Rusia declaró el miércoles el estado de emergencia en la región de Kursk mientras sus militares combatían por segundo día consecutivo las incursiones transfronterizas. Las autoridades ucranianas han guardado silencio sobre la operación, pero han anunciado la evacuación obligatoria de miles de personas en una zona situada justo al otro lado de la frontera de Kursk.
Rusia ha repelido este miércoles por segundo día consecutivo una importante incursión transfronteriza desde Ucrania, lo que ha provocado la evacuación de varios miles de civiles debido a los combates, según fuentes oficiales.
La incursión comenzó el martes, con cientos de tropas y más de dos docenas de vehículos blindados, incluidos tanques, cruzando desde Ucrania a la región occidental de Kursk, dijo el ejército ruso.
Rusia dijo que lanzó fuego aéreo y de artillería para repeler el ataque, enviando rápidamente refuerzos a la región para impedir el avance de Ucrania.
Los daños no estaban claros, pero el presidente Vladimir Putin dijo que Ucrania había atacado edificios civiles. "El régimen de Kiev ha lanzado otra provocación a gran escala", dijo en una reunión televisada con funcionarios del Gobierno y añadió:
Está disparando indiscriminadamente con diversos tipos de armas, incluidos cohetes, contra edificios civiles, casas residenciales y ambulancias
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El gobernador de Kursk, Alexei Smirnov, decretó el miércoles por la noche el estado de emergencia en la región, una medida que otorga a las autoridades poderes adicionales para controlar la situación.
Al menos cinco civiles han muerto y 24 han resultado heridos desde el inicio de la incursión, 13 de los cuales han sido hospitalizados, según las autoridades rusas.
Ucrania no hizo comentarios de inmediato, solamente las autoridades de la región ucraniana nororiental de Sumy, al otro lado de la frontera con Kursk, anunciaron la evacuación de unas 6.000 personas, sin dar más detalles.
No todos pueden irse
En el lado ruso de la frontera, las autoridades evacuaron a varios miles de personas y cancelaron concentraciones multitudinarias, según informó el jefe de la región de Kursk, Alexei Smirnov.
Algunos blogueros militares rusos informaban que las tropas ucranianas habían alcanzado la ciudad de Sudzha, a unos ocho kilómetros de la frontera, y la bombardeaban constantemente.
La pequeña ciudad, de unos 5.000 habitantes, alberga la estación de medición de Sudzha, el último punto importante de tránsito del gas ruso por gasoducto que aún se dirige a Europa.
Un sacerdote de la ciudad, Evgeny Shestopalov, dijo en un vídeo compartido por los medios de comunicación rusos que Sudzha estaba "en llamas" y que los residentes que no podían evacuar se refugiaban en su iglesia.
"Nuestra iglesia está llena de gente, niños, no todos tienen refugios, no todos pueden salir (…) No hay transporte, así que estamos reuniendo a la gente en la iglesia", añadió.
El jefe del Estado Mayor ruso, Valery Gerasimov, declaró que hasta 1.000 combatientes ucranianos habían participado en la ofensiva.
El Ministerio de Defensa ruso dijo que las hostilidades continuaban, en un comunicado emitido hacia el mediodía, pero subrayó que "se había impedido el avance del enemigo hacia territorio ruso."
Grave ataque
Ucrania no ha reivindicado la autoría del ataque, el más grave en meses.
Una fuente de seguridad ucraniana dijo a AFP que Kiev había atacado el martes un helicóptero ruso con un dron sobre la región de Kursk, pero no lo relacionó con la incursión.
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El asesor presidencial ucraniano Mykhailo Podolyak también aludió a los ataques. Moscú había utilizado sus "regiones fronterizas para ataques aéreos y de artillería masivos con impunidad", afirmó en las redes sociales.
Gerasimov afirmó que al menos 100 soldados ucranianos murieron en el ataque y que 54 vehículos blindados, incluidos siete tanques, fueron destruidos. Esta afirmación no ha podido ser verificada de forma independiente.
Rybar, un canal ruso de Telegram con enlaces militares, afirmó que las fuerzas ucranianas habían realizado pequeñas incursiones a través de la frontera y ocupado varios pequeños asentamientos.
Afirmó que las tropas de Kiev habían llegado a las afueras de Sudzha, pero habían sido rechazadas por las fuerzas rusas.
Incursiones anteriores
La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Maria Zakharova, calificó la incursión de "barbarie" en un comunicado.
"Hacemos un llamamiento a la comunidad internacional para que no se quede de brazos cruzados y condene enérgicamente las acciones criminales del régimen de Kiev", dijo.
Este artículo es una adaptación de su original en inglés