La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó el miércoles 22 de enero un proyecto de ley que exige la detención de inmigrantes indocumentados acusados de robo y delitos violentos. La iniciativa apunta a ser la primera legislación promulgada por Donald Trump a pocos días de volver a la Casa Blanca, después de que fuera avalada en el Senado el pasado lunes.
 

Primera victoria legislativa del nuevo Gobierno de Donald Trump, en su cruzada contra la inmigración.

Con 236 votos a favor y 156 en contra, la Cámara de Representantes, de mayoría republicana, aprobó y envió al mandatario, para su firma, el proyecto de ley que exige a las autoridades detener a los inmigrantes indocumentados acusados ​​de robo y delitos violentos. 

Una facción crucial de 46 demócratas, descritos por la prensa local como políticamente vulnerables, se unió a los republicanos para llevar la estricta propuesta hacia su aprobación.

La iniciativa ya había sido avalada por el Senado el pasado lunes 20 de enero, lo que apunta a ser la primera legislación promulgada por Trump a tan solo días de regresar a la Casa Blanca. En la Cámara Alta, la medida fue aprobada por 64 votos a favor frente a 35 en contra con 12 demócratas uniéndose a favor de la iniciativa republicana.

La denominada Ley Laken Riley lleva el nombre de una estudiante de enfermería de Georgia que fue asesinada en 2024 por un ciudadano venezolano, lo que muestra el álgido debate político sobre la inmigración que aumenta tras la victoria electoral del líder republicano.

“Durante décadas, ha sido casi imposible para nuestro gobierno acordar soluciones para los problemas en nuestra frontera y dentro de nuestro país (…) Quizás este es el proyecto de ley de control de inmigración más importante” que el Congreso haya aprobado en casi tres décadas, subrayó la senadora republicana, Katie Britt.

Las pasadas elecciones del 5 de noviembre no solo le dieron el retorno a los conservadores a la Presidencia, sino que también le otorgaron a los republicanos el control de las dos Cámaras del Congreso, tras la renovación de un tercio del Senado y la totalidad de la Cámara de Representantes. Un escenario que le da a Trump un amplio margen de maniobra para la aprobación de su vasta lista de propuestas legislativas.

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¿Cuáles son los desafíos para aplicar las iniciativas contra la inmigración impulsadas por Trump?

Los expertos destacan que el proyecto de ley sobre detención de inmigrantes y que solo espera por la firma de Trump requeriría de un aumento masivo de las capacidades del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos y que la iniciativa ya aprobada en el Congreso no incluye ningún financiamiento nuevo.

El Departamento de Seguridad Nacional ha estimado que la Ley Laken Riley costaría 26.900 millones de dólares en el primer año de implementación, incluido un aumento de 110.000 camas de detención del ICE.

La mayoría de los demócratas criticaron la falta de financiación del proyecto de ley como prueba de que se trata de un enfoque fragmentado que no haría mucho por solucionar los problemas del sistema de inmigración, sino que impondría a las autoridades federales nuevos requisitos.

“Los autores del proyecto de ley afirmaron que dará lugar al arresto y la detención de delincuentes graves, pero no lo hará porque es un mandato totalmente sin financiación”, aseguró el senador demócrata Chris Murphy.

Otros legisladores expresaron su preocupación de que el proyecto de ley despojaría de los derechos del debido proceso a los migrantes, incluidos los menores o los beneficiarios del programa de Acción Diferida para los Llegados No Acompañados. 

El senador Alex Padilla, demócrata de California, señaló que las autoridades federales ahora se verían obligadas a priorizar la detención de los migrantes arrestados por delitos menores como el hurto en tiendas, en lugar de los que cometen delitos violentos.

En términos generales, los expertos destacan que no hay evidencia de que los inmigrantes sean más propensos a cometer delitos violentos. Varios estudios han descubierto que los inmigrantes cometen menos delitos que los nacidos en Estados Unidos, resalta la agencia de noticias local AP. Pero los grupos que abogan por políticas de inmigración restrictivas cuestionan o desestiman esos hallazgos.

Por su parte, los republicanos cuestionan que Laken Riley, nombre de la ciudadana que los republicanos tomaron para bautizar la ley, fue asesinada por un migrante venezolano que había sido arrestado previamente por las autoridades locales, pero posteriormente liberado mientras seguía adelante con su caso de inmigración.

"Si esta ley hubiera sido la ley del país, nunca habría tenido la oportunidad de matarla", indicó el representante republicano Mike Collins.

Entretanto, el nuevo presidente ha lanzado una serie de órdenes ejecutivas destinadas a cerrar la frontera de México a la inmigración y, en última instancia, deportar a millones de inmigrantes sin estatus legal permanente en Estados Unidos. 

El miércoles 22 de enero, Trump también canceló el reasentamiento de refugiados y su Administración ha señalado sus intenciones de procesar a los funcionarios locales encargados de hacer cumplir la ley que no apliquen sus nuevas políticas de inmigración.

Los líderes republicanos del Congreso han dejado claro que tienen la intención de seguir su ejemplo, aunque su desafío más difícil será encontrar una manera de aprobar el financiamiento para implementar realmente los planes de línea dura de Trump.

“Lo que está haciendo es poner en marcha lo que, en última instancia, será nuestra agenda legislativa”, sentenció el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Johnson.

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Con AP, Reuters y medios locales