El Ejército israelí intensificó sus ataques en Líbano este 15 de noviembre, golpeando barrios al sur de Beirut, la capital, como Ghobeiry y Burj al-Barajneh. Según el Estado de mayoría judía, más de 120 objetivos de Hezbolá fueron impactados en las últimas 24 horas, incluidos los centros de mando de la fuerza de élite del grupo chiita en Nabatieh, en el sur del país. Las embestidas aumentan un día después de que EE. UU. presentara al líder del Parlamento libanés una propuesta de tregua entre su aliado en Medio Oriente y Hezbolá.

Israel destruyó un edificio cerca del concurrido cruce de Tayouneh en Beirut, marcando un objetivo más central en la capital libanesa en comparación con sus bombardeos previos. 

La ofensiva, que es parte de una serie de ataques recientes, se centró en áreas controladas por Hezbolá en los suburbios del sur de la ciudad. Esta escalada coincide con los esfuerzos diplomáticos liderados por Estados Unidos, que presentó una propuesta de tregua al presidente del Parlamento libanés, Nabih Berri, respaldado por Hezbolá, según fuentes políticas.

Una fotografía de la agencia de noticias Associated Press mostró el momento en que un edificio de 11 pisos en Tayouneh, cerca del centro de Beirut, fue alcanzado por una bomba, estallando en llamas. 

El ataque, que redujo gran parte del edificio a escombros, fue precedido por una advertencia del Ejército israelí, que afirmó que la estructura albergaba una instalación de Hezbolá. Hasta el momento, no se han reportado víctimas.

Israel también lanzó ataques aéreos sobre el bastión del grupo chiita en el Dahye, al sur de Beirut, tras una serie de bombardeos a lo largo del país que dejaron al menos 43 muertos. 

Previo a esos asaltos, el portavoz militar Avichay Adraee instó a los residentes de Ghobeiry a evacuar "inmediatamente" y mantenerse a una distancia mínima de 500 metros de varios edificios en la zona.

Simultáneamente, se detectaron cinco proyectiles disparados desde Líbano hacia Haifa y la Alta Galilea, los cuales fueron interceptados o cayeron en áreas deshabitadas.

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Negociaciones de tregua

Un día antes de esta intensificación de las embestidas, el jueves 14 de noviembre, el embajador de Estados Unidos en Líbano presentó un borrador de propuesta de tregua al presidente del Parlamento libanés, Nabih Berri, quien cuenta con el apoyo de Hezbolá para llevar adelante las negociaciones, según informaron a Reuters dos destacadas fuentes políticas libanesas. 

Se trata de la primera propuesta escrita de Washington en semanas para detener el conflicto entre su aliado Israel y Hezbolá, movimiento respaldado por Irán, aunque no se revelaron detalles específicos del contenido.

"Se trata de un borrador para obtener observaciones de la parte libanesa", comentó una de las fuentes a Reuters. Cuando se le preguntó sobre la propuesta, un portavoz de la embajada de Estados Unidos en Beirut confirmó que “se están realizando esfuerzos para alcanzar un acuerdo diplomático".

No buscamos sabotear nada. Buscamos una solución a los problemas

Además, el asesor del líder supremo de Irán, Ali Larijani, se reunió este viernes en Beirut con Berri, y el primer ministro interino, Najib Mikati, para hablar sobre la guerra entre Israel y Hezbolá, según reportaron medios locales e iraníes. 

"No buscamos sabotear nada. Buscamos una solución a los problemas", comentó Ali Larijani después de conversar con Berri y el premier libanés interino.

Según el alto funcionario iraní, su Gobierno intenta implementar plenamente la resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU, sin modificaciones. 

Adoptada en 2006, esta resolución busca poner fin a las hostilidades entre Israel y Hezbolá. Establece la retirada de las tropas israelíes del territorio libanés, el desarme de Hezbolá y su alejamiento de la zona al sur del río Litani, que se encuentra a unos 30 kilómetros de la frontera entre Israel y Líbano.

Mientras tanto, el ministro de Energía de Israel, Eli Cohen, afirmó que las perspectivas para un alto el fuego eran las más favorables desde el inicio del conflicto.

Según el diario 'The Washington Post', el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, estaría buscando cerrar rápidamente un acuerdo de alto el fuego, con la intención de entregar una victoria diplomática al presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, conocido por su postura a favor de Israel.

El jueves, el ministro de Exteriores israelí, Gideon Saar, reiteró en una conversación que mantuvo con su homólogo francés, Jean-Noël Barrot, que hay "un deseo de lograr un alto el fuego" en el Líbano. 

Ese panorama permitiría que los más de 60.000 evacuados del norte de Israel puedan regresar a sus casas, algo para lo que, según las últimas declaraciones, se están produciendo "avances" a través de las negociaciones.

Sin embargo, Saar reiteró que un acuerdo no es suficiente si la comunidad internacional no garantiza que Líbano "sea devuelto al pueblo libanés en lugar de ser controlado por el régimen iraní".

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Una guerra prolongada

Israel lanzó su ofensiva contra Hezbolá tras casi un año de enfrentamientos transfronterizos, exacerbados por la guerra en Gaza. El objetivo declarado de la operación, según el Estado de mayoría judía, es garantizar el retorno seguro de decenas de miles de israelíes desplazados del norte del país. 

La campaña militar dio duros golpes a Hezbolá, incluyendo la muerte de su líder, Sayyed Hassan Nasrallah, y de varios comandantes. Israel golpea con intensos bombardeos en áreas del Líbano donde Hezbolá mantiene presencia política y militar, además de desplegar tropas en el sur del país. 

Por su parte, el movimiento chiita libanés sigue con sus ataques con cohetes contra Israel y mantiene enfrentamientos con las fuerzas de ese país en el terreno. Un obstáculo clave en las negociaciones para un alto el fuego es la insistencia del Gobierno de Netanyahu de mantener la libertad de acción militar si Hezbolá incumple cualquier acuerdo, una condición ya rechazada por Líbano.

El conflicto generó una grave crisis humanitaria. Más de un millón de personas han sido desplazadas en Líbano, mientras que los ataques israelíes han causado al menos 3.386 muertes desde el 7 de octubre de 2023, según el Ministerio de Salud libanés. 

En Israel, los ataques de Hezbolá han dejado alrededor de 100 muertos, entre civiles y soldados, en el norte del país, los Altos del Golán ocupados y el sur del Líbano, según cifras oficiales israelíes.

El conflicto se ha exacerbado en el último año, pero se remonta a la creación del Estado de Israel en 1948 y la posterior "nakba", que desplazó a cientos de miles de palestinos, incluidos más de 100,000 que buscaron refugio en Líbano. Este flujo migratorio aumentó las tensiones internas que desembocaron en la Guerra Civil Libanesa (1975-1990). 

La invasión israelí de Líbano en 1982, diseñada para desmantelar la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), gestó la formación de Hezbolá. Este grupo, respaldado por Irán, surgió como un movimiento chiita que buscaba resistir la ocupación israelí y proteger a las comunidades del sur de Líbano.

Desde entonces, las tensiones han sido constantes, con conflictos como la guerra de 2006, desatada tras la captura de soldados israelíes por parte de Hezbolá. Este enfrentamiento resultó en miles de muertes, principalmente civiles libaneses, y dejó a Hezbolá intacto militarmente, lo que muchos consideraron un fracaso estratégico para Israel.

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Con AP y Reuters