La llegada del ex primer ministro de Pakistán al tribunal se dio después de que él diera a conocer, vía Twitter, su temor a ser arrestado por las fuerzas de seguridad, que irrumpieron en su propiedad en Lahore mientras él se dirigía a la corte, en la capital del país, según lo denunciaron funcionarios de su partido.

Después de muchas disputas legales, Imran Khan llegó a los estrados de Islamabad, la capital de Pakistán. Así lo confirmó su asesor judicial, Fawad Chaudhry, quien dijo que una vez la comparecencia fue registrada oficialmente por el tribunal, Khan regresó a su casa en la ciudad de Lahore.

El tribunal de la Comisión Electoral había emitido previamente órdenes de arresto contra Khan, ya que este no había comparecido en audiencias anteriores, a pesar de las citaciones judiciales.

"Voy a la corte de Islamabad ahora mismo. Quiero decirles a todos que han hecho un plan para arrestarme", dijo Khan en un mensaje de video en sus redes sociales.

A inicios de esta semana se registró otro gran enfrentamiento entre los seguidores del ex primer ministro y la policía a las afueras de la casa de Kahn. En ese momento él se comprometió, por medio de un documento firmado, a asistir este sábado 18 de marzo ante las autoridades.

Sin embargo, el viaje de Khan a la capital desencadenó un caos, pues según medios locales, el juez tuvo que dejar que el ex premier firmara desde su vehículo a las afueras de la sala del tribunal, en el complejo judicial, debido a los desmanes que ocasionaron los enfrentamientos entre sus simpatizantes y la policía.

En la emisora Geo News, de la capital paquistaní, el jefe de la policía dijo que los partidarios de Khan atacaron inicialmente a los uniformados con bombas de gases, y que por esta razón las fuerzas de seguridad respondieron con más gases lacrimógenos.

“Estoy agradecido a las masas que vinieron cuando fui a mi comparecencia ante el tribunal. Todo el mundo sabe que el grupo gobernante de ladrones tiene un solo objetivo: encarcelarme de cualquier manera hasta que terminen las elecciones”, escribió más tarde en Twitter.

En la misma red social, el primer ministro Shehbaz Sharif criticó a Khan acusándolo de usar a sus simpatizantes como escudos humanos para intentar intimidar al poder judicial del país.

Los magistrados solicitaron que Khan asistiera presencialmente al tribunal debido a una orden que lo acusa de vender ilegalmente regalos de Estado que le habían dado dignatarios extranjeros mientras él ocupaba el cargo entre 2018 y 2022.

Más temprano, funcionarios del partido político de Khan denunciaron que la policía había entrado a la lujosa casa del ex premier en Lahore, rompiendo la puerta principal de la propiedad, justo en el momento en que él se dirigía hacia el tribunal.

Khan condenó la avanzada de la policía en Twitter y dijo que su esposa estaba en la propiedad, mientras tanto, la policía llevaba a cabo arrestos de varios de sus partidarios por acusaciones de ataques contra oficiales durante enfrentamientos a principios de esta semana. Fueron 61 los detenidos. Por otro lado, los policías denunciaron haber sido atacados con hondas, bombas de gasolina y barras de hierro.

Acusaciones contra el ex primer ministro

El ex jugador de cricket de 70 años, convertido en político, fue derrocado en una moción de censura el año pasado, desde entonces ha buscado hacer presión al frágil Gobierno de coalición que lo reemplazó para que celebre elecciones anticipadas.

El 3 de noviembre de 2022, Khan recibió un disparo en la pierna durante un mitin político, en un intento de asesinato al que culpó al primer ministro Sharif.

Después del atentado, sin presentar pruebas, afirmó en entrevista con France 24 que la amenaza de muerte todavía seguía presente. Argumentó que sus opositores políticos y militares quieren impedir que se presente a las elecciones de final de año. Acusaciones que el Ejército y Gobierno no respondieron.

Una de las estrategias para presionar al Gobierno de Sharif ha sido realizar masivos mítines populares y discursos casi a diario en transmisiones en vivo en redes sociales.

"Ahora es obvio que todo el asedio de Lahore no tenía por objeto garantizar mi comparecencia ante el tribunal en un caso, sino que pretendía llevarme a prisión para que no pudiera dirigir nuestra campaña electoral", dijo Khan, este sábado 18 de marzo.

Los tribunales de Pakistán a menudo se utilizan para someter a los legisladores a largos procedimientos que los observadores de derechos internacionales critican por sofocar a la oposición política.

Y mientras todo este drama político se desarrolla en solo dos o tres ciudades, Pakistán vive una compleja situación económica ad portas de una recesión, con una inflación interanual que alcanzó en febrero el 31,5%, la tasa más alta desde junio de 1974, según reportes oficiales del país.

A esto se le suman los riesgos de cesación de pagos si no puede obtener la ayuda del Fondo Monetario Internacional, con quien ha tenido inconvenientes para cumplir los requisitos para acceder a los préstamos y una situación de inseguridad, que se ha incrementado por medio de una serie de ataques mortales contra la policía, en los que se ha vinculado a los talibanes en Pakistán.

Con Reuters y medios locales.