Comenzó como un escueto comentario en la red social de su propiedad, X: “Solo la AfD puede salvar a Alemania”, pero este sábado 28 de diciembre el apoyo del multimillonario Elon Musk a la formación ultraderechista se reafirmó en un artículo en el que rechazó esta sea comparada con el nazismo. La publicación llevó a la renuncia de la editora de opinión del diario 'Die Welt'.
"Alemania se ha acomodado en la mediocridad. Es hora de cambios audaces y AfD es el único partido que abre este camino", asegura Elon Musk en un artículo del periódico 'Die Welt', del cual también fueron publicados algunos extractos en el diario 'Handelsblatt', considerado el principal medio económico del país.
El magnate de origen sudafricano y nacionalizado estadounidense justificó sus comentarios sobre la política alemana en el hecho de que tiene grandes inversiones en ese país, como su gigafactory de autos eléctricos Tesla en Brandeburgo, que emplea a 12.000 trabajadores, lo cual, según su criterio, lo autoriza para opinar.
"La imagen de la AfD como extremista de derechas es claramente falsa, teniendo en cuenta que Alice Weidel, la líder del partido, tiene una pareja del mismo sexo de Sri Lanka. ¿Te suena a Hitler? ¡Por favor!”, afirmó Musk en la pieza de opinión.
Sin embargo, la Alternativa para Alemania (AfD), que marcha segunda en las encuestas de cara a las elecciones del 23 de febrero, está clasificada como sospechosa de extremismo desde 2021 por la agencia nacional de inteligencia.
Eva Marie Kogel, editora de opinión de 'Die Welt', publicó en su cuenta en X que tras la aparición del artículo ha decidido presentar su renuncia. Mientras Jan Philipp Burgard, editor en jefe del periódico, publicó un comentario al pie de la nota de Musk, en el que aseguró que si bien la evaluación del magnate era “correcta”, la solución propuesta (el voto por AfD) “es fatalmente errada”. El periodista consideró el hecho, por ejemplo, de que la propuesta programática del partido pasa por abandonar la Unión Europea y acercarse a Moscú y Beijing.
Musk definió, además, a AfD como "la última chispa de esperanza para este país" y agregó que esa formación está dispuesta a "desmantelar la sobrerregulación gubernamental, reducir los impuestos y desregular el mercado", tres premisas que han estado detrás del éxito económico de sus propias empresas.
Pero la lógica de Musk se encontró con la crítica de Jens Spahn, exministro en tiempos de Angela Merkel y líder de la Unión Cristianodemócrata, favorita para imponerse en las elecciones del 23 de febrero, quien aseguró que "si fuera por AfD, no habría inversiones de Elon Musk en Alemania", recordando la oposición de esa organización a la construcción de la fábrica de Tesla en Brandeburgo.
Spahn agregó que otros partidos "que no tienen en sus filas radicales de extrema derecha, conspiparanoicos y antisemitas" también apuestan por "menos regulación, parar la inmigración ilegal masiva y están en contra de políticas energéticas ideológicas".
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Inmigración en el centro del debate
El control de fronteras es otro de los puntos de encuentro entre Musk y la AfD.
En su artículo, el multimillonario apunta que "AfD aboga por una política de inmigración controlada que favorezca la integración y la preservación de la cultura y la seguridad alemanas. No se trata de xenofobia, sino de garantizar que Alemania no pierda su identidad en favor de la globalización".
“Una nación debe preservar sus valores fundamentales y su patrimonio cultural para mantenerse fuerte y unida”, agregó Musk en el artículo, que fue compartido en sus redes sociales por la candidata de AfD a canciller en las elecciones anticipadas del 23 de febrero, Alice Weidel.
La primera expresión pública de apoyo de Musk a AfD se produjo precisamente el día en que un exmusulmán devenido en islamofóbico que coincidía con las políticas antiinmigración del partido, atropelló a un grupo de personas en un mercado navideño de Magdeburgo, causando la muerte de cinco de ellas y heridas a unas 200.
Musk no retiró su frase de apoyo a la organización después del arrollamiento.
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¿Problemas en el paraíso?
No obstante, las posiciones de Musk sobre temas migratorios lo llevaron el sábado a un primer choque con la línea dura de apoyo del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, cuando el dueño de X aseguró que estaba dispuesto a “ir a la guerra” para defender el programa de visas H-1B, destinado al reclutamiento de trabajadores calificados en el área de tecnología.
Musk recordó que él mismo llegó a Estados Unidos con una visa de este tipo y que muchos de los empleados de sus empresas las tienen también, para salir al paso de detractores de este programa, militantes de extrema derecha que consideran que este tipo de visas menoscaban los intereses de profesionales estadounidenses.
Sin embargo, Musk encontró el apoyo de Trump, que en su anterior mandato había calificado este tipo de visas como “muy malas” e “injustas” con los trabajadores estadounidenses, pero que este sábado en una entrevista con el New York Post dio un viraje al respecto, al ponerse del lado del propietario de Tesla, SpaceX y X en el debate de sus partidarios sobre las H-1B.
"Tengo muchas visas H-1B en mis propiedades. He sido un creyente en las H-1B. Las he usado muchas veces. Es un gran programa", afirmó Trump en la entrevista.
Con EFE, Reuters y AP