El expresidente catalán Carles Puigdemont apareció en Barcelona, este jueves 8 de agosto, en un acto organizado por sus seguidores, tras haber permanecido casi siete años de exilio auto impuesto. Con esta aparición, su intento por reavivar el movimiento independentista, reta a la justicia frente a una orden de arresto que tiene pendiente en su contra.

Al grito de “Independencia” y con banderas independentistas catalanas, los seguidores de Puigdemont recibieron a el exlíder separatista, quien llegó acompañado por dirigentes de su partido independentista Junts per-Catalunya, para hablar desde un escenario instalado frente al conocido Arco del Triunfo de Barcelona.

Cinco minutos duró su discurso allí. Luego miles de personas lo acompañaron en su intención de llegar al parlamento regional, donde está prevista la sesión de investidura del socialista Salvador Illa como nuevo presidente autónomo de Cataluña

Puigdemont podría afrontar su detención por un delito de malversación pendiente —que él niega— si intenta pasar el filtro de agentes de los Mossos d’Esquadra en la única entrada habilitada al Parlamento catalán, en el centro de Barcelona.

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En ese caso, el pleno podría ser aplazado o suspendido, lo que podría retrasar la investidura de un gobierno socialista en Cataluña y poner en peligro la frágil alianza del gobierno nacional con Junts, de la que depende para el apoyo legislativo.

El político, de 61 años, que huyó a Bélgica hace siete años tras fracasar su intento de secesión y desde entonces vive en el exilio, anunció el miércoles que había iniciado su "viaje de regreso", diciendo que seguía comprometido a asistir a la sesión del jueves del Parlamento regional, que se reúne para jurar al nuevo líder de la región tras las elecciones de mayo, en las que el partido Junts de Puigdemont quedó en segundo lugar.

"Que para hacerlo me arriesgue a una detención arbitraria e ilegal evidencia la anomalía democrática que tenemos el deber de denunciar y combatir", dijo en un vídeo publicado en las redes sociales.

Ante el riesgo de que Puigdemont pueda ser encarcelado, uno de sus seguidores, Xavier Vizcaíno, de 63 años, envuelto en una bandera independentista, dijo que confiaba en que su regreso fuera un impulso hacia la independencia.

La ultraderechista Vox tenía previsto celebrar una contra protesta a las puertas del Parlamento. Su secretario general, Ignacio Garriga, dijo en la X que "no toleraremos la humillación de ver entrar en el Parlamento a un delincuente y prófugo de la Justicia".

La votación para investir al socialista Salvador Illa, que contará con el apoyo del partido separatista de izquierdas ERC (antiguos socios de Puigdemont), tras un acuerdo bilateral la semana pasada, estaba prevista para comenzar a las 10 de la mañana (0800 GMT).

De esta manera, los socialistas esperan tomar el control en Cataluña tras una década de gobierno separatista.

En mayo de 2024, el Parlamento español aprobó una ley de amnistía para indultar a los implicados en el fallido intento de secesión de 2017. Sin embargo, el Tribunal Supremo mantuvo las órdenes de detención contra Puigdemont y otras dos personas, que fueron acusadas de malversación, por lo que esta ley no se aplica a ellos.

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Puigdemont insiste en que el referéndum no fue ilegal, por tanto, los cargos que se le imputan carecen de fundamento. 

Con Reuters y EFE