Durante la madrugada de este martes 21 de marzo se vivieron enfrentamientos en París y las principales ciudades francesas, que terminaron con la detención de más de 250 personas, cuando se eleva la ira por la aprobación de la reforma pensional. Entretanto, la oposición de extrema derecha presentó un recurso ante el Consejo Constitucional contra la enmienda, luego de que el Gobierno superara un día antes dos mociones de censura contra el Parlamento.

Calles de París y de otras ciudades de Francia amanecieron este 21 de marzo con daños y decenas de detenidos. Miles de manifestantes mostraron su ira después de que el Gobierno de Emmanuel Macron superara las dos mociones de censura presentadas en su contra por la oposición, una de ellas por tan solo nueve votos. Aunque esto supuso una victoria parlamentaria fundamental para el Ejecutivo galo, la situación en las calles parece estar lejos de aliviarse.

La impopular medida que principalmente plantea aumentar de 62 a 64 años la edad de jubilación es rechazada dentro y fuera del Parlamento.

En las últimas horas, el partido de extema derecha Reagrupamiento Nacional (RN) interpuso un recurso ante el Consejo Constitucional contra la medida para "que ese texto caiga en el olvido de la historia y sea tirado a la basura", señaló Thomas Ménagé, vocero de esa bancada dirigida por la excandidata presidencial, Marine Le Pen.

También está previsto que los diputados de la Nueva Unión Popular Ecológica y Social (Nupes) y los senadores del Partido Socialista (PS) presenten cada uno su propia apelación.

La cuestión ahora es saber cuáles serán las siguientes decisiones que tomará el presidente Macron, después de vivir uno de los momentos más tensos desde su llegada a la presidencia a cuenta de la reforma de las pensiones planteada por su Gobierno.

Los cambios, si es que los hay, se conocerán el miércoles 22 de marzo en un discurso televisado del presidente Emmanuel Macron a toda la nación, que se emitirá a las 13:00 horas de París.

Tras la tensa jornada del lunes 21 de marzo son muchas las especulaciones que circulan sobre cuál será la solución que el Ejecutivo planteé como alternativa, aunque fuentes cercanas al Elíseo niegan que el mandatario esté dispuesto a disolver la Asamblea Nacional para convocar elecciones legislativas, a realizar cambios en su Gobierno o a pedir la convocatoria de un referendo para consultar a la ciudadanía su opinión sobre la controversial reforma.

Los bloqueos persisten tras una noche de violencia

Francia amaneció con varias carreteras cortadas en regiones como Bretaña, fundamental para la entrada de hidrocarburos, y con cientos de trabajadores bloqueando la entrada de varias refinerías y de centrales nucleares como Bugey o refinerías como Feyzin. El objetivo principal es elevar la presión sobre el Ejecutivo cortando el acceso a la electricidad o el combustible.

De hecho, la CGT, el segundo sindicato más importante del país, anunció su intención de promover nuevos "cortes de luz focalizados" como parte de la lucha contra la reforma de las pensiones.

“Iremos también hacia los cortes, cortes focalizados, eso que llamamos sobriedad energética, porque eso, en sí mismo, es atacar al capital, a los que nos gobiernan, a los que están por la ley”, declaró el secretario general de la FNME-CGT, Sébastien Menesplier, durante una visita al piquete de huelga en la central nuclear de Gravelines, al norte del país. “Les vamos a demostrar que estamos movilizados y que estamos decididos”, concluyó.

Los cortes de luz han afectado especialmente a sedes parlamentarias y puntualmente a algunos miles de franceses, aunque la situación no se ha generalizado.

Desabastecimiento de gasolina obliga al Gobierno a terminar con bloqueos en refinerías

Lo que sí que está empezando a ser un problema para el Gobierno galo es el desabastecimiento de gasolina y gasoil en las gasolineras de algunas regiones debido a los bloqueos en las refinerías. Por ello, las autoridades decidieron intervenir este martes forzando a algunos huelguistas a trabajar y desbloqueando centros petroleros estratégicos.

Fuentes consultadas a través del diario francés 'Le Figaro', afirman que aproximadamente el 9,5% de las gasolineras del país registran la falta de uno de estos dos combustibles, aunque no existe una cifra oficial.

La región más afectada parece ser Provence-Alpes-Côte d’Azur, en la costa mediterránea. De ahí que el Ministerio de la Transición Energética haya anunciado que durante 48 horas va a obligar el retorno al trabajo de algunos empleados del depósito de Fos-sur-Mer en ese departamento. La idea es forzar a que tres trabajadores operen por turno. Además, durante toda la madrugada las autoridades despejaron carreteras para facilitar el transporte de combustible.

Estos movimientos se producen horas después de que el Ejecutivo de Macron superara dos mociones de censura, una de ellas a tan solo nueve votos de los necesarios para hacer caer al gabinete de la primera ministra, Élisabeth Borne.

Francia vivió una noche plagada de disturbios en la que se produjeron incidentes como la quema de basura en París y hasta 287 detenciones. El Ministerio del Interior confirmó en la mañana de este martes la identidad de todos los detenidos y afirmó que sus retenciones son “totalmente justificadas”.

Además, la primera ministra se dirigió a todos los parlamentarios que votaron en contra de la moción de censura para agradecerles su “tenacidad” ante la “intimidación ejecutada por la oposición”. Borne es la principal señalada, junto con el presidente Macron, por ejecutar esta reforma.

Además de las manifestaciones espontáneas y de las huelgas que se prolongan en algunos sectores desde hace casi dos semanas, los sindicatos organizan para el próximo jueves 23 de marzo la novena jornada de paro de actividades en rechazo a la reforma de las pensiones. Estas organizaciones han mostrado una inusual unidad durante las últimas semanas y, aunque la reforma fue adoptada por decreto presidencial, todavía tienen la esperanza de que la presión en las calles haga recapacitar al Gobierno.

La medida ha sido defendida como “fundamental” por el Gobierno de Macron, debido a que el envejecimiento de la población podría poner en riesgo el sistema, asegura. El cambio fundamental, una elevación de la edad de jubilación de los 62 a los 64 años, acerca a Francia a la media europea para optar a una pensión.

Con EFE y Reuters