El partido oficialista, Sueño Georgiano, anunció la decisión de suspender las conversaciones de adhesión con la Unión Europea hasta el 2028, después de que el Parlamento Europeo adoptara una resolución de rechazo a los resultados de las elecciones de octubre. Decenas de manifestantes proeuropeos protestaron la decisión del Ejecutivo.
Se paraliza el ingreso de Georgia a la Unión Europea (UE). Minutos después de que el Parlamento de Georgia aprobara la composición del nuevo Gobierno encabezado por Sueño Georgiano, el partido oficialista confirmó la decisión de congelar las conversaciones con la UE en referencia a su futuro ingreso al bloque, al menos hasta 2028.
"Hemos decidido no incluir en el orden del día la cuestión de la apertura de negociaciones con la Unión Europea hasta finales de 2028. Asimismo, rechazamos cualquier subvención presupuestaria de la Unión Europea hasta finales de 2028″, menciona el comunicado oficial.
En el mismo texto, Sueño Georgiano acusa a la UE de lanzar "una cascada de insultos" en contra del país, además de señalar al Parlamento Europeo de utilizar la candidatura de Georgia para "chantajear" al Gobierno y "organizar una revolución" dentro de Tbilisi.
Aunque Georgia ha sido tradicionalmente una de las repúblicas exsoviéticas más afines a Occidente, con el objetivo de ingresar a la Unión Europea en su Constitución, la relación entre Tbilisi y Bruselas se ha tensado en los últimos meses, con críticas del bloque al presunto acercamiento proruso y un declive en el respeto a los derechos de la comunidad LGBTQ+.
El primer ministro, Irakli Kobajidze, aclaró que Georgia aún mantiene el objetivo de ser parte de la Unión Europea, aunque remarca que el objetivo nacional es lograr una entrada "digna" al bloque. Georgia es considerada oficialmente un Estado candidato a la UE desde diciembre de 2023, mientras que encuestas citadas por Reuters indican que alrededor del 80% de los georgianos están a favor de unirse al bloque.
"Nuestro camino hacia la UE será difícil, pero tenemos seis años por delante (…) La UE tiene sus condiciones, y Georgia está dispuesta a considerar aquellas condiciones que no contravengan sus intereses nacionales", dijo Kobajidze, aunque también reconoció que la entrada de su país al bloque europeo podría afectar la economía de Georgia, obligando a Tbilisi a reconsiderar acuerdos económicos y de libre circulación ya existentes.
La oposición acusa al oficialismo de "declararle la guerra" a la población y exige nuevas elecciones
El sorpresivo anuncio de Sueño Georgiano eleva las crispaciones ya existentes dentro de la sociedad civil en el país. Decenas de manifestantes proeuropeos bloquearon la avenida Rustaveli, una de las principales calles de la capital frente al Poder Legislativo, con consignas en contra del oficialismo y gritos de "¡Esclavos!" y "¡Rusos!".
Además, la presidenta del país, Salome Zourabichvili – crítica de Sueño Georgiano, proeuropea, pero con una autoridad casi ceremonial –, reclamó la decisión anunciada por el partido gobernante, argumentando que el oficialismo "no declaró la paz, sino la guerra contra su propio pueblo, su pasado y su futuro".
Zourabichvili expresó que "la única salida a la situación actual" es la repetición de las elecciones parlamentarias, ocurridas a finales de octubre en medio de señalamientos opositores de "fraude electoral" y cuestionamientos europeos por irregularidades en el proceso.
Justamente, el congelamiento del proceso de adhesión de Georgia al bloque europeo llegó horas después de que se publicara una resolución no vinculante desde el Parlamento Europeo, en donde Bruselas rechaza los resultados electorales en Georgia por "irregularidades significativas" y pide que se celebren unos nuevos comicios dentro de un año.
A pesar de los cuestionamientos internacionales, Sueño Georgiano ha defendido los resultados de las elecciones, en las que fue la coalición triunfadora con el 54% de los votos, y el organismo electoral georgiano también validó la transparencia en el proceso electoral.
Con AP, EFE y Reuters