Los partidos de oposición de Corea del Sur presentaron una moción para destituir al presidente Yoon Suk Yeol, luego de que el martes declarara la ley marcial. Aunque la orden fue derogada por el Legislativo y posteriormente revertida por el mandatario, la medida agudizó la crisis política en la cuarta economía de Asia.
Yoon Suk Yeol, un impopular presidente, cuya breve declaración de la ley marcial puede costarle el Ejecutivo de Corea del Sur.
Este miércoles 4 de diciembre, la principal bancada de oposición, el Partido Democrático (PD), pidió a Yoon, en el cargo desde 2022, que dimita o se enfrente a un 'impeachment'.
"No podemos permitir que la democracia se derrumbe por más tiempo"
Posteriormente, otros cinco partidos opositores se sumaron al PD para presentar un proyecto de ley en el Parlamento con el fin de destituir al mandatario. La votación está prevista para el viernes 6 de diciembre o el sábado 7.
Para proceder a un juicio político contra Yoon es necesario el apoyo de dos tercios del Parlamento y al menos seis jueces de la Corte Constitucional de nueve miembros tendrían que apoyar la moción para destituirlo de su cargo.
"No podíamos ignorar la ley marcial ilegal (…) No podemos permitir que la democracia se derrumbe por más tiempo", aseguró a la prensa el diputado del PD, Kim Yong-min, luego de que fuera presentada la iniciativa de ley sobre el 'impeachment'.
Pero los pedidos de destitución no solo provienen de los adversarios del oficialismo ni apuntan únicamente al presidente. El líder del Partido del Poder Popular, al que pertenece el mandatario, pidió cesar del cargo al ministro de Defensa, Kim Yong-hyun, y la renuncia de todo el gabinete, lo que genera divisiones en la bancada política del presidente.
El titular de la cartera de Defensa ya ofreció su dimisión y pidió disculpas a los surcoreanos "por causar confusión y preocupación" con la aplicación de la ley marcial.
"Todos los soldados que cumplieron con sus deberes relacionados con la ley marcial siguieron las instrucciones del Ministerio, y toda la responsabilidad recae sobre mí", admitió Kim en un comunicado, en el que puso su cargo a disposición del mandatario surcoreano, que ahora también se tambalea.
Los asesores y secretarios principales de Yoon ofrecieron renunciar colectivamente y el gabinete también enfrenta llamados a dimitir por parte de los ciudadanos, mientras la nación intenta retomar el rumbo tras la sorpresiva y arriesgada decisión del mandatario -quien no cuenta con mayoría en el Parlamento- de declarar la ley marcial.
Un impactante escenario que el país no había experimentado desde la era de líderes autoritarios que terminó hace alrededor de 40 años, ya que Corea del Sur se convirtió en democracia en 1987.
De hecho, la última vez que en Corea del Sur fue invocada esa medida ocurrió en 1979, cuando el entonces militar y gobernante de facto del país, Park Chung-hee, fue asesinado durante un golpe de Estado.
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¿Qué ocasionó la actual crisis política en Corea del Sur?
Alrededor de las 23:00, hora de Seúl, del martes 3 de diciembre, el presidente Yoon Suk Yeol impactó a su país y al mundo cuando declaró la ley marcial. Tras la orden, que estuvo en vigor por alrededor de seis horas, tropas del Ejército rodearon el Legislativo.
Entonces, la institución castrense anunció que las actividades del Legislativo y de los partidos políticos quedaban prohibidas. Además, indicó que las funciones y publicaciones de los medios de comunicación estarían bajo control militar.
Ante ese escenario, se produjeron escenas caóticas en la noche del martes cuando los efectivos del Ejército fuertemente armados rodearon la sede del Parlamento, en un intento por tomar el control del lugar.
Los asistentes parlamentarios rociaron a los militares con extintores, mientras decenas de manifestantes se enfrentaban con la Policía en el exterior del recinto y los legisladores escalaban los muros del edificio para volver a ingresar y votar por el levantamiento de la medida.
Algo que finalmente ocurrió. Los legisladores desafiaron el cordón de seguridad y pocas horas después de haber sido declarada, el Legislativo-de mayoría opositora y con 190 de sus 300 miembros presentes- aprobó por unanimidad el levantamiento de la medida. Solo asistieron 18 miembros del partido de Yoon.
El presidente rescindió entonces la declaración de la ley marcial, apenas seis horas después de su proclamación. La declaración se levantó formalmente alrededor de las 4:30 del miércoles, hora local, durante una reunión del gabinete.
"¡Ganamos!", corearon los manifestantes afuera de la Asamblea Nacional.
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¿Qué es la ley marcial y por qué fue declarada por el presidente surcoreano?
La ley marcial en la práctica determina la paralización de la actividad parlamentaria y es aplicada en tiempos de emergencia, cuando las autoridades civiles son consideradas incapaces de ejercer sus funciones de gobierno.
Bajo esa norma, los militares reciben poderes adicionales, lo que implica una suspensión de los derechos civiles y las actividades políticas de los ciudadanos en general, así como de las normas y protecciones del Estado de derecho.
¿Las razones de Yoon para declarar la sorpresiva ley marcial? En el discurso a la nación en el que hizo la declaración de ley marcial, el presidente afirmó que era necesaria para defender al país de fuerzas “antiestatales pro-norcoreanas” y proteger el orden constitucional libre, aunque no citó amenazas específicas.
Asimismo, Yoon criticó los intentos del Parlamento de destituir a funcionarios clave del Gobierno y fiscales de alto rango.
Pero la declaración de la ley marcial se produjo tras amplias dificultades del mandatario para gobernar desde que fue elegido como presidente en 2022. Ese año, Yoon, un fiscal de carrera, ganó en las elecciones más ajustadas en la historia de Corea del Sur.
Sin embargo, desde entonces, no ha podido aprobar los proyectos de ley que impulsa y, en cambio, afronta bajos índices de popularidad tras verse envuelto en escándalos de corrupción, incluido uno que apunta a la primera dama tras aceptar como regalo un bolso Christian Dior, de unos 2.200 dólares, una posible violación de la ley anticorrupción del país que prohíbe a los funcionarios públicos y sus cónyuges recibir regalos por más de 750 dólares, en relación con sus deberes públicos.
El mandatario es ampliamente impopular, con índices de apoyo que han rondado solo el 20% durante meses.
Además, su Partido del Poder Popular sufrió una derrota aplastante en las elecciones parlamentarias del pasado abril, al no poder arrebatarle el control a las bancadas de la oposición que obtuvieron casi dos tercios de los escaños.
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Con Reuters, AP y EFE