La Comisión Electoral Central de Georgia anunció este sábado que Mijaíl Kavelashvili fue elegido presidente de la nación caucásica por el Parlamento, sin una votación de sufragio universal. Kavelashvili, candidato del bloque gobernante Sueño Georgiano, contó con el apoyo de 224 de los 300 diputados nacionales. Por su parte, la presidenta saliente, Salomé Zurabishvili, ha dicho que no entregará su cargo.

El Ejecutivo georgiano entra en sintonía con Moscú. Este sábado, el prorruso y candidato del bloque gobernante Sueño Georgiano (SG) Mijaíl Kavelashvili fue elegido como presidente de Georgia por el Parlamento del país en una votación que fue boicoteada por la oposición, tal y como informó la Comisión Electoral Central georgiana. 

Kavelashvili contó con el apoyo de 224 de los 300 diputados nacionales y municipales partícipes de la votación. Para ser elegido necesitaba 200 votos. 

En ese sentido, esta es la primera elección presidencial en la que el jefe de Estado de Georgia no es elegido por sufragio universal, sino por una votación colegial de 150 diputados y 150 delegados municipales. Esto, luego que una enmienda constitucional aprobada en 2017 modificara el mecanismo de elección, así que un colegio electoral elige al jefe del Estado, aprovechando la conversión de Georgia a una república parlamentaria con un presidente con poderes exclusivamente representativos.

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Así pues, el prorruso sustituirá a la opositora europeísta Salomé Zurabishvili, que está en disputa con el Legislativo tras las elecciones parlamentarias del pasado octubre en las que ganó el partido Sueño Georgiano. Desde entonces, no reconoce su legitimidad y se niega a abandonar su cargo. 

Anoche, en una rueda de prensa, la opositora, presidenta desde 2018, reiteró que no abandonará la Presidencia y se refirió a la votación como "parodia anticonstitucional". De acuerdo a Zurabishvili, en Georgia no hay un Parlamento legítimo y, por ende, "un Parlamento ilegítimo no puede elegir a un nuevo presidente". 

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Por su parte, la oposición, que se ha mantenido en las calles de Tiflis diariamente desde que el 28 de noviembre cuando el Gobierno congeló las negociaciones de ingreso del país a la Unión Europea, se concentró en las primeras horas de la mañana de hoy frente a la sede del Parlamento. 

La Policía, para prevenir incidentes, cerró las calles adyacentes por donde los diputados acceden a la sede del Legislativo e instaló camiones con cañones de agua. 

Con todo y ello, la votación de este sábado convierte a Kavelashvili en el sexto presidente en la historia del país caucásico desde su independencia de la Unión Soviética

¿Quién es el presidente elegido?

Nacido en 1971, Kavelashvili fue delantero de la Premier League en el Manchester City y en varios clubes de la Superliga suiza. Posteriormente, fue elegido diputado en 2016 por SG y en 2022 cofundó el movimiento político Poder Popular, que se alió con el partido gobernante y ganó fama por su discurso antioccidental. 

Además, fue uno de los autores de una controvertida ley que exige que las organizaciones que reciben más del 20% de su financiación del extranjero se registren como "que persiguen los intereses de una potencia extranjera"; semejante a una medida rusa utilizada para desacreditar a las organizaciones críticas con el Gobierno. 

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Desde que fue nominado por Sueño Georgiano para la presidencia, Kavelashvili ha sido objeto de burlas por su falta de educación superior por parte de la oposición. De hecho, este sábado, algunos manifestantes llevaron sus diplomas universitarios frente al edificio del Parlamento y otros patearon balones de fútbol. 

Por su parte, SG –fundado por Bidzina Ivanishvili, un multimillonario misterioso que hizo su fortuna en Rusia–, es acusado por los críticos de volverse cada vez más autoritario y de acercarse cada vez más a Rusia, algo que el partido ha negado. Recientemente, el movimiento político impulsó leyes similares a las utilizadas por el Kremlin para reprimir la libertad de expresión y los derechos LGBTIQ+.

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"Somos hijos de Europa"

La elección de Kavelashvili ocurre en un momento tenso para el escenario político georgiano. 

El 28 de noviembre el Gobierno anunció la suspensión de las negociaciones para la adhesión de Georgia a la Unión Europea. Este hecho desató la ira de miles de manifestantes opositores al bloque gobernante y en favor de las políticas pro europeas. Desde entonces, Tiflis es escenario a diario de intensos enfrentamientos entre la Policía y los activistas pro Europa

Por su parte, las fuerzas antidisturbios han utilizado cañones de agua y gases lacrimógenos casi a diario para dispersar y golpear a decenas de manifestantes, quienes también han lanzado fuegos artificiales a los elementos policiales y han construido barricadas en el bulevar central de la capital. 

Cientos de personas han sido detenidas y más de 100 han recibido tratamiento por heridas. Adicionalmente, varios periodistas fueron golpeados por la Policía, mientras que los trabajadores de los medios de comunicación acusaron a las autoridades de utilizar matones para disuadir a la gente que protestaba en contra del Gobierno. Sueño Georgiano ha negado esta acusación. 

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Los manifestantes prometieron que las manifestaciones continuarían. "Si (el Gobierno) quiere irse a Rusia, que se vaya a Rusia, porque nosotros no nos vamos a ir a ninguna parte. Nos quedaremos aquí", dijo el manifestante Kato Kalatozishvili.

Otro manifestante ondeó un cartel que decía "Somos hijos de Europa". 

Con EFE y AP