Los votantes franceses dieron el domingo al partido de extrema derecha Agrupación Nacional (RN) una posición dominante en la primera vuelta de las elecciones legislativas. Tras quedar en segunda posición, el bloque de izquierda Nuevo Frente Popular anunció que retiraría a sus candidatos en los distritos donde quedaron en tercer lugar para apoyar candidaturas que se opongan a la extrema derecha. El primer ministro, Gabriel Attal, de la alianza centrista del presidente Emmanuel Macron optó por la misma vía, aunque aseguró que eso no significa "votar a la izquierda".

El partido de extrema derecha Agrupación Nacional (RN) de Marine Le Pen y sus aliados de derecha consiguieron un tercio de los votos en la primera vuelta electoral el domingo, superando por cinco puntos a la coalición de izquierda Nuevo Frente Popular y por 12 a la alianza gobernante del presidente Emmanuel Macron, que quedó en tercera.

El partido nacionalista de Le Pen lideró la carrera en 296 de los 577 distritos electorales de Francia, ganando 39 de ellos con más del 50% de los votos. En la segunda ronda el próximo domingo 7 de julio se espera un gran número de contiendas entre candidatos a diputados de RN, del NFP y del campo centrista de Macron.

Le Pen pidió a los votantes dar a su partido una "mayoría absoluta" de escaños en la Asamblea Nacional. En tal escenario, se esperaría que Macron nombrara al presidente de 28 años del partido, Jordan Bardella, como primer ministro en un incómodo sistema de poder compartido conocido como "cohabitación", que debilitaría a Macron tanto en el ámbito nacional como en el internacional.

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Un rompecabezas por resolver

El sistema electoral francés, que funciona en dos vueltas y permite pasar a la ronda definitiva a los candidatos que obtengan al menos el 12,5% de los votos del total de inscritos, crea un auténtico rompecabezas político.

Alrededor de 300 enfrentamientos triangulares, generalmente entre el RN, la coalición de izquierda Nuevo Frente Popular y el bloque macronista, serán decisivos para determinar si la formación de Le Pen conseguirá los 289 diputados necesarios para obtener la mayoría absoluta e imponer una "cohabitación" con Jordan Bardella como primer ministro.

Las directivas de los partidos comenzaron a hacer sus cálculos. El Nuevo Frente Popular, que incluye a La Francia Insumisa (LFI), el Partido Socialista (PS), los Verdes y los Comunistas, anunció que retirará a sus candidatos peor posicionados para permitir la victoria de otra fuerza que no sea el RN.

Por su parte, el primer ministro Gabriel Attal, del partido de Macron, también llamó a bloquear a la extrema derecha y asumió el retiro de sus candidatos menos favorecidos en la contienda, aunque afirmó que esto “no significa movilizarse” hacia la izquierda. 

De acuerdo a un recuento de 'Le Monde', actualizado por última vez a las 20:00, hora local, al menos 179 candidaturas del bloque de izquierda habían sido retiradas, mientras que el bloque presidencial había hecho lo propio con 56 de las suyas. 

 

Los candidatos que no ganaron en la primera ronda pero que se clasificaron para la segunda tienen hasta las 18:00, hora local, del martes para decidir si permanecen en la carrera o se retiran. 

Con el plazo para presentar las listas de candidatos a la segunda vuelta en cuenta atrás, ambos bloques tendrán que encontrar el equilibrio entre mantener a sus votantes e incentivar un bloqueo al partido de Le Pen. 

La "cohabitación", el dolor de cabeza que Macron busca esquivar

 

En una posible “cohabitación” en Francia, el gobierno implementaría políticas que divergen del plan del presidente. La Quinta República francesa ha vivido tres cohabitaciones, la última bajo el presidente conservador Jacques Chirac, que tuvo como primer ministro a un socialista, Lionel Jospin, entre 1997 y 2002.

El primer ministro es responsable ante el Parlamento, dirige el gobierno y presenta proyectos de ley. Por su parte, el presidente se ve debilitado en casa durante la cohabitación, pero conserva algunos poderes sobre política exterior, asuntos europeos y defensa. Es el encargado de negociar y ratificar tratados internacionales.

El presidente también es el comandante en jefe de las fuerzas armadas del país y es quien posee los códigos nucleares. La Asamblea Nacional, la Cámara Baja, es la más poderosa de las dos Cámaras del Parlamento francés. Tiene la última palabra en el proceso legislativo frente al Senado.

Macron tiene mandato presidencial hasta 2027 y dijo que no renunciará antes del final de su mandato.

Durante las "cohabitaciones" anteriores, la política exterior y de defensa se consideraban el “campo reservado” informal del presidente, que generalmente lograba llegar a acuerdos con el primer ministro para permitir que Francia hablara con una sola voz en el exterior. 

Sin embargo, hoy en día, las opiniones de la extrema derecha y de la coalición de izquierda en estas áreas difieren radicalmente del enfoque de Macron y probablemente serían tema de tensión durante una posible "cohabitación".

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Sin embargo, los opositores a Le Pen creen que ese escenario aún es más atractivo que una mayoría absoluta de su partido, que tiene una historia de racismo, xenofobia, antisemitismo y hostilidad hacia los musulmanes de Francia, así como vínculos históricos con Rusia y una postura contraria al poder de la Unión Europea. Le Pen heredó su partido, entonces llamado Frente Nacional, de su padre, Jean-Marie Le Pen, quien tiene múltiples condenas, entre las cuales por incitación al odio racial y negacionismo del Holocausto

“Estamos ante una 'trumpización' de la democracia francesa”, advirtió la diputada Sandrine Rousseau, ecologista y reelecta en la primera vuelta. “La segunda vuelta será absolutamente crucial”, agregó. 

 

Con AP