En este momento, 18 ministros de Colombia presentarían su renuncia protocolaria siguiendo la solicitud del Presidente, Gustavo Petro, quien con varios pendientes en el Congreso y sin el apoyo definitivo de las fuerzas políticas a sus propuestas, ajusta su estrategia para a sacar adelante sus proyectos , comenzando por la polémica Reforma al Sistema de Salud.
Que el presidente Gustavo Petro les pida a sus 18 ministros la renuncia protocolaria es un paso para una reestructuración radical del Gobierno, en su noveno mes en el poder.
No es la primera vez que un cambio así se da en su presidencia, pero la forma ha sido distinta. En febrero removió directamente a tres ministros: Alejandro Gaviria (Salud), Patricia Ariza (Cultura) y María Isabel Urrutia (Deportes).
¿Quiénes serán los nuevos ministros esta vez? Esa es la pregunta que no tiene respuesta pública por ahora.
El presidente deja en evidencia que es una decisión política ligada al fin de la coalición de partidos y movimientos de izquierda, el Pacto Histórico, La U, el Liberal, el Conservador y la Alianza Verde.
"La invitación a un pacto social para el cambio ha sido rechazada. Quienes se han enriquecido con el uso del dinero público no se han dado cuenta que la sociedad demande sus derechos y que eso implica el diálogo y el pacto", dijo el jefe de Estado en su Twitter y concluyó:"Tal situación nos lleva a un replanteamiento del gobierno".
Para escuchar una decisión de este indol hay que ver el panorama completo de los pendientes del Gobierno, que requiere apoyo de los partidos o voluntad política:
El plan de desarrollo, que sigue en el Congreso y, por lo tanto, la reforma rural; la política de seguridad recién presentada; el tercer ciclo de negociaciones con el ELN por supuesto, y la reforma a la salud, tema que sigue sin recibir la aceptación esperada por el Presidente y la Ministra de Salud, Carolina Corcho; y que además s’maintiene con el firme rechazo del oficialismo de los partidos Liberal, Conservador y La U.
Disolución anunciada
Además de las trabas legislativas, que la reforma de salud ha tenido desde que fue presentada al Congreso, están las dificultades con la coalición, conformada por su gobierno, para aprobar otras iniciativas.
Durante un discurso en el suroeste del país, Gustavo Petro criticó a un sector de la coalición gobernante por su inoperancia legislativa en el proceso de aprobar impulsos normativos para el ejecutivo, especialmente las reformas sociales, base en su campaña presidencial.
"El Congreso no fue capaz de aprobar unos artículos simples muy pacíficos que habrían permitido una mayor democratización de la tierra", declaró el mandatario colombiano, quien también agregó que "se necesita decisión del Gobierno, audacia del Gobierno y se necesita un movimiento campesino que levantándose en dignidad".
Tampoco es ya consciente de que las elecciones municipales y autonómicas serán en octubre, ya que es el momento en el que más impacto necesitan los sectores políticos, por lo que una decisión es una línea los afecta.
Se queda la reforma, se va el gabinete
La reforma al sistema de salud colombiano, iniciativa insignia de su Gobierno, el pasado 18 de abril fue calificada por el mandatario como "prueba de fuego" para la coalición gobernante.
La intención de la reforma es centralizar el control de la sanidad pública en el Estado, cambiando el sistema actual, gestionado por entidades privadas, por uno público y universal, que garantice la atención a todos los ciudadanos; sin embargo, el proyecto ha avivado la incertidumbre en cuanto a su viabilidad financiera y temores de volver al fallido sistema sanitario que tuvo el país en los años 90.
La reforma ha polarizado a la sociedad colombiana, provocando movilizaciones masivas en la capital del país, tanto a favor como en contra.
Con Reuters, EFE y medios locales