Este lunes 11 de noviembre arrancará en Azerbaiyán la COP29, la conferencia mundial sobre el clima que se extenderá hasta el 22 de noviembre. Con un planeta Tierra en medio de temperaturas récord y fenómenos extremo como la reciente Dana en Valencia, España, líderes de gobierno, empresas y sociedad civil se reunirán para "encontrar soluciones concretas a los problemas urgentes de nuestra época", según la ONU. El financiamiento climático por parte de los países ricos será el tema central de las discusiones.

La ONU describe la COP 29 – evento que arranca mañana en Bakú, la capital de Azerbaiyán – como una "oportunidad crucial para acelerar las acciones frente a la crisis climática".

En la lucha global contra el cambio climático, el financiamiento ha sido un tema de intenso debate entre los países, y esta COP estará aún más centrada en este aspecto, ya que se requieren miles de millones de dólares para que los países puedan reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero y proteger a sus poblaciones de los efectos crecientes del cambio climático. En este contexto, el término clave en esta COP es el NCQG (New Collective Quantified Goal on Climate Finance, en inglés), un nuevo compromiso global de financiamiento climático.

Este nuevo objetivo global de financiamiento climático será el tema crucial de las negociaciones, dado que ya se alcanzó el objetivo anterior. A partir del próximo año, el NCQG reemplazará el compromiso de 2009, que establecía que los países desarrollados debían movilizar 100 mil millones de dólares anuales para apoyar a los países en desarrollo en la reducción de sus emisiones. 

Alejandra López Carbajal, Directora de Diplomacia Climática del centro de pensamiento y acción latinoamericano, Transforma, subraya en un artículo para El País que "las necesidades de los 154 países en desarrollo para lograr una transición hacia la descarbonización y la resiliencia al cambio climático son de entre 1 y 10 billones de dólares anuales", mucho más de lo definido en el objetivo anterior. López Carbajal también señala que, además, los países desarrollados no cumplieron a tiempo con ese compromiso, lo que generó desconfianza y afectó las transiciones de los países en desarrollo.

El financiamiento para combatir el cambio climático ha sido una fuente de tensiones entre el norte y el sur global. Los países del sur, incluyendo los de América Latina, consideran que la promesa de financiamiento no es una cuestión de caridad, sino una obligación moral. Respaldados por organizaciones de derechos humanos y medioambientales, estos países sostienen que las naciones ricas, responsables históricamente del desequilibrio climático, deben apoyar a las naciones más pobres que, aunque contaminan menos, sufren las peores consecuencias.

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Monto y mecanismos del NCQG: ejes centrales de los debates en la COP 29

En este contexto, la COP 29 será observada con especial atención, y el NCQG, con un monto superior al compromiso anterior y nuevas modalidades de implementación, será esencial para reconstruir la confianza entre los estados y para alcanzar avances significativos en la reducción de emisiones.

La creación de este nuevo objetivo fue prevista en el Acuerdo de París de 2015. Sin embargo, los 197 países participantes no han resuelto aspectos cruciales como el monto, los contribuyentes o los beneficiarios.

El comité de finanzas de la conferencia estima que los países en desarrollo necesitan entre 5,8 y 5,9 billones de dólares para cumplir con sus objetivos climáticos para 2030.

Según el medio Le Monde, varios países, incluyendo a India, el grupo árabe y el grupo África, propusieron compromisos que oscilan entre 1 y 1,3 billones de dólares anuales de 2025 a 2030, cifras que han sido rechazadas por los países desarrollados.

 

Romain Weikmans, profesor de relaciones internacionales en la Universidad Libre de Bruselas, le dijo  al diario francés Le Monde: "Apuntar a 1 billón de dólares anuales, es decir, diez veces más que la cifra actual y por un período indefinido, parece irrealista, al menos si solo se cuenta con fondos públicos y financiamiento privado movilizado por el sector público".

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En este escenario, se anticipa un ambiente de tensas discusiones. Algunos países consideran que esta COP será en vano; el ministro de Relaciones Exteriores de Papúa Nueva Guinea, por ejemplo, anunció que su país no participará en el evento, calificándolo de "pérdida total de tiempo”,"y criticó las "promesas vacías" y la "inacción" de los países del norte.

Además del financiamiento, esta COP será también el momento para que los países presenten sus planes de acción climática actualizados en el marco del Acuerdo de París. También se prevé que se discutan las implicaciones de la situación geopolítica actual, especialmente ante la reciente elección de Donald Trump en Estados Unidos, lo que ha despertado temores sobre posibles retrocesos en este ámbito.

Con medios locales