Desde el final del mandato de Jair Bolsonaro, la justicia brasileña ha intensificado los procesos contra el expresidente ultraderechista: ya condenado a ocho años de inhabilitación en 2023, es sospechoso de espiar a sus rivales y apropiarse de bienes públicos. Más información en estas 6 preguntas.

¿Qué es el asunto "ABIN paralelo"?

El expresidente brasileño Jair Bolsonaro (2019-2022) se ha visto implicado en dos casos en los que se le acusa de utilizar recursos del Estado para fines personales. El primero es el de la "ABIN paralela", llamada así por la agencia de inteligencia brasileña. El 11 de julio, la Policía Federal (PF) detuvo a cuatro miembros de la agencia, acusados de espiar a opositores políticos, miembros del Tribunal Supremo y periodistas en nombre del expresidente durante su mandato y en vísperas de las elecciones presidenciales de 2022.

Sus secuaces habrían aprovechado su posición privilegiada en el corazón de la inteligencia brasileña para vigilar las actividades de varias personas consideradas hostiles al clan Bolsonaro. En concreto, la investigación arroja luz sobre el espionaje a los responsables de la comisión de investigación sobre la desastrosa gestión de Covid-19 por parte del Gobierno de Bolsonaro (700.000 brasileños murieron como consecuencia).

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Pero el escándalo no acaba ahí: el 15 de julio, el Tribunal Supremo de Brasil reveló una grabación de una de sus conversaciones con miembros de la inteligencia brasileña. En ella se escucha al líder ultraderechista discutir con el diputado federal Alexandre Ramagem y el general Augusto Heleno cómo la ABIN podría proteger a su hijo, el senador Flavio Bolsonaro, investigado por malversación de fondos públicos y asociación para delinquir.

¿Qué es el asunto de las "joyas saudíes"?

Sin embargo, la ABIN paralela no es el único caso en el que está envuelto Jair Bolsonaro. A raíz de una investigación concluida el 4 de julio de 2024, la Policía Federal también lo acusa de haberse beneficiado de un esquema de venta ilegal de joyas y otros artículos de lujo donados a Brasil por Arabia Saudí en octubre de 2019. Se trata de collares de diamantes, esculturas doradas y relojes de lujo por un valor estimado de 7 millones de reales (1,12 millones de euros), cuya reventa habría permitido al candidato, derrotado por Lula en 2022, financiar su huida a Estados Unidos para escapar de la justicia, pocos días antes de la investidura de su rival.

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Y las cosas no parecen que vayan a mejorar para Bolsonaro, imputado oficialmente a principios de julio: su excolaborador y mano derecha Mauro Cid, pieza clave en la reventa de las joyas, ha aceptado declarar ante el tribunal. La defensa del líder ultraderechista queda en peor situación, ya que sus abogados no tendrán acceso al contenido de este testimonio, por decisión del fiscal general de la República de Brasil.

¿A qué se arriesga Jair Bolsonaro?

Todavía está en curso la investigación sobre el asunto paralelo ABIN, por el que Jair Bolsonaro se enfrenta a un grave riesgo: según los investigadores de la Policía Federal entrevistados por CNN Brasil, una temporada en la cárcel parece casi inevitable. Podría enfrentar hasta 12 años de prisión por delitos que van desde la conspiración criminal hasta el espionaje de dispositivos electrónicos, sin mencionar la corrupción pasiva.

La reventa de joyas donadas por Arabia Saudí también podría costarle cara a Jair Bolsonaro. El informe de acusación publicado el 4 de julio alega "apropiación indebida de regalos de gran valor recibidos por el expresidente debido a su cargo con el fin de venderlos posteriormente en el extranjero", lo que podría valerle hasta 32 años entre rejas si es condenado.

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Aún no se conocen las fechas de los posibles juicios. Pero la izquierda está haciendo su agosto en las redes sociales a favor de Lula, con memes y mensajes que muestran una cuenta atrás para su posible encarcelamiento.

Pero mientras estos reveses legales entusiasman a la red, no movilizan a los activistas de izquierda en las calles. Varios movimientos, como el MST (Campesinos Sin Tierra), creen que organizar concentraciones podría perjudicar más a la izquierda que incriminar a Bolsonaro. "La izquierda ya ha sido acusada por el bando de Bolsonaro de haber comprado la justicia, por lo que agravar esto en las calles sólo reforzaría el papel de Bolsonaro como víctima del sistema conquistado por Lula y el Partido de los Trabajadores", afirma el analista político Lucas Fernandes. En este año de conmemoración de los 60 años de la dictadura militar, "la izquierda ha optado por salir a la calle en defensa de la democracia, no por personalizar o encarnar al enemigo".

¿Cuáles son los antecedentes de estos casos?

En 2023, Jair Bolsonaro fue condenado a ocho años de inhabilitación por el Tribunal Superior Electoral (TSE) por haber atacado violentamente el sistema de voto electrónico utilizado en Brasil durante la campaña presidencial. A pesar de esta condena y de los líos judiciales de los que el expresidente no da señales de salir, continúa políticamente activo, tanto dentro como fuera de Brasil.

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El 6 de julio, Jair Bolsonaro se reunió con el presidente argentino, Javier Milei. En su primera visita a Brasil desde su elección, el vecino ultraliberal se cuidó de evitar a Lula y fue directo a la convención CPAC Brasil, la mayor reunión de conservadores del mundo, celebrada en Balneario Comboriu, en el sureño estado brasileño de Santa Catarina.

¿Podrían estos casos dañar la popularidad de Jair Bolsonaro?

Si bien los problemas judiciales del ex presidente podrían alejar a algunos votantes moderados, no es el caso de los "bolsonaristas" más radicales. Esta es sin duda la opinión de Odilon Caldeira Neto, coordinador del Observatorio de Extrema Derecha (OED) de la Universidad Federal de Juiz de Fora. Entre los que ya estaban próximos a la retórica más antidemocrática de Bolsonaro, el impacto de estos casos es prácticamente nulo", afirma Caldeira Neto. En cuanto a la ABIN paralela, esta base radical bolsonarista pedía la persecución de los opositores políticos y ataques a instituciones como el Tribunal Supremo.

Jair Bolsonaro ascendió desde el "bajo clero" de la Cámara de Diputados hasta convertirse en presidente de Brasil en 2018, y ha construido una sólida base de apoyo. "La mayoría de las personas que le siguen siendo fieles han construido su identidad política en torno a su figura como líder. Por eso tienden a aceptar sus muchas desviaciones", afirma Odilon Caldeira Neto.

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Paradójicamente, la extrema derecha brasileña se fortaleció a principios de la década de 2010 en torno a un discurso anticorrupción, abogando por el retorno de la moralidad en un mundo político marcado por escándalos como Lava Jato. Pero Bolsonaro ha ido más allá de esta contradicción al utilizar sus problemas judiciales para presentarse como una víctima del sistema. Para Odilon Caldeira Neto, "utiliza estas acusaciones para justificar su retórica antisistema, que sigue conquistando a cerca del 30% del electorado brasileño. Acusa al poder judicial de inventar acusaciones falsas para perseguirle".

Bolsonaro, Trump, ¿misma batalla?

 

El caso de Bolsonaro recuerda obviamente al de Donald Trump: plagado de demandas tras su derrota en las elecciones presidenciales de 2020, el expresidente ha utilizado sus problemas legales para impulsar su popularidad. En Brasil, el hombre apodado el "Trump tropical" está utilizando una estrategia similar a la de su aliado estadounidense. Estos dos líderes de extrema derecha se han visto implicados en casos bastante diferentes", afirma Odilon Caldeira Neto. Pero la estrategia sigue siendo la misma: se presentan como víctimas de un sistema judicial y unos medios de comunicación que supuestamente apoyan a sus oponentes, con el objetivo de ganarse la lealtad de un electorado radicalizado".

¿Funcionará esta estrategia para Bolsonaro, que aún aspira a volver al cargo a pesar de una condena de inelegibilidad que se extiende hasta 2030? Según el especialista en la extrema derecha brasileña, "nuevas condenas en las causas en curso y, sobre todo, penas de prisión podrían tener un impacto mucho mayor en su popularidad y en su futuro político".

 

Este artículo fue adaptado del original en francés.