En 2022, World Aquatics y el Comité Olímpico Internacional anunciaron la inclusión masculina en uno de los deportes de los Juegos Olímpicos: la natación artística, antes llamada nado sincronizado. Sin duda, esto fue motivo de alegría para atletas como Bill May, múltiple campeón mundial de Estados Unidos y, Giorgio Minisini, italiano también varias veces medallista. A días de la inauguración, la realidad es que ninguno de ellos fue seleccionado por sus países para estar en París 2024.

“La obsesión es un juego jugado por jóvenes. El jueves inicia el Campeonato Italiano y será mi última competencia. Nos vemos ahí”: publicó en su cuenta de Instagram Giorgio Minisini, uno de los atletas de la natación artística más premiados y que decidió retirarse tras no formar parte de la Selección Italiana para París 2024.

“Sería triste y devastador no estar dentro del equipo que represente a Estados Unidos en los Juegos Olímpicos. Creo que me preguntaría, '¿qué faltó?' Me dejaría la sensación de que tuve que haber hecho algo diferente a trabajar como lo hice durante todos estos años”, declaró Bill May, en el mes de mayo al diario 'The Independent'. En ese momento, no conocía la decisión de Andrea Fuentes, entrenadora del equipo estadounidense de la disciplina, de no incluirlo en los ocho oficiales ni en el cupo de reserva.

La natación artística: un deporte culturalmente femenino

La disciplina de competir sincronizadamente en el agua forma parte del programa Olímpico desde 1984, aunque a nivel mundial las primeras competencias del “ballet acuático” como se hacía llamar, tienen registros en 1891 en Alemania, donde competían exclusivamente mujeres.

La apertura al género masculino inició en el año 2015, cuando World Aquatics, en ese momento llamado FINA, máximo ente organizador de los deportes acuáticos, decidió darle vía libre a los duetos mixtos e iniciar la inclusión de los hombres en las competencias. Desde 1984 hasta 2022, solo las mujeres estaban habilitadas para competir en las olimpiadas en las pruebas de duetos y equipos.

Atletas como May y Minisini rogaban por más oportunidades de competencias y reconocimiento desde las federaciones nacionales e internacionales, pero durante años sus peticiones fueron ignoradas. Aunque la participación en las pruebas de duetos y solos con presencia masculina aumentaban, llegando a tener 12 países participantes, para Tokio 2020 la decisión seguía siendo la misma: solo mujeres en la natación artística olímpica.

Los cambios al reglamento y una nueva natación artística

Después de los Olímpicos de Tokio, la comisión técnica de la disciplina decidió realizar una serie de cambios a nivel competitivo que buscaban más igualdad y menos subjetividad, en un deporte principalmente de apreciación. Con esto, llegó un nuevo reglamento, nuevas formas de competir y la noticia que muchos esperaban: por primera vez en la historia, los hombres podrían competir en unos Olímpicos.

De esta manera, el COI y World Aquatics dieron un salto a la inclusión permitiendo que, hasta 2 hombres pudieran nadar en la prueba de equipos no solamente en los Juegos, sino también en todas las competencias oficiales de federaciones nacionales e internacionales. Algo que no se había dado nunca en la historia.

"Los deportes acuáticos son universales y los hombres han demostrado ser excelentes nadadores artísticos. Espero ver esta nueva dimensión de la natación artística compartida con el mundo en París. La inclusión de hombres en la natación artística es un gran premio para todos aquellos que han trabajado durante muchos años para que esto suceda", fueron las declaraciones del presidente de World Aquatics, Husain Al-Musallam.

Con esto, llegaron las imágenes de deportistas como Bill o Giorgio junto a sus equipos, nadando en los más altos niveles de la natación artística y con grandes despliegues en el agua. May fue medallista en los pasados Juegos Panamericanos de Santiago 2023 con 44 años. Por primera vez supo qué era ser campeón continental. Sin duda, habían sido escuchados.

La decepción y la sorpresa

En Doha, el pasado mes de febrero se llevó a cabo el Mundial de Deportes Acuáticos que, además se convertía en el clasificatorio de los últimos cupos para París 2024 en la natación artística. Estados Unidos, Italia, Japón entre otras potencias, llegaban con todo para garantizar la presencia en los Olímpicos.

Una vez más, en escena aparecía Estados Unidos celebrando estar entre los 8 mejores del mundo, lo que les permitía estar, nuevamente, en unos Juegos Olímpicos. Lo que nadie esperaba era que, semanas después, Bill no apareciera en la lista definitiva de competidores dada por Andrea Fuentes, entrenadora del equipo.

Los comentarios y reacciones no se hicieron esperar, la noticia más allá de la no presencia de Bill May, era que, ninguna selección había seleccionado a un atleta del género masculino para estar en París. “Podría haber sido un momento histórico para el deporte. Sabemos que no sería fácil para los hombres ganarse un lugar en un equipo a tiempo para París 2024 teniendo en cuenta que solo hace 18 meses que se confirmó su elegibilidad, pero aún teníamos la esperanza de que algunos lo lograrían", expresó World Aquatics en su sitio web oficial.

Gustavo Sánchez, nadador artístico colombiano y reciente campeón en la Copa Mundial en la prueba del Solo Técnico, habló con France 24 y explica: "Creo que la normativa puso contra la espada y la pared a las entrenadoras, pues en las pruebas de equipo (técnico, libre y acrobático) no puede haber rotación de deportistas, es decir, que en todas las rutinas nadan las mismas deportistas".

Esa obligatoriedad de tener siempre al representante masculino se muestra como una amenaza para toda la prueba ya que el papel del hombre se ha usado sobre todo en la prueba acrobática, que exige de más fuerza, pero puede ser perjudicial ante los jueces en las de técnica y libre. Además, la reducción de los equipos de diez a ocho integrantes para París hace aún más difícil la integración del varón.

Varios elementos para un hito que llegó a estos Juegos Olímpicos muy condicionado y casi que con un riesgo muy alto para los conjuntos que quieren pelear por las medallas.