El presidente francés, Emmanuel Macron, viajó este miércoles 22 de mayo hacia Nueva Caledonia, en un intento por encontrar una solución política a los disturbios que han sacudido el archipiélago francés en el suroeste del Océano Pacífico. De cara a la visita, decenas de manifestantes volvieron a levantar barricadas que bloquean las vías tras las peores asonadas en el territorio en cuatro décadas. Los enfrentamientos entre manifestantes y la fuerza pública, así como saqueos, estallaron tras la aprobación de una enmienda constitucional en París que permitiría a los residentes franceses votar en las elecciones de la isla, lo que es visto por los indígenas canacos como un riesgo de que se disminuya el voto de los locales.

Emmanuel Macron intenta mitigar las tensiones entre su Gobierno y el territorio francés de ultramar, Nueva Caledonia.

Más de una semana después de que estallaran los letales disturbios en la isla, el líder del Elíseo se reunirá allí con funcionarios electos y representantes locales para mantener conversaciones centradas en política y reconstrucción.

Su visita se produce en momentos de alta tensión por los disturbios desatados desde el pasado 13 de mayo, luego de que el Legislativo en París aprobara una reforma para permitir a los residentes franceses, que lleven 10 años viviendo en Nueva Caledonia, votar en las elecciones locales. Los indígenas canacos lo consideran una amenaza a su representación política, que los dejaría en minoría.

La comunidad aborigen representa el 40% de la población de la isla, frente al 24% que se identifica como europeo, según un censo de 2019.

No sé por qué gente que ni siquiera vive aquí habla de nuestro destino

Las protestas han desencadenado actos violentos: al menos seis personas han muerto, incluidos dos gendarmes franceses. Además, algunos manifestantes han causado incendios y saqueos de viviendas y locales comerciales.

Macron planea "escuchar, hablar y mantener conversaciones con los funcionarios electos de Nueva Caledonia (…) Dar respuestas a las numerosas preguntas legítimas que se plantean los caledonios, tanto en el ámbito de la reconstrucción como en el político", subrayó a AFP un funcionario cercano al mandatario.

Un habitante de 52 años, que se identificó como Mike, y quien controla de forma extra oficial una carretera al norte de Noumea, la capital de la isla, señaló que el presidente debe comprender la oposición indígena a la reforma electoral.

"No sé por qué gente que ni siquiera vive aquí habla de nuestro destino", sostuvo el hombre.

Está previsto que Macron aterrice en la mañana del jueves 23 de mayo, hora local, en Nueva Caledonia. El mandatario también arriba al territorio del Pacífico con la mirada puesta en expresar solidaridad a los habitantes, y agradecer a las fuerzas de seguridad, adelantó el Palacio del Elíseo.

Tensa calma

De cara a su visita oficial, las autoridades francesas indicaron que la violencia ha disminuido, especialmente luego de que desde París fueran desplegados 1050 agentes de refuerzo entre soldados, miembros de la Policía táctica y de seguridad nacional, incluso en áreas "altamente sensibles".

Sin embargo, los bloqueos y disturbios siguen registrándose, ahora de forma intermitente. Durante la noche fueron incendiados dos escuelas primarias y 300 automóviles en un concesionario en Numea, según informó la Alcaldía.

Al menos 280 personas han sido arrestadas por los desmanes que sacuden al territorio de 270.000 habitantes. Alrededor de 400 tiendas y negocios fueron dañados y cientos de personas resultaron heridas.

Ante la situación, la semana pasada la Administración de Macron declaró el estado de Emergencia. 

En medio del caos, Australia y Nueva Zelanda enviaron aviones militares al pequeño aeropuerto nacional Magenta de Noumea. Un tercer vuelo de evacuación llegó este miércoles a la ciudad australiana de Brisbane, con 103 ciudadanos australianos y familiares, aseguró la ministra de Asuntos Exteriores australiana, Penny Wong, en redes sociales.

La terminal aérea continúa cerrada para vuelos comerciales y no se espera que reabra antes del próximo sábado 25 de mayo.

"Cuando aterrizamos, fue como '¡gracias a Dios estamos aquí!'", expresó Mary Hatten, después de aterrizar en Brisbane, luego de permanecer refugiada en un hotel de la isla por una semana.

El Ejército australiano transportó a 115 pasajeros en dos vuelos desde Nueva Caledonia el martes, antes de que Francia anunciara que asumiría la responsabilidad de evacuar a los extranjeros varados.

Canberra y Wellington indicaron que organizarán más vuelos hasta que el principal aeropuerto internacional de La Tontouta reabra para rutas comerciales.

¿Cuál es la importancia de Nueva Caledonia para Francia?

Se trata de uno de los cinco territorios insulares que abarcan el Indo-Pacífico en poder del país galo y es fundamental para el plan de Macron de mantener una firme presencia francesa en el Pacífico.

Además, Nueva Caledonia, el tercer mayor productor de níquel del mundo, se encuentra en el corazón de una región marítima geopolíticamente compleja, donde China y Estados Unidos se disputan el poder y la influencia en materia de seguridad y comercio.

Un Acuerdo de Numea de 1998 ayudó a facilitar las relaciones, al delinear un camino hacia la autonomía gradual y restringir el voto a los indígenas canaco, así como a los inmigrantes que vivían en Nueva Caledonia antes de 1998. El pacto permitió la celebración de tres referendos para determinar el futuro del territorio y en los tres se rechazó la independencia.

No obstante, las elecciones de 2021 fueron boicoteadas por los partidos independentistas, lo que empañó la legitimidad del resultado.

Según los términos del Acuerdo de Numea, el voto en las elecciones provinciales estaba restringido a las personas que habían residido en Nueva Caledonia antes de 1998 y a sus hijos.

Pero eso cambia con la nueva reforma impulsada desde París. Durante años, el Gobierno francés consideró esa norma electoral anterior como “antidemocrática”.

El proyecto recientemente aprobado por el Legislativo francés aún necesita una votación final conjunta de las dos Cámaras del Parlamento en Versalles.

Macron sostiene que no convocaría a esa crucial votación antes de finales de junio para permitir el diálogo con los habitantes de la isla sobre el malestar que ocasiona la reforma.

Con Reuters, AP y AFP