La Policía de París anunció este domingo 10 de noviembre que 4.000 oficiales estarán encargados de la seguridad del partido Francia-Israel del próximo jueves 14 de noviembre. Esto, días después de que se registraran en Ámsterdam agresiones entre la comunidad palestina e israelí en el marco de un encuentro  entre el Maccabi y el Ajax.

Los ecos de la guerra resuenan una vez más en Europa. 

Este domingo 10 de noviembre, la Policía de París anunció que al menos 4.000 oficiales y 1.600 empleados del estadio Stade De France serán los encargados de garantizar la seguridad en la capital francesa durante un partido de fútbol entre Francia e Israel el próximo jueves 14 de noviembre; fecha que hace parte del calendario de la Liga de Naciones de la UEFA. 

¿Por qué se blinda París de esta manera? Lo hace porque el encuentro deportivo tendrá lugar una semana después de que, en medio de un partido de fútbol en Ámsterdam (Países Bajos), varios hinchas israelíes fueran perseguidos, golpeados y agredidos, causando decenas de detenciones y disturbios.

La situación puso en relieve cómo la escalada en Medio Oriente permea todo tipo de escenarios. 

En diálogo con la emisora francesa de noticias ‘BFM TV’, Laurent Núñez, jefe de la Policía parisina, aseguró que “hay un contexto, tensiones que hacen de ese partido un evento de alto riesgo”. 

Núñez explicó que 2.500 miembros del cuerpo policial serán desplegados alrededor del estadio donde tendrá lugar el encuentro, en el norte de París, “Habrá un perímetro de seguridad antiterrorista alrededor del estadio”, señaló al respecto. 

En cuanto al transporte público, los agentes policiales estarán presentes en las líneas del metro, en las líneas de trenes y, específicamente, en todos los caminos que conduzcan al Stade De France. 

El jefe policial parisino también explicó que los organizadores franceses han estado en contacto con las autoridades y fuerzas de seguridad de Israel para la preparación del encuentro. 

La selección de fútbol israelí estará bajo protección “permanente” mientras esté en suelo francés, gracias al acompañamiento de agentes de una unidad de élite de la Policía francesa conocida por las siglas RAID, que en francés abrevian las palabras búsqueda, asistencia, intervención y disuasión. 

El dispositivo será similar al que tuvo la comitiva israelí en los Juegos Olímpicos el verano pasado. 

Por su parte, las autoridades israelíes han instado a sus connacionales a que no acudan durante la próxima semana a eventos deportivos en el extranjero en los que participen equipos de Israel, haciendo énfasis en que no asistan al encuentro con Les Blues. 

El pasado viernes, Bruno Retailleau, ministro del Interior francés, aseguró: “por una razón simbólica no debemos ceder, no debemos rendirnos”, argumentando la decisión de continuar con el partido a pesar de lo ocurrido en los últimos días. 

El Stade de Francia, con capacidad de 80.000 plazas, hasta ahora solo ha vendido una cuarta parte de su disponibilidad, mientras que la Federación Francesa de Fútbol (FFF, por sus siglas en francés) ha decidido retirar una buena parte de la capacidad.

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El antecedente de Ámsterdam 

En la noche del jueves 7 de noviembre, seguidores del club israelí Maccabi Tel Aviv fueron perseguidos, golpeados y heridos luego de asistir a un partido entre su equipo y el Ajax de Ámsterdam, en la capital neerlandesa. El hecho fue calificado por Países Bajos como “ataques antisemitas”.

Un día después, la Policía neerlandesa informó que detuvo a decenas de personas y que al menos otras cinco fueron atendidas en los hospitales a causa de las agresiones. Por su parte, Israel envió el viernes aviones para repatriar a sus nacionales. 

La noticia le dio rápidamente la vuelta al mundo y gran parte de la comunidad internacional lamentó que este tipo de hechos ocurrieran en contra de la comunidad israelí. 

Las horas previas al encuentro contra el Ajax estuvieron marcadas por incidentes protagonizados por los seguidores del conjunto israelí. Decenas de aficionados del club de Tel Aviv corearon en hebreo cánticos como: "¡Muerte a los árabes! Vamos a ganar!" y “Que gane el Tsahal y acabe con los árabes”.

Por su parte, Peter Holla, jefe de la Policía de Ámsterdam, dio detalles de la previa del partido: 

"La violencia ya había comenzado el miércoles por la noche entre los aficionados. Fue una noche con incidentes en ambos bandos. Los seguidores del Maccabi retiraron una bandera de la fachada del Rokin y destrozaron un taxi. Se prendió fuego a una bandera palestina". 

Luego de que se conocieran los hechos, António Guterres, secretario general de la ONU, aseguró estar “conmocionado” por la violencia y condenó el “antisemitismo y el fanatismo antimusulmán”, haciendo referencia a que el brote de odio fue desatado por racistas que se encontraban entre los hinchas de ambos equipos. 

Nuevas detenciones en Ámsterdam 

Este domingo 10 de noviembre la Policía neerlandesa detuvo a decenas de manifestantes propalestinos que protestaron en Ámsterdam, desafiando las leyes locales. 

Este domingo el Tribunal de Distrito de Ámsterdam confirmó una decisión del alcalde local de prohibir las manifestaciones en la ciudad, tres días después de los hechos violentos. 

A pesar de la prohibición, cientos de manifestantes se reunieron en la plaza Dam de la ciudad para protestar con carteles que decían “queremos nuestras calles de vuelta” y coreando consignas como “Palestina libre”, tal y como informó un corresponsal de la AFP este domingo. 

En ese sentido, el cuerpo policial antidisturbios hizo presencia en el lugar de la manifestación por la tarde, poco después de la confirmación del Tribunal sobre la prohibición de las protestas.

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Con AFP, EFE y medios locales