El recién nombrado primer ministro francés, Michel Barnier, ofreció su primera entrevista en el cargo en la cadena TF1, mencionando que, aunque trabajará de manera independiente al presidente, Emmanuel Macron, se compromete a defender las reformas claves del periodo macronista, como la controversial reforma pensionaria. También apuntó a un endurecimiento de las políticas migratorias. Además, sostuvo que "no existe una línea roja" en la composición de su futuro gabinete, abriendo la puerta a integrar ministros de cualquier partido.

Barnier y Macron apuntan a la derecha. El conservador de 73 años reconoció la dificultad en el panorama futuro debido a la alta división dentro de la Asamblea Nacional, tras la disolución llamada por el presidente el pasado junio -que desencadenó elecciones parlamentarias- y no descartó la adhesión de ningún miembro del hemiciclo francés a su Gobierno, independientemente de su representación política.

"No existe una línea roja (…) Tenemos que abrir la puerta a todos los que lo deseen", mencionó Barnier, que hizo hincapié en que también consideraría "personas de izquierda" para la formación de su gabinete, aunque desde el izquierdista Nuevo Frente Popular (NFP), el bloque más votado de los comicios, ya han llamado a movilizaciones para expresar su descontento con la nominación de un político conservador en lugar de una figura de izquierda.

Si bien el nuevo primer ministro francés no descartó aliarse con ninguna facción política, tanto de izquierda radical como de extrema derecha, sus primeras declaraciones públicas revelan posturas mucho más inclinadas hacia los intereses conservadores que al progresismo.

Además, Barnier dijo que defendería "legislaciones clave" realizadas por el Gobierno centroderechista de Macron, como la reforma pensionaría, criticada tanto por el bloque del NFP como por el partido de Marine Le Pen, Agrupación Nacional (RN). "No debemos poner en tela de juicio esta ley, que se aprobó en circunstancias muy difíciles", expresó el nuevo premier, aunque sí reconoció que impulsaría modificaciones para proteger a "los más vulnerables".

Barnier, que cuenta con el apoyo casi confirmado de Los Republicanos y del bloque macronista, verá su futuro como primer ministro cuestionado en los próximos días, después de que el NFP reaccionara negativamente a su nombramiento, llegando a decir que impulsaran un voto de censura en su contra, y RN otorgando su apoyo condicional al plan de Gobierno que el exnegociador del Brexit defienda.

Un primer ministro "completamente dependiente de RN"

La inmigración y el control de las fronteras fue uno de los primeros temas en los cuales el primer ministro francés dejó clara su postura, afirmando que el país tiene "el sentimiento de que las fronteras son coladeros y de que los flujos migratorios no se controlan", por lo que propone el endurecimiento de "un control migratorio vigoroso".

Al ser cuestionado sobre la plataforma política de RN y su discurso ultra, Barnier se limitó a clarificar que, aunque no comparte "gran cosa en común" con la representación de Le Pen, dijo "respetar" al partido, añadiendo que la voz de sus votantes también cuenta.

Ante el panorama construido por Macron, que nominó a un primer ministro cercano a su coalición a pesar de la sorpresiva victoria del NFP en las elecciones legislativas adelantadas, el bloque izquierdista señala que existe un pacto entre la burbuja presidencial, el nuevo primer ministro, y los ultras de RN, quienes al final, tendrán la última decisión sobre la permanencia de Barnier.

"Hoy tenemos un primer ministro que depende completamente de la RN,", lamentó Lucie Castets, la elegida del NFP para que fuera la nueva primera ministra de Francia, que fue descartada casi automáticamente por Macron en su elección para el cargo.

Aunque el NFP ganó las elecciones de julio, el bloque izquierdista no consiguió la mayoría legislativa necesaria para imponer un primer ministro de su agrupación, y aunque colaboraron con el macronismo para detener la llegada de la extrema derecha al poder, al final, el oficialismo es quién bloquea a la izquierda de entrar al Gobierno.

 

Con EFE y Reuters