La cara de la revolución siria y líder de la organización islámica Hayat Tahrir al-Sham, Ahmed al-Sharaa, fue nombrado presidente para el periodo de transición tras el derrocamiento de Bashar al-Assad en diciembre.

"Anunciamos la asunción del liderazgo de Ahmed al-Sharaa como presidente del país en la fase de transición, y ejerce las funciones de la Presidencia de la República Árabe Siria y la representa en foros internacionales", anunció el canal de televisión 'SyriaTV' citando al comandante Hassan Abdel Ghani, portavoz de la coalición armada que llegó al poder. 

Según el anuncio, al-Sharaa también tendrá la facultad de establecer un consejo legislativo temporal que se encargará de gobernar durante el periodo de transición, hasta que el Estado tenga la capacidad de redactar una nueva Constitución. Los reportes televisados concuerdan con lo emitido por la agencia de noticias estatal 'SANA'.

De igual manera, Ghani recordó que, tras la caída del expresidente sirio, Bashar al-Assad, el parlamento fue disuelto, al igual que las instituciones del Estado que habían sido compuestas bajo el régimen anterior. El partido Baath – agrupación política a la que pertenecía al-Assad – también fue disuelta.

Al-Sharaa, conocido también como Abu Mohammed al-Jolani, fue una de las cabezas más importantes de la insurrección siria, liderando al Hayat Tahrir al-Sham (HTS), organización islamista que tenía nexos con Al-Qaeda. Por su pasado, el nuevo presidente de la transición siria tenía una recompensa de unos 10 millones de dólares sobre su cabeza impuesta por Estados Unidos, aunque esta fue cancelada el mes pasado.

Después de la caída del régimen de al-Assad, el HTS se hizo con el control del Estado sirio, mientras que sus altos mandos prometieron respetar la diversidad dentro de los combatientes que emprendieron la insurrección en contra del expresidentee sirio y llegar a un acuerdo sobre el futuro del Gobierno.

La cuestión kurda en el nuevo gobierno sirio

El portavoz militar, citado por los medios de comunicación locales, también confirmó la disolución de todas las facciones militares en el país, que a su vez serán absorbidas por instituciones estatales para regularizar sus funciones. Sin embargo, Ghani no aclaró si también se ordenará la disolución del HTS, milicia liderada por al-Sharaa.

Aunque una gran parte de los grupos rebeldes que participaron en la insurrección contra al-Assad, el pasado mes de diciembre, las Fuerzas Democráticas de Siria – facción kurda – no estuvieron presentes en la reunión de este 29 de enero que designó al nuevo presidente de la transición siria, y tampoco han ofrecido comentarios al respecto.

Desde la caída de al-Assad, las fuerzas kurdas y grupos militares respaldados por Turquía, y aliados al HTS, han protagonizado distintos intercambios de hostilidades en el norte del país, por lo que el futuro de la milicia kurda en el país es una incógnita.

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Para algunos analistas, la investidura de al-Sharaa no representa un progreso en la vida política siria, sino que más bien responde a un mensaje para todas las facciones rebeldes en el país sobre quién tiene el control militar dentro de territorio sirio.

"El anuncio es una cruda traducción de su nuevo poder y control militar de grandes partes de Siria, incluida la capital (…) No refleja la diversidad política, religiosa y étnica de Siria", mencionó Mohanad Hage Ali, analista del Centro Carnegie para el Medio Oriente.

Con AP, EFE y Reuters