Por noveno día consecutivo, el ejército de Israel ha realizado incursiones a gran escala con el objetivo de, según afirma, “prevenir el terrorismo” y no dudan en intensificar su ofensiva para en “arrancarlo sus raíces”. Más de 30 personas han muerto y, según Israel, eran milicianos. El Ministerio de Salud palestino informó que entre las víctimas hay ocho menores y dos ancianos, además de cerca de 150 heridos.

“Estábamos aquí en la casa, comenzaron a disparar a las ventanas, así que bajamos y gritamos y dijimos que pararan, que aquí no había nadie. Empezaron a tocar en el segundo piso, nos quedamos ahí en la escalera, y les gritamos “¡Paren un momento!”, Qasem al-Souki, relató los momentos de desesperación que vivió con su familia cuando el ejército empezó a disparar en su casa, en la ciudad de Jenín, al norte de Cisjordania.

 Cientos de palestinos en este territorio se han visto obligados a vivir en un confinamiento en sus hogares, luego de días de redadas israelíes que han llegado a atacar incluso a civiles, según la autoridad palestina.

Esta operación militar lleva ya dos semanas. Cientos de soldados, policías y oficiales de inteligencia respaldados por helicópteros, drones y vehículos blindados participan de esta incursión, la mayor acción militar israelí en el territorio en meses.

El foco de los ataques se concentra en el norte de Cisjordania. El ejército israelí dijo que tres ataques con aviones no tripulados alcanzaron una célula militante que representaba una amenaza para los soldados en Tubas, matando a varias personas, entre ellas Mohammad Zakaria Zubeidi, a quien describió como un "terrorista importante" en el área de Jenin.

En declaraciones para la agencia EFE, el Ejército israelí informó este jueves que mató a 36 milicianos y arrestó a otros 46, desde que inició esta operación el 28 de agosto. Asegura, además, que ha confiscado unas dos docenas de armas, destruido tres laboratorios de fabricación de bombas y neutralizado docenas de artefactos explosivos.

Por su parte, la autoridad palestina, que gobierna cada vez menos territorio cisjordano, informó que hubo 19 muertos en Jenin, 10 en Tubas y 7 en Tulkarem, entre ellos ocho menores y dos ancianos, además de cerca de 150 heridos.

‘Campamentos de verano’

El ejército israelí denominó a esta operación como ‘Campamentos de verano’, que tiene como objetivo desmantelar células del grupo islamista Hamás y de la Yihad Islámica Palestina. Sin embargo, numerosos civiles se han visto afectados por los combates y por la estela de destrucción generalizada que ha quedado en las calles, casas, campos y estaciones eléctricas.

"Más de 20 terroristas armados han sido atacados mediante ataques aéreos", señala un comunicado del ejército de Israel.

La presencia israelí ha dejado un rastro de casas quemadas y dañadas en Jenin y más de 20 kilómetros de carreteras excavadas por tractores blindados, en lo que el ejército israelí dice que es una táctica necesaria para neutralizar bombas enterradas al costado del camino.

Las fuerzas israelíes permanecieron el jueves en Tulkarem, donde las fuerzas israelíes acordonaron el Hospital Gubernamental Shuhada Thabet para inspeccionar las ambulancias e interrogar a los paramédicos, informó Wafa, al precisar que los uniformados también persiguieron vehículos civiles mientras disparaban gases lacrimógenos y munición real contra los residentes.

‘Arrancar las raíces del terrorismo’

El ejército considera que Jenin y sus alrededores son bastiones de los grupos armados palestinos que luchan contra Israel. Los grupos militantes Jihad Islámica Palestina y Hamás operan libremente en Yenín y también luchan juntos en Gaza. 

El miércoles 4 de septiembre, el ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, dijo que el ejército debe utilizar "todas sus fuerzas" para combatir "el resurgimiento del terrorismo" en Cisjordania, que está separada desde la Franja de Gaza por territorio israelí. 

"No hay otra opción, debemos utilizar todas las fuerzas", subrayó Gallant, al mencionar que ahora “estamos cortando el césped”, pero “llegará el momento en el que arrancaremos las raíces”.

Los 36 muertos en nueve días se suman a los más de 330 palestinos que han perdido la vida en Cisjordania en lo que va de 2024, la mayoría milicianos o atacantes, pero también civiles.

Mucha infraestructura civil también ha sido golpeada por las fuerzas de Israel. Nasser Abu Aziz, director de la Compañía de Distribución de Electricidad del Norte en Jenin, dijo que todos los activos de la Compañía de Distribución de Electricidad del Norte fueron directamente atacados. 

“Si me preguntas por las pérdidas, te puedo decir que las pérdidas afectaron a todos nuestros activos frente a ti. Las tres grúas de la empresa que tienes delante han resultado completamente dañadas. En otras palabras, son inoperantes. Están fuera de servicio”, relató.

Mientras que el resto de ciudadanos viven aterrados dentro de sus hogares. "Es como una prisión", dijo Adnan Naghnaghia, padre de cinco hijos, que vive en el campo de refugiados de Jenin. Después de tantos años de ataques constantes, Naghnaghia contó a la AFP que  han aprendido a abastecerse de alimentos para varios días. A veces una ambulancia se encarga de entregar ciertas compras y el agua a veces les llega con la Media Luna Roja. Los médicos tratan a los heridos, pero también entregan alimentos y otras necesidades básicas.

Leer tambiénIgnacio Montes de Oca: "Una guerra en Cisjordania no solo es inminente, sino que está en curso"

Los hospitales han tenido que cambiar sus dinámicas de trabajo, así como los médicos tratan de coordinar un permiso para evitar ser atacado o detenido. Los cortes de agua y luz se han vuelto constantes e intermitentes cada día.

Los palestinos en Cisjordania temen ser detenidos. Las redadas israelíes se llevan a cabo sin órdenes judiciales y muchos de los arrestados se encuentran en "detención administrativa", una figura que permite a Israel encarcelar a personas sin cargos, sin pruebas ni juicio, durante periodos infinitamente prorrogables.

Se estima que unos 9.900 personas permanecen en cárceles israelíes, incluidos 250 menores y 86 mujeres, de los que un tercio están bajo "detención administrativa".

Con AFP, Reuters, EFE