Analistas evalúan el comportamiento de los consumidores de cerveza en escenarios económicos complejos. Para algunos, las grandes compañías cerveceras pueden seguir obteniendo abundantes ganancias incluso cuando la actividad económica de un país se desacelera, debido a la fidelidad de sus clientes al producto; para otros expertos, la responsabilidad recae en las empresas y su estrategia para hacer más asequible sus productos en tiempos de crisis.

Estudios revelan que una de las razones que permite a las corporaciones de cerveza esquivar los coletazos de la recesión es su oferta de cervezas premium, que rara vez es defraudada por su base de consumidores.

En gran parte de los casos, la cerveza artesanal representa un producto con carga de significado, por la historia de su fabricación o el simple hecho de la creación de la marca y, por esta razón, en ocasiones las empresas esperan que sus clientes entiendan la razón de la subida de precios de sus productos y no abandonen la marca, tal como lo explicó a France 24 Miguel Rivas, narrador de historias de la industria cervecera. 

“Hay algo que hay que tener en cuenta y es que de la misma manera que aumenta el precio de la cerveza para el consumidor, también les está subiendo el precio de los ingredientes de producción a las cerveceras, tanto para las industriales como las artesanales", señaló Rivas.

"Entonces de la misma manera que la inflación le afecta al consumidor, también le está afectando a los productores, y no solo a ellos sino también a los productores de los insumos o ingredientes, entonces es toda una cadena que no solo afecta al consumidor final", completó.

Sin embargo, otros analistas encuestados por Reuters consideran que en escenarios de precios elevados, lo primero que las personas hacen es recortar de sus gastos la compra de bebidas alcohólicas y actividades de recreación, una decisión que afecta a la industria cervecera.

Es ahí donde las compañías buscan las estrategias para fidelizar a sus clientes con la marca o dar una alternativa para cuidar el bolsillo de sus compradores sin que abandonen su consumo. 

"El trabajo del cervecero es 30% hacer la cerveza y el otro 70% es educar a su consumidor y crear una experiencia porque esa es la única manera que el consumidor va a regresar. Muchos no están haciendo el trabajo de entender a su consumidor y crear una experiencia, porque si tú educas al consumidor para explicarle por qué está pagando la cerveza al precio que la está pagando, la persona va a entender y va a salir de ahí contenta", agregó Rivas. 

En Estados Unidos, según una encuesta de Gallup de 2021, el ciudadano promedio consume 3,6 bebidas alcohólicas de tamaño personal por semana. Además, el 60% de los encuestados afirman que toman cualquier tipo de alcohol en general.

Sin embargo, con la llegada de la pandemia a muchas empresas se les sumó un problema más: la virtualización masiva de las compras, un escenario que complicó la venta de las empresas que dependían de las tiendas físicas y que hizo que sus ganancias cayeran significativamente.

El mes pasado las ventas totales de cerveza en Estados Unidos crecieron un 1,8% interanual en las 12 semanas que finalizaron el 20 de mayo, según datos de las firmas de investigación Nielseniq y TD Cowen.

Pero justo en ese mismo mes la cerveza más vendida en Estados Unidos, Bud Light, perdió ese primer puesto que llevaba ocupando por más de 20 años. Quien la desbancó fue la cerveza mexicana Modelo Especial, marca que por lo menos en mayo de este año superó en ventas a la estadounidense.

Modelo acaparó el 8,4% de las ventas minoristas de cerveza en EE. UU., mientras que Bud Light cayó al segundo lugar con el 7,3%, según datos de NIQ facilitados a la consultora Bump Williams. 

Con Reuters y medios locales.