el poder.

La semana pasada, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, que es el único que tiene el poder de designar un nuevo primer ministro, decidió restar importancia a la victoria del Nuevo Frente Popular al decir en un comunicado que "nadie había ganado" las elecciones legislativas. 

Muchos medios de comunicación y politólogos lo criticaron por la clara victoria de NFP a pesar de no haber conseguido mayoría absoluta en la Asamblea Nacional. 

Leer tambiénMacron asegura que "nadie ganó las elecciones legislativas" y desata ola de críticas

También aprovechó para recordar que no pensaba nombrar a ningún primer ministro hasta que no se consiguiera una "mayoría sólida", un concepto que da para interpretación pero que parece dejar fuera a Francia Insumisa, partido que acusó de "antiparlamentarismo".

En esta línea, durante estos días el centro francés ha estado intentando agrupar apoyos e incluso se ha llegado a especular de una alianza entre el Partido Socialista -que ahora forma parte del NFP- y el macronismo.

Un panorama en el que los miembros de la coalición Nuevo Frente Popular han llamado a la unidad. De hecho, tras la decisión de la FI de abandonar las negociaciones para proponer un primer ministro y posponer la batalla por la elección a la presidencia de la Asamblea, el Partido Comunista no tardó en reaccionar. 

“Nuestra responsabilidad es inmensa. Sería incomprensible que una de las fuerzas abandonara las discusiones que mantenemos desde hace semanas, a riesgo de permitir que el bando presidencial recupere el control. Necesitamos claridad y responder a las inmensas expectativas de los franceses”, apuntó Fabien Roussel, en nombre del Partido Comunista.

Incluso el Partido Socialista se ha reiterado en su compromiso de presentar una candidatura conjunta para la presidencia de la Asamblea Nacional. Para los miembros del bloque, sin unidad será imposible para la izquierda gobernar.

A penas a unos días de que empiece el nuevo mandato de la Asamblea Nacional el panorama político en Francia es incierto. Los expertos lo tienen claro: en estos días, "puede pasar cualquier cosa".

Leer tambiénLimbo político en Francia: los escenarios que se abren tras unas legislativas inéditas

Con EFE, Reuters y medios locales