El papa Francisco y un imán indonesio firmaron el jueves en la mezquita Istiqlal una declaración en la que llamaron a evitar el uso de la religión para atizar conflictos y a preservar los recursos naturales.
"Somos todos hermanos, todos peregrinos, todos caminando hacia Dios, más allá de nuestras diferencias", declaró Francisco durante un encuentro interreligioso en la mezquita de Yakarta con representantes de las seis religiones oficiales de Indonesia.
En la "Declaración de Istiqlal", Francisco y el gran imán Nasaruddin Umar expresaron su preocupación por la "deshumanización" causada por la "generalización de los conflictos", y la "instrumentalización" de la religión en esas situaciones de violencia.
También urgieron "tomar medidas decisivas para preservar la integridad del medio ambiente y los recursos naturales".
Después de ese encuentro interreligioso en la mayor mezquita del sudeste asiático, Francisco oficiará una misa en un estadio enorme, en el cierre de su visita a Indonesia, la primera escala de su gira a la región de Asia Pacífico.
Pese al ritmo frenético de la gira de 12 días, el pontífice argentino, de 87 años, se ha visto sonriente y en buena forma desde que llegó el martes a Yakarta.
El tema interreligioso ha sido central en su visita a Indonesia, el país de mayor población musulmana del mundo.
Nasarrudin dijo a AFP que la declaración conjunta con el papa es una expresión de "cómo musulmanes y católicos, y todas las religiones del mundo, pueden conversar juntos sobre cómo salvar el medio ambiente".
La mezquita Istiqlal se ubica frente a la catedral Santa María de la Asunción y están conectadas por un "túnel de la amistad", como un símbolo de fraternidad religiosa.
Francisco ha realizado varias visitas a países de mayoría musulmana, y en 2019 firmó en Abu Dabi una declaración sobre la fraternidad humana con el gran imán de Al Azhar.
Encuentro con los pobres
Pero observadores apuntan a la creciente discriminación contra minorías religiosas en Indonesia, sobre todo de los cristianos en ciertas regiones, y ha habido llamamientos para que el gobierno tome medidas.
El inmenso archipiélago de 17.500 islas alberga a la mayor población musulmana del mundo, con 242 millones de personas, 87% de la población, frente a 8 millones de católicos, menos de 3%.
A media mañana, Francisco tiene previsto encontrarse con personas pobres apoyadas por asociaciones de beneficencia en la sede de la Conferencia Episcopal Indonesia.
A mediodía (10H00 GMT), el papa presidirá una enorme misa al aire libre en el estadio nacional Gelora Bung Karno ante 80.000 fieles, y se espera que otro tanto acompañe la ceremonia desde el exterior del recinto.
La visita es parte de una maratónica gira a cuatro países del sudeste asiático y Oceanía, inicialmente prevista para 2020 pero aplazada debido a la pandemia del covid-19.
Francisco es el tercer pontífice en visitar Indonesia, después de Pablo VI en 1970 y Juan Pablo II en 1989. La capital Yakarta fue adornada con imágenes del papa y banderas del Vaticano para recibirlo.
La seguridad fue reforzada en la ciudad con el cierre de ciertas rutas y el desplazamiento de unos 4.000 soldados y policías, además de francotiradores.
Jorge Mario Bergoglio deberá llegar el viernes a Papúa Nueva Guinea, desde donde irá a Timor Oriental y posteriormente a Singapur, donde el 13 de septiembre concluirá el periplo de 32.000 km.
Este viaje internacional, el número 45 de su papado, es un gran desafío físico para el jesuita argentino, quien a veces se desplaza en silla de ruedas, aunque suele verse vigorizado en sus viajes por el contacto con los fieles.