Al menos 30 personas murieron este miércoles 29 de enero tras el multitudinario festival de Kumbh Mela, en el norte de India. Los hechos ocurrieron por una estampida cuando millones de peregrinos se dirigían a bañarse en la confluencia de tres ríos considerados sagrados en la localidad de Prayagraj, en el estado de Uttar Pradesh, en el día de mayor asistencia del festival de seis semanas.

Escenas de caos y muerte en el festival de Kumbh Mela, en el norte de India.

Este miércoles 29 de enero, en el día que congrega mayor número de peregrinos, al menos 30 personas murieron y 60 resultaron heridas, según la más reciente actualización de las cifras oficiales, citadas por Reuters, en la localidad de Prayagraj, en el estado de Uttar Pradesh, donde ocurrieron los hechos.

La tragedia se desencadenó por una estampida que ocurrió cuando los peregrinos se apresuraban hacia la confluencia de tres ríos, donde la inmersión se considera particularmente sagrada. Fue entonces cuando las multitudes intentaron saltar las barricadas erigidas para una procesión de “hombres santos”, aseguró el principal funcionario electo del estado de Uttar Pradesh, Yogi Adityanath, en una declaración televisada. 

Adityanath señaló que, además, varias personas resultaron heridas, algunas de gravedad, durante la estampida.

Más de 12 horas después de la tragedia se seguían llevando cadáveres a la morgue del hospital local, pese a que el gobierno aún no había anunciado oficialmente el número de víctimas.

"Están llegando más cadáveres. Tenemos casi 40 cadáveres aquí. Los estamos trasladando también y entregándolos a las familias uno por uno", afirmó previamente una de las fuentes, entrevistadas por Reuters.

No obstante, el alto oficial de policía Vaibhav Krishna, señaló que la institución aún no podía dar cifras oficiales de víctimas mortales, debido a que los agentes se encontraban ocupados con el control de la multitud.

El primer ministro Narendra Modi ofreció sus condolencias a los "devotos que han perdido a sus seres queridos" y señaló que los funcionarios locales se encuentran ayudando a las víctimas "de todas las formas posibles", sin especificar el número de muertos.

Estaba previsto que Modi asistiera al festival el próximo mes.

Los familiares angustiados hicieron fila a las afueras de un hospital improvisado para tratar de identificar a los muertos por la estampida.

Este miércoles fue un día considerado particularmente sagrado durante el festival de seis semanas, y las autoridades locales esperaban que un récord de 100 millones de devotos participaran en el baño ritual de la confluencia de los ríos Ganges, Yamuna y el mítico Saraswati. Los hindúes creen que un baño allí puede limpiarlos de sus pecados pasados ​​y poner fin al proceso de reencarnación.

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La oposición india culpa de la tragedia a una “mala gestión”

Algunos testigos describieron un fuerte empujón que hizo que los devotos cayeran unos sobre otros, mientras que otros aseguraron que el cierre de las rutas hacia el agua paralizó a la densa multitud y provocó que la gente se desplomara por asfixia.

"Hubo conmoción, todo el mundo empezó a empujarse, a tirar, a treparse unos a otros. Mi madre se desplomó (…) Luego mi cuñada. La gente les atropelló", sostuvo Jagwanti Devi, de 40 años, sentada en una ambulancia con los cuerpos de sus familiares.

Un funcionario del Hospital SRN de Prayagraj, donde fueron trasladados algunos de los heridos, aseveró que quienes murieron habían sufrido ataques cardíacos o tenían comorbilidades como diabetes.

"La gente llegó con fracturas, huesos rotos (…) Algunos se desplomaron en el lugar y fueron llevados muertos", indicó el funcionario.

Partidos políticos de la oposición culparon de lo ocurrido a una “mala gestión”.

Este festival hindú es la reunión religiosa más grande del mundo y se espera que atrayera a unos 400 millones de personas durante sus seis semanas, según los funcionarios locales, en comparación con la peregrinación del Haj en Arabia Saudita, que atrajo a 1,8 millones el año pasado.

El festival Maha Kumbh, que se celebra cada 12 años, comenzó el pasado 13 de enero. Casi 150 millones de personas ya han asistido, entre ellas el ministro de Defensa, Rajnath Singh, y el ministro del Interior, Amit Shah, y celebridades como Chris Martin, de Coldplay.

El festival de 45 días es un importante acontecimiento cultural para los hindúes de la India, que representan casi el 80% de los más de 1.400 millones de habitantes del país. También es un evento de prestigio para Modi, cuyo gobernante partido nacionalista hindú Bharatiya Janata se jacta de promover los símbolos culturales hindúes.

Con Reuters y AP