Miles de georgianos formaron cadenas humanas este sábado 28 de diciembre en apoyo a la adhesión a la Unión Europea. La presidenta Salomé Zurabishvili se unió a las protestas, que tienen lugar la víspera de la toma de posesión del nuevo gobernante del país, el prorruso Mijaíl Kavelashvili, cuya elección es calificada de "ilegítima" por la mandataria y la oposición prooccidental.
La actual mandataria de la exrepública soviética de Georgia, Salomé Zurabishvili, deberá abandonar su cargo este domingo, cuando está prevista la toma de posesión del exfutbolitsta del Manchester City y líder prorruso Mijaíl Kavelashvili, cercano al oficialista Sueño Georgiano y que fue designado por un colegio electoral el pasado 14 de diciembre.
Zurabishvili anunció que impugnará los resultados de las elecciones parlamentarias de octubre, que dieron paso a la designación de Kavelashvili y en las que resultó ganador la formación oficialista y prorrusa Sueño Georgiano, y pedirá una nueva votación, que esté blindada de la influencia de Moscú.
En los comicios legislativos del 26 de octubre no participó la oposición, por considerar que hubo interferencia de Rusia, una apreciación en la que coincidió la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), que actuó como parte de una misión de observación electoral.
Tras el resultado electoral, el 28 de noviembre, el primer ministro, Irakli Kobakhidze, suspendió hasta 2028 las conversaciones para la adhesión a la Unión Europea (UE), argumentando una supuesta interferencia política del bloque de los 27, que según él practicó extorsiones con fondos de Bruselas.
Desde entonces, las protestas no han hecho sino intensificarse en todo el país, así como los reclamos de que las elecciones parlamentarias y la posterior designación de Kavelashvili son ilegítimas.
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Cadena humana en Tiflis
La presidenta Zurabishvili fue vitoreada este sábado, cuando se unió a la cadena humana que se extendió por los siete puentes del Kurá, el río que atraviesa la capital del país, Tiflis, y fue convocada para reclamar la reapertura del camino hacia la Unión Europea, al grito de “¡Georgia es Europa!”.
Líderes de la manifestación, como el presidente del partido opositor Movimiento Nacional Unido, Tinatin Bokuchava, han insistido en que el resultado de las elecciones del 26 de octubre “no reflejan la voluntad del pueblo”.
Otros, como el dirigente de Coalición de Cambios, Giorgi Butikashvili, prometieron que no permitirán el desalojo de Zurabishvili del palacio de gobierno: “Iremos a protegerla y seremos muchos”.
Estas intenciones tropezaron con la amenaza del alcalde de Tiflis y secretario general de Sueño Georgiano, Kakha Kaladze, exfutbolista al igual que Zavelashvili, quien aseguró Zurabishvili podría ser acusada del delito de “apropiación de un edificio gubernamental”, para el que la pena prevista va de 3 a 15 años de prisión.
La de este sábado es la segunda cadena humana que se convoca en la capital georgiana. La primera fue en agosto de 2008, cuando los manifestantes salieron a defender la integridad territorial del país, en medio de la guerra entre Georgia y Rusia por el control de Osetia del Sur, considerada por el primer país como una región propia y por Moscú como una república separatista con mayoría de población rusa.
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Sanciones de Occidente contra Sueño Georgiano
El Gobierno del saliente presidente estadounidense, Joe Biden, dictó sanciones este sábado contra el líder fundador y presidente honorario del partido Sueño Georgiano, Bidzina Ivanishvili, por “socavar el futuro democrático y euroatlántico de Georgia en beneficio de la Federación Rusa”.
La sanción contra Ivanishvili por parte del Departamento de Estado y el del Tesoro se suma a medidas similares contra otros políticos y legisladores georgianos dictadas este año, que incluyen congelación de activos y propiedades de los sancionados en territorio estadounidense, así como prohibición de ingresar a ese país tanto a los designados como a sus familiares.
Un comunicado del Departamento de Estado condenó la “continua y violenta represión de ciudadanos georgianos, manifestantes, miembros de los medios de comunicación, activistas de derechos humanos y figuras de la oposición” por parte del partido gobernante.
Ivanishvili es un multimillonario que amasó su fortuna en Rusia, fue por un breve periodo primer ministro de Georgia y que en 2012 creó el partido Sueño Georgiano, al que la oposición acusa de volverse cada vez más autoritario y dispuesto a plegarse a la agenda de Moscú.
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Con EFE, Reuters y AP