Este domingo 25 de agosto, Israel y Hezbolá protagonizaron uno de los enfrentamientos más intensos en décadas y el más fuerte desde que comenzó la ofensiva de Israel en la Franja de Gaza el 7 de octubre de 2023. El grupo libanés lanzó 320 cohetes y drones contra Israel, mientras que la respuesta israelí involucró a cerca de 100 aviones. Aunque no se reportaron víctimas en Israel, tres personas murieron en Líbano. Ambos bandos han anunciado una pausa en los ataques, pero advirtieron que tomarán represalias más adelante. El hecho ha vuelto a encender las alarmas sobre la posibilidad de un conflicto más amplio en Medio Oriente.

Uno de los momentos de mayor hostilidad entre Israel y Hezbolá en décadas y el más fuerte desde que comenzó la ofensiva de Israel contra Hamás, en la Franja de Gaza, el 7 de octubre de 2023.

Este domingo 25 de agosto, el grupo chiíta libanés afirmó haber lanzado cientos de cohetes y drones contra Israel. El grupo libanés detalló que disparó 320 cohetes Katyusha hacia Israel y que alcanzó 11 objetivos militares.

El líder del grupo chiita, Hassan Nasrallah, dijo que el ataque salió según lo planeado y aseguró que no descartan nuevos lanzamientos. Agregó que Hezbolá se abstuvo intencionalmente de atacar a civiles e infraestructura pública.

Por su lado, Israel confirmó que atacó Líbano con cerca de 100 aviones. Según el Gobierno de ese país, estos se habían lanzado para prevenir un ataque mucho mayor por parte de Hezbolá y frustraron la embestida de este domingo.

El grupo chiita lo niega, además, asegura que logró completar sus objetivos a cabalidad como primer ataque en represalia del asesinato de su comandante Fuad Shukr, aunque Nasrallah aseguró que Hezbolá seguirá evaluando los resultados de la operación.

Si el resultado no es suficiente, entonces nos reservamos el derecho de responder en otro momento

-Hassan Nasrallah

Se reportó la muerte de tres personas en Líbano, mientras que del lado de Israel no se confirmaron fallecidos. 

Tras los ataques cruzados —los más fuertes desde que comenzó la ofensiva de Israel en la Franja de Gaza el 7 de octubre de 2023— tanto Israel como Hezbolá dieron a conocer que no pretenden realizar más ataques —por el momento—, aunque ambos manifestaron que se reservan el derecho a una nueva embestida, en medio del temor internacional por una guerra regional más amplia. 

Las hostilidades entre Israel y Hezbolá han ido en aumento desde que ese país comenzó con su feroz ataque contra Hamás en la Franja de Gaza luego del 7 de octubre de 2023, cuando el grupo islamista dejó 1.200 muertos y 250 secuestrados en el sur de Israel, según las cuentas del gobierno israelí.

Desde entonces, se han presentado cada vez ataques más frecuentes en la frontera compartida. Pero, hasta el momento, parece que ambas partes están evitando una escalada regional. 

El fuego cruzado de este domingo viene después de que Israel matara a Fuad Shukr, uno de los comandantes más importantes del grupo como respuesta a un ataque atribuido a Hezbolá en los Altos del Golán —ocupados por Israel—, que dejó al menos 11 personas muertas.

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Entonces, Hezbolá prometió que tomaría represalias contra Israel. Parece que han comenzado este domingo, pero el grupo ha advertido que irá más allá y que le tomará “un tiempo”. 

El incremento de las hostilidades entre Israel y Hezbolá

El asesinato de Shukr pareció ser un punto de quiebre en las ya tensas relaciones entre Israel y Hezbolá. Y aunque parece que este primer ataque cesó —al menos temporalmente—, el miedo a que se escalen más los enfrentamientos persiste. 

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Por parte de Israel, las autoridades del país han asegurado que pretenden una salida del conflicto y contrarrestar las hostilidades por medio de la negociación. El ataque de este domingo se da justamente cuando se busca avanzar en unos diálogos hacia un alto el fuego y la liberación de los rehenes por parte de Hamás —aliado de Hezbolá en la región—. Los mediadores —Qatar, Egipto y Estados Unidos— confían en que acabar con el conflicto en Gaza es clave para disminuir la posibilidad de una guerra a gran escala. 

Sin embargo, Israel no rebaja el tono amenazante. "Estamos decididos a hacer todo lo posible para defender nuestro país, para que los residentes del norte regresen sanos y salvos a sus hogares y para seguir defendiendo una regla simple: quien nos haga daño, nosotros le hacemos daño", advirtió el primer ministro Benjamin Netanyahu en un video.

Además, sentenció que los ataques del domingo en el Líbano "no fueron la última palabra" en la campaña militar de su país contra el grupo armado libanés Hezbolá.

"Estamos asestando a Hezbolá golpes sorprendentes y contundentes… Este es otro paso hacia el cambio de la situación en el norte y el regreso seguro de nuestros residentes a sus hogares. Y, repito, esta no es la última palabra", afirmó el primer ministro.

Por el lado de Hezbolá, el grupo calificó el ataque de este domingo como una represalia inicial por el asesinato de Shukr, pero advirtió que es la primera etapa, una que le permitiría lanzar ataques más profundos en Israel

El grupo también ha dicho que no pretende llegar a una guerra más amplia, pero que está preparado para ella.

Randa Slim, investigadora principal del Middle East Institute, citada por la agencia de noticias AP, señala que los ataques de este domingo están dentro de “las reglas de compromiso" y que "es poco probable en este momento que conduzca a una guerra total".

Una perspectiva similar tiene Danny Citrinowicz, experto del Instituto de Estudios de Seguridad Nacional de Israel, que afirmó que Hezbolá podría estar tratando de “equilibrar la ecuación sin escalar hacia una guerra”. 

Las consecuencias inmediatas del fuego cruzado

Este domingo el gabinete de Seguridad de Israel se reunió en la mañana y se tiene prevista una conversación con el gabinete en pleno más adelante. El ministro de Defensa, Yoav Gallant, declaró el estado de emergencia y el ministro de Asuntos Exteriores, Israel Katz, dijo que Israel respondería a los acontecimientos sobre el terreno, pero que no buscaba una guerra a gran escala.

También el primer ministro interino del Líbano, Najib Mikati, se reunió con los ministros del gabinete en una sesión del comité de emergencia nacional. 

Por otro lado, el ataque derivó en la cancelación o suspensión de los vuelos hacia Tel Aviv durante unos 90 minutos. Lo mismo ocurrió con algunos que se dirigían hacia Beirut. 

Ola de reacciones internacionales

Los aliados de ambas partes del conflicto y también los mediadores se han pronunciado sobre lo sucedido.

Desde Washington, el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Sean Savett, dijo que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, seguía de cerca los acontecimientos y que estaban listos para continuar suministrando su apoyo a Israel.

"Bajo sus órdenes, altos funcionarios estadounidenses se han comunicado continuamente con sus homólogos israelíes. Seguiremos apoyando el derecho de Israel a defenderse y seguiremos trabajando por la estabilidad regional", afirmó. 

Egipto advirtió sobre los peligros de que se abra un nuevo frente de guerra en el Líbano y, siguiendo su rol de mediador, dijo que podría recrudecer los enfrentamientos en Gaza. 

En Medio Oriente, otro de los aliados de Hezbolá, el grupo Hutí de Yemen, felicitó al grupo libanés por su ataque, que catalogó de "grande y valiente". 

La ONU expresó su preocupación por lo acontecido y demandó que se cesaran inmediatamente las hostilidades para evitar un conflicto a mayor escala. 

Con Reuters y AP