Este 15 de febrero, las autoridades libanesas anunciaron la detención de más de 25 personas, al día siguiente de un atentado contra un convoy de la FINUL en Beirut, en una carretera bloqueada por partidarios de Hezbolá.
Al día siguiente de un atentado contra un convoy de la ONU en Beirut en el que resultaron heridos dos miembros de las fuerzas de paz, entre ellos el comandante adjunto saliente de la fuerza de la ONU en Líbano, las autoridades libanesas anunciaron el sábado 15 de febrero la detención de más de 25 personas.
El atentado se produjo el 14 de febrero, mientras partidarios de Hezbolá bloqueaban por segunda noche consecutiva la carretera que conduce al único aeropuerto internacional del país, para protestar contra la prohibición de aterrizar allí a dos aviones iraníes.
El sábado se dispararon gases lacrimógenos para dispersar a una multitud que volvía a bloquear la carretera del aeropuerto, después de que Hezbolá – proiraní – convocara una sentada, constató un periodista de la AFP.
Tras el atentado del viernes, el ministro del Interior, Ahmad Al-Hajjar, anunció la detención de "más de 25 personas por (parte de) los servicios de inteligencia del ejército", y otra más por los servicios de seguridad. "Esto no significa necesariamente que estos detenidos hayan cometido el atentado", declaró a la prensa. La investigación "demostrará quién es el responsable", dijo.
La Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en Líbano (FINUL) exigió una investigación después de que uno de sus vehículos fuera incendiado en la carretera que conduce al aeropuerto, hiriendo al comandante adjunto, Chok Bahadur Dhakal, de nacionalidad nepalesa, que regresaba a su país al término de su misión.
Un segundo miembro nepalí de las fuerzas de mantenimiento de la paz también resultó herido y fue hospitalizado, declaró a la AFP la FINUL, desplegada en el sur del Líbano, cerca de la frontera israelí.
"Las fuerzas de seguridad no mostrarán ninguna indulgencia con quien intente perturbar la estabilidad y la paz civil", declaró el presidente libanés, Joseph Aoun.
Un "ataque a la paz civil"
"Si se producen intentos de bloquear carreteras y atacar la propiedad pública y privada, las fuerzas de seguridad lamentablemente tendrán que intervenir", declaró el primer ministro, Nawaf Salam, subrayando la importancia de la libertad de expresión.
El atentado fue condenado por varios países, entre ellos Francia y Qatar.
Stéphane Dujarric, portavoz del secretario general de la ONU, António Guterres, condenó los actos como "absolutamente inaceptables". "Deben respetarse la seguridad del personal y los bienes de la ONU", afirmó.
El viernes, el ejército denunció actos de vandalismo, "agresiones" a soldados y "ataques a vehículos" durante las manifestaciones en zonas cercanas al aeropuerto.
Vídeos difundidos en las redes sociales mostraban a manifestantes, algunos con pasamontañas y banderas de Hezbolá, atacando a un hombre con uniforme militar y a otro vestido de civil cerca del vehículo de la FINUL incendiado.
El canal Al-Manar de Hezbolá culpó de la acción a "hombres enmascarados", afirmando que los manifestantes, cuyo objetivo era "garantizar el regreso de los ciudadanos (libaneses) varados en Irán", habían expresado "su rechazo al ataque contra la FINUL".
El movimiento Amal del líder parlamentario Nabih Berri, aliado de Hezbolá, denunció un ataque "contra el sur del Líbano", y un "atentado contra la paz civil".
Según el ministro de Transportes, Fayez Rasamny, el gobierno está intentando repatriar a los libaneses varados a través de la compañía aérea nacional libanesa, pero las autoridades iraníes no han concedido las autorizaciones necesarias.
Nawaf Salam declaró que Beirut se encargaría del regreso de los libaneses varados, por otros medios si fuera necesario.
Conversaciones entre los jefes de la diplomacia libanesa e iraní
En Teherán, el Ministerio de Asuntos Exteriores informó el sábado que se había producido una conversación telefónica entre los jefes de la diplomacia libanesa e iraní y que Irán estaba dispuesto a mantener "conversaciones constructivas" sobre la reanudación de los vuelos.
Israel ha acusado repetidamente a Hezbolá de utilizar el aeropuerto de Beirut para transportar armas desde Irán, acusaciones negadas por Hezbolá y funcionarios libaneses.
En Líbano rige un frágil alto el fuego desde el 27 de noviembre, tras más de un año de hostilidades y dos meses de guerra abierta entre Israel y Hezbolá.
La Dirección General de Aviación Civil de Líbano informó el jueves de que había "reprogramado temporalmente" los vuelos, incluidos los procedentes de Irán, hasta el 18 de febrero, como parte de las "medidas de seguridad adicionales".
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Esta fecha es el plazo fijado para la retirada de las fuerzas israelíes del sur de Líbano y la evacuación de las posiciones de Hezbolá en la región, de conformidad con el acuerdo de alto el fuego.
Este acuerdo prevé el despliegue del ejército libanés en el sur junto a los cascos azules, y la retirada del ejército israelí, inicialmente por un periodo de 60 días, ampliado posteriormente hasta el 18 de febrero.
Con AFP
Artículo adaptado de su original en francés