El recién nombrado Gobierno de Francia, encabezado por el primer ministro, Michel Barnier, se enfrentó al primer proceso de moción de censura en su contra tan solo dos días antes de presentar su presupuesto para 2025. La abstención de la bancada de extrema derecha de Marine Le Pen fue clave para sobrevivir a la moción, impulsada por el bloque de izquierda, Nuevo Frente Popular, que quedó en primer lugar en los comicios legislativos, aunque no con la mayoría absoluta.

La elección del conservador Michel Barnier como nuevo primer ministro de Francia fue polémica desde el inicio y este martes 8 de octubre el dirigente enfrentó ya su primer gran escollo en la Asamblea Nacional.

Impulsada por los 192 diputados de la coalición de izquierda, ganadora de las pasadas elecciones legislativas, el Nuevo Frente Popular (NFP), este martes se llevó a cabo la primera moción de censura en contra de Barnier. El texto necesitaba de 289 votos favorables para prosperar y no alcanzó este cuórum tras la negativa de la extrema derecha de Marine Le Pen a apoyarla.

En total, solo fue votada por 197 diputados de los 577 que tiene la Cámara. El NFP solo logró atraer un puñado de votos extra de diputados regionalistas. Sin embargo, los legisladores de los dos partidos que sostienen a Barnier, los 166 del partido de Macron y otros 47 de derecha moderada, no le dieron su respaldo y tampoco lo hicieron los 142 de Agrupación Nacional de Marine Le Pen, cuya abstención fue decisiva para que la moción no prosperara. 

En declaraciones a la radio 'RMC', el diputado de extrema derecha Sébastien Chenu aseguró que "hemos decidido no caer en el caos, no censurar inmediatamente a Michel Barnier para darle la oportunidad de desarrollar un proyecto (…) si no nos conviene, censuraremos”.

Le Pen, por su parte, afirmó el domingo 6 de octubre que este Gobierno carece de legitimidad democrática y que habrá elecciones en menos de un año.

La izquierda afirmaba en el texto de la moción que la existencia de este Gobierno conservador "es una negación del resultado de las últimas elecciones legislativas".

"Lo sabemos, el presidente de la República se niega a reconocer la derrota de su campo, porque sabe que a través de este reconocimiento se cuestiona obviamente la reforma de las pensiones. Y por tanto para el grupo socialista, pero también para todas las fuerzas de izquierda, la censura constituye un medio eficaz de poder derogar la reforma de las pensiones", afirmó en rueda de prensa la diputada socialista Mélanie Thomin.

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Los presupuestos, en el punto de mira

La jornada de este martes, sin embargo, se ve como un preámbulo de lo que se vote de nuevo el próximo jueves 10 de octubre en la Asamblea Nacional. El Gobierno irá al hemiciclo a presentar sus presupuestos para el año 2025 y allí los apoyos aún no están claros.

Algunos diputados exmacronistas como Stella Dupont aseguraron que no van a votar a favor de la moción, pero esperarán a ver los presupuestos para confirmar el sentido de su voto. La semana pasada, el exministro de Interior, Gérald Darmanin, criticó también la propuesta hecha por el actual primer ministro.

Para las nuevas cuentas estatales el Gobierno de Barnier busca reunir 60.000 millones de euros, que en su mayoría vendrán de recortes de gasto para mitigar el alto déficit público. Habrá además alza de impuestos. La nueva Administración espera así rebajar el déficit hasta el 5%.

En la línea para alcanzar ese límite, este martes el ministro de Presupuesto y Cuentas Públicas, Laurent Saint-Martin, se mostró favorable a eliminar los límites a los impuestos de electricidad. "Estos topes han costado miles y miles de millones de euros a los contribuyentes franceses (…) Ahora que la inflación ha caído por debajo del 2% y los precios de la energía están bajo control, ¿deberíamos eliminar los topes? Mi respuesta es sí", declaró a FranceInfo.

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La moción contra Macron se queda fuera en el orden del día

Previo a la apertura de la sesión en la Asamblea Nacional tuvo lugar la conferencia de presidentes, que declinó incluir en el orden del día el procedimiento planteado por la izquierda para iniciar también una moción contra el presidente Emmanuel Macron.

Desde la coalicición de izquierda Nuevo Frente Popular han criticado que haya sido la abstención de la extrema derecha la que ha permitido que no saliera adelante este procedimiento.

“Es importante saber que es gracias a Agrupación Nacional que Emmanuel Macron no tendrá que someterse a un debate en el hemiciclo sobre su peligroso y errático comportamiento al no respetar los resultados de las urnas, y que es por tanto la señora Le Pen quien, en cierto modo, ha salvado al señor Macron del procedimiento de destitución que habría permitido a todos los parlamentarios dar su opinión” aseveró Mathilde Panot, presidenta del grupo de La Francia Insumisa (LFI) en la Asamblea.

Varios diputados de izquierda se han sumado a este discurso en redes sociales. Entre ellos el coordinador nacional de LFI, Manuel Bompard, quien en su cuenta de la red social X ha asegurado que volverán a presentar el procedimiento contra Macron.

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Con AFP, EFE y medios locales