Este lunes 15 de julio, los ciudadanos de Ruanda acudieron a las urnas en unas elecciones presidenciales y legislativas. Al cierre de los colegios electorales, los expertos esperan que el resultado de estas elecciones no represente ninguna sorpresa y que el amado y a su vez cuestionado Paul Kagame repita en la Presidencia por cuarta vez consecutiva. El líder se enfrenta a críticas por parte de organizaciones de DD. HH. y la comunidad internacional, pero goza de un gran respaldo en el país.

Los ruandeses están un poco más cerca de conocer el nombre de su próximo presidente. Tras el cierre de las urnas en estas elecciones presidenciales y legislativas, ya ha arrancado el recuento de votos que se espera que den la victoria por cuarta vez consecutiva a Paul Kagame.

Los colegios electorales abrieron alrededor de las 7:00 de la mañana -hora local- y cerraron a las 15:00 de este lunes en el país del este de África. Según fuentes oficiales, más de nueve millones de personas estaban llamadas a las urnas, incluida la diáspora que está en el extranjero, para lo que se habilitaron 160 colegios en otras naciones.

Este lunes, también votaron por primera vez cerca a dos millones de ruandeses. En su mayoría solo han conocido a un hombre en el poder: Kagame. Y, según han razonado muchos, defienden la idea de que siga al frente del país.

"Llamo a los jóvenes ruandas a encarnar el espíritu de resiliencia y liderazgo y proteger lo que el país ha conseguido durante los últimos treinta años", sostuvo Emile Mporebukye, de 21 años, ante la agencia EFE en un claro llamado a votar por Kagame.

Además del presidente, los ruandeses también estaban convocados esta semana para elegir a 80 representantes en la Cámara de Diputados. Este lunes elegirá a 53 diputados por sufragio directo y el martes deberán hacerlo con los 27 restantes. En esta segunda votación, que funciona con un sufragio indirecto a través de entidades locales y nacionales la ley exige que al menos 24 diputadas deben ser mujeres.

Todos los dedos apuntan a un hombre: Paul Kagame

Lleva tres décadas en el poder, pero parece que el fin de su carrera política aún no está cerca. Paul Kagame, que dirige el país desde el genocidio tutsi en 1994, se enfrentó a los mismos dos candidatos que en las anteriores elecciones de 2017 -todo después de que los tribunales ruandeses prohibieran la participación de sus detractores más conocidos-.

Frank Habineza y Philippe Mpayimana esperaban lograr avances en estas elecciones, pero los politólogos y grupos de defensa de los DD. HH. ven clara la victoria del actual presidente. Sin ir más lejos, en las últimas elecciones Kagame consiguió cerca al 99% de todas las papeletas. De modo que los expertos consideran que no tiene rivales reales.

“Es un país con la red de seguridad social más poderosa de la región, por lo que la gente se siente protegida en términos de atención médica y educación”, aseguró Phil Clark, profesor de Política Internacional en la Universidad de Londres, dijo al medio 'Al Jazeera'.

Un gran número de electores expresaron su intención de votar por Paul Kagame, de 66 años, elogiando la forma en que el líder, en el poder desde hace casi un cuarto de siglo, curó las heridas del genocidio priorizando el desarrollo y poniendo en marcha servicios sociales eficaces.

"Estamos aquí para mostrarle al mundo que confiamos en el liderazgo que tenemos como país y queremos continuar como un país unido, un país que no deja atrás a nadie. Todo eso sucederá si sumamos otro mandato del actual presidente", dijo a EFE Ntwali Damascene, maestro de 46 años.

Kagame, junto al Frente Patriótico Ruandés, ha dirigido el país desde que tomó el poder en 1994 como grupo rebelde, tras derrocar al Gobierno extremista hutu que desencadenó el genocidio de ese año, en el que unos 800.000 tutsis y hutus moderados perdieron la vida.

Como ya han hecho otros líderes políticos en otras partes del mundo y en la región, como es el caso de Burkina Faso, en 2015 el gobierno impulsó una reforma consitucional para que Kagame pudiera reelegirse más de dos veces como mandatario del país. Las reformas constitucionales permiten que el presidente pueda gobernar hasta 2034. 

El mandatario ruandés es amado y odiado a partes iguales. Como jefe de Estado, ha sido aclamado por transformar su país en una economía próspera, pero a un precio que a algunos les parece demasiado alto: la libertad de expresión y prensa.

Y es que ha sido muy criticado tanto por activistas como por la comunidad internacional por censurar a los medios de comunicación, silenciar a la oposición y apoyar a los grupos rebeldes en la vecina República Democrática del Congo. Acusaciones que, por otra parte, han sido negadas de plano por el Ejecutivo. 

Pero las acciones del poder ejecutivo e incluso el judicial en Ruanda parecen indicar otra cosa. La comisión electoral se negó a permitir la participación de ocho candidatos en estos comicios, tras alegar documentos de registro faltantes e incompletos. En concreto, se prohibió la participación de dos opositoras muy críticas con el gobierno de Kagame: Victoire Ingabire y Diane Rwigara.

Una decisión condenada por varias otrganizaciones no gubernamentales.

"La oposición de Ruanda enfrenta a severas restricciones… Así como amenazas, detenciones arbitrarias, procesamientos, cargos falsos, asesinatos y desapariciones forzadas”, sostiene al respecto Amnistía Internacional.

Leer tambiénRuanda acude a las urnas con el presidente Kagame como favorito

Una jornada tranquila y sin sobresaltos

Los ruandeses formaron este lunes largas filas para ejercer su derecho a voto, sin sobresaltos y en una jornada mayoritariamente tranquila. De hecho, los ciudadanos expresaron que así fue.

En muchos colegios se podía oír música y mensajes emitidos con altavoces por la Comisión Electoral Nacional (CEN) para animar a la población a ejercer su derecho democrático.

“Votamos tranquilamente, sin aglomeraciones, y estamos contentos (…) Voté por Paul Kagame porque ha logrado mucho por nosotros; nos ha unido”, aseguró Pheneas a la agencia Reuters desde el colegio electoral de Rwandexco, en la capital, Kigali.

Para asegurarse de el transcurso de unas elecciones legítimas, unos 1.100 observadores se registraron para supervisar los comicios, incluidos 334 procedentes de la Unión Europea (UE), la Unión Africana (UA) o la Comunidad de África del Este (CAE), entre otras organizaciones.

Ahora, la CEN tiene hasta el 20 de julio para publicar los resultados provisionales de estas elecciones, y hasta el 27 de julio para difundir los definitivos.

Con Reuters, EFE y medios locales