El Festival de Cannes presentó el miércoles 'Hacia un país desconocido', una historia de exilio que es la única película palestina seleccionada para esta 77ª edición. Al mismo tiempo, activistas, cineastas y actores se movilizan en la Croisette para llamar la atención sobre la mortífera guerra en curso en Gaza. 

"El destino de los palestinos no es acabar en su lugar de origen, sino en un lugar inesperado y lejano". Con esta cita del intelectual palestino Edward Said estrenó 'Hacia un país desconocido', la primera película de ficción del director palestino Mahdi Fleifel. 

Presentado el miércoles en el marco de la Quincena de Realizadores del Festival de Cannes, este sobrecogedor thriller, la historia de dos primos en busca de un nuevo comienzo, es la única película palestina seleccionada para el festival de este año. Se trata de una película comprometida cuyo mensaje tiene especial resonancia en un momento en que Israel lleva casi ocho meses de ofensiva en Gaza en respuesta a los ataques de Hamás. 

"Perseguidos" por el exilio 

La película de Mahdi Fleifel sigue a dos primos palestinos, Chatila (Mahmood Bakri) y Reda (Aram Sabbagh), varados en Atenas tras huir del campo donde vivían en Líbano. El sueño de Chatila es ir a Alemania para abrir un café y traer a su mujer y a su hijo. Pero tiene que enfrentarse a las dificultades de la vida cotidiana y a la adicción que Reda intenta dejar. Sin dinero y sin papeles, la búsqueda de este sueño llevará a los personajes a una espiral indescifrable. 

Al escribir esta historia, Mahdi Fleifel explica que se inspiró en las experiencias reales de varios exiliados en Atenas, a los que siguió en un documental anterior. "Uno desapareció sin que nadie supiera qué le había pasado. Otro murió repentinamente hace dos años en Atenas de una sobredosis. El tercero llegó a Londres, donde yo vivía entonces. Me explicó que había cruzado la frontera con 20.000 euros en el bolsillo, dejando atrás a cuatro hombres amordazados en el sótano de un piso".  

El cineasta, que creció en el campo de refugiados libanés de Ain el-Hilweh, explica que le "obsesionan" estas historias de migración: "Soy un director en el exilio que hace películas sobre el exilio".

Tras el estreno de la película, los actores principales, Mahmood Bakri y Aram Sabbagh, ambos palestinos, posaron junto a los activistas que habían acudido a recibirlos, mostrando orgullosos banderas. "Viva Palestina libre", coreaba uno de ellos. 

La causa palestina, protagonista en Cannes

En vísperas de la inauguración del festival, el delegado general Thierry Frémaux declaró que este año quería evitar la polémica. "Queríamos un festival sin polémica. Hemos procurado que no la haya, ni en la organización, ni en las declaraciones, ni en las elecciones". 

También se han dado instrucciones para evitar exabruptos políticos en la alfombra roja. El año pasado, una manifestante se cubrió de sangre falsa delante de los fotógrafos para denunciar la guerra en Ucrania, pero fue rechazada por los servicios de seguridad. Aunque ninguna de las películas seleccionadas abordaba la guerra de Gaza, el conflicto de Medio Oriente fue un tema recurrente en esta 77ª edición, incluso en la alfombra roja.  

La actriz australiana Cate Blanchett hizo una aparición muy llamativa el lunes en el estreno de 'The Apprentice', con un vestido blanco y negro de Jean-Paul Gaultier, cuyo interior verde lució por cierto en la alfombra roja, haciéndose eco así de los colores de la bandera palestina. Antes que ella, Laura Blajman-Kadar, superviviente del atentado de Hamás, estrenó un vestido en homenaje a los rehenes israelíes prisioneros en Gaza, mientras subía la escalinata.   

La actriz francesa Leïla Bekhti lució una "insignia de sandía", símbolo de apoyo a Palestina. 

Leer también77° edición del Festival de Cannes: la alfombra roja se llena de estrellas

Los palestinos no se quedan atrás. Al margen del bullicio del festival, el director Rashid Masharawi ha montado una tienda de campaña en una playa de Cannes donde proyecta películas realizadas en el marco del proyecto "Zona Cero": una veintena de cortometrajes realizados en Gaza desde el comienzo de la guerra. "He decidido hacer de puente entre estos jóvenes cineastas y el resto del mundo", explica. "No debemos olvidar que existe una guerra paralela a esta guerra asesina: la guerra de las imágenes y la narración. Debemos ser capaces de mostrar al mundo nuestra realidad". Rashid Masharawi cuenta que se había puesto en contacto con los organizadores del festival para proponer su proyecto, pero sin éxito. 

El martes, el director palestino asistió a otro acto de apoyo a la población de Gaza, organizado por el pabellón argelino. Bajo la bandera palestina, izada para la ocasión, los participantes guardaron un minuto de silencio en homenaje a las decenas de miles de personas muertas desde el 7 de octubre en Gaza. 

*Adaptado de su original en francés